El primer ministro británico, Gordon Brown, no dimitirá si su Partido Laborista pierde en las próximas elecciones europeas del 4 de junio, como tampoco lo haría si se lo pidieran miembros de su gabinete con vistas a los comicios parlamentarios del próximo año, según declaró hoy a la emisora BBC. El premier dijo querer seguir combatiendo las consecuencias de la recesión e impulsar las reformas del sistema parlamentario tras el escándalo por los gastos de los diputados de fondos públicos.

Además, Brown anunció su intención de introducir un código de comportamiento vinculante para los diputados y controles más estrictos también en otras instituciones públicas en el futuro, en vista del escándalo surgido al descubrirse que los diputados sacaron beneficios a costa de los contribuyentes.

Mientras tanto, la popularidad de Brown no deja de caer: según una encuesta del dominical "Sunday Telegraph" el laborista se sitúa en tercer lugar, por detrás de los candidatos de la oposición conservadora y demócrata liberal. La encuesta confirma sondeos previos que habían señalado a los laboristas como tercera fuerza política.

DPA