Las instituciones de la Unión Europea quieren ahorrar 2.700 millones de euros hasta 2020 con un paquete que afectaría a sus propios funcionarios, según acordaron en la noche del 28 de junio los representantes de los Estados miembros, del Parlamento Europeo y de la Comisión Europea. Entre otras medidas, Bruselas congelará los salarios y las pensiones de sus funcionarios durante dos años, al tiempo que aumentará las horas de trabajo semanales de 37,5 a 40 sin compensación monetaria y elevará la edad de jubilación de 63 a 65 años. Hasta 2017 suprimirá también el 5 por ciento de los puestos de trabajo, un total de 2.500. La Unión Europea emplea a unos 48.000 funcionarios, la mayoría en la Comisión. (dpa)