El primer ministro del Reino Unido, Gordon Brown, se disculpó con decenas de miles de niños enviados forzosamente a las antiguas colonias británicas, 40 años después de que terminara el controvertido programa gubernamental al respecto.

"No podemos cambiar la historia", dijo Brown durante una intervención frente al Parlamento británico. "Pero podemos hablar sobre la heridas del pasado", agregó. "Los sentimos realmente. Fueron abandonados, sus gritos de ayuda no fueron oídos", señaló el premier, que anunció un fondo de indemnizaciones con un valor de 6 millones de libras (9,3 millones de dólares).

Unos 150.000 niños de familias británicas sin recursos fueron enviados desde los años 20 hasta los 60 a la entonces colonias de Australia y Canadá, entre otros Estados que hoy forman parte de la Commonwealth. Aunque se suponía que eso debería contribuir a mejorar sus condiciones de vida, los menores fueron a menudo maltratados en los albergues y por las familias que los recibieron.

Los niños, de entre tres y 14 años de edad, fueron separados de sus familias sin que éstas supieran a menudo adónde eran enviados. A los menores se les solía decir que sus padres habían muerto. En su destino final se separaba frecuentemente a los hermanos. (dpa)