Ni la nueva ni la vieja: Bruselas no reconoce a la nueva Asamblea de Caracas, pero deja de ver en Guaidó al presidente interino de Venezuela. En medio del frágil equilibrio diplomático, DW recogió opiniones.
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Se veía venir: aunque la Unión Europea (UE) no va a reconocer a la recién instaurada Asamblea Nacional de Venezuela –por ser producto de un proceso electoral no transparente ni , la UE va a continuar hablando con todos los actores políticos del país. Y seguirá apoyando al “líder opositor” Juan Guaidó y a los miembros de la Asamblea Nacional, elegida en 2015, por ser ésta “la última libre expresión del pueblo venezolano”. A pesar de la vaguedad de la terminología escogida, todo indica que Guaidó deja así de ser el “presidente interino” ante los ojos de la UE, que en su búsqueda de no cerrar puertas al diálogo, pone un pie en cada orilla.
“La UE debería revisar esto que deja a Venezuela en un limbo”, comenta a DW María del Carmen Ponte, representante, hasta ahora, del gobierno interino de Guaidó ante la UE. “Más aún cuando somos demócratas que luchamos contra estructuras a las que la ONU hace responsables de crímenes de lesa humanidad”, subrayó.
Por el contrario, “lo que dejaba en un limbo las relaciones con Venezuela fue haber reconocido por dos años a Juan Guaidó como presidente interino, cuando quien ocupaba la silla en Naciones Unidas y las embajadas venezolanas en todo el mundo era quien tiene capacidad real sobre el terreno”, comentó a DW Javi López, eurodiputado de la bancada socialdemocráta y copresidente de la Asamblea EuroLatinoamericana (Eurolat).
Reconocer la realidad y a la vez resetear las relaciones con el país son, en su opinión, el fundamento de esta posición, acordada entre los gobiernos de los 27 países de la UE. Cabe recordar, que hace dos años, de los, en ese momento, 28 del club europeo, sólo dos -Italia y Chipre- no reconocieron a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela.
¿Eurocámara pro presidencia interina de Guaidó?
Por otro lado, desde el Parlamento Europeo –que en enero de 2016 fue la primera institución de la UE en apoyar sin ambages y con amplia mayoría al autoproclamado presidente– se anuncia disconformidad.
Desde el bloque liberal, Dita Charanzová “lamenta la falta de claridad” del equipo de Josep Borrel, Alto Representante para la Política Exterior Europea. “Es fundamental que la UE siga reconociendo oficialmente al presidente interino Juan Guaidó y la extensión del mandato de la Asamblea Nacional, votada democráticamente en 2015, hasta que se celebren elecciones libres y justas”, afirma en un comunicado Charazonvá, vicepresidenta de la Eurocámara.
Una mayoría a favor de esta posición podría lograrse. No obstante, es previsible que los números cambien: desde el centro hacia la izquierda de la Eurocámara se prevé, más bien, un apoyo a la apuesta cauta de la diplomacia europea: rechazar la “farsa electoral” pero no apostar por un liderazgo opositor que ha perdido base.
“Se trata de una aceptación de la realidad sobre el terreno”, insiste Javi López. “El intento de forzar un cambio no ha tenido resultado y la percha jurídica en el que colgaba el reconocimeinto de Juan Guaidó como presidente encargado era una Asamblea que ha acabado su mandato constitucional”, subraya.
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¿No reconocimiento a cambio de elecciones regionales?
¿Es no seguir reconociendo a Guaidó el objeto de canje para lograr de Caracas los canales humanitarios y el apoyo a la sociedad civil? “No lo creo”, responde el copresidente de Eurolat. “En los dos años que Guaidó ha sido presidente interino, la UE ha estado presente en el terreno y ha conversado con el gobierno”, agrega.
En cualquier caso, desde la UE, se cifra la esperanza a la salida de la crisis en comicios legítimos, locales, presidenciales y legislativos. “El objetivo del diálogo –que compartimos con la oposición– es presionar para que haya un horizonte electoral en el país. La siguiente oportunidad son las regionales”, puntualiza López.
Así las cosas, y aunque los asambleístas opositores se basen en la Constitución para prolongar su actividad como “Comisión Delegada” un año más, la realidad se impone y en la balanza se pone el endeble sustento jurídico para seguir reconociendo a un líder de una cámara que ya no tiene mandato. En un acto de equilibrismo, Bruselas reconoce el importante papel político del líder de la oposición, expresa su preocupación por la situación de violación de derechos cívicos que padece y deja abierta la puerta del diálogo. Y, por si acaso, recuerda que está dispuesta a “medidas selectivas adicionales”.
En cualquier caso, según el portavoz de Exteriores de la Comisión Europea, el tema seguirá a discusión. No hay que olvidar que lo que decidan las capitales europeas dependerá también de lo que se mueva desde Washington tan pronto cambien los aires en la Casa Blanca. “Aunque tenemos una política autónoma, especialmente en el caso de Venezuela, sería razonable que tuviésemos una convergencia de posiciones”, concluye López.
(few)
Venezuela: un país desangrado
El 6 de diciembre se llevaron a cabo elecciones parlamentarias en Venezuela en medio de la peor crisis en años. Hambre y escasez caracterizan la vida cotidiana en el país. La necesidad se manifiesta de muchas formas.
Imagen: Jimmy Villalta/UIG/imago images
Neveras vacías
En 2018, la nación caribeña registró la inflación más alta en su historia: 65.374%, según el portal alemán Statista. En el mismo año, el Fondo Monetario Internacional incluso calculó la inflación en 1.370.000%. Debido a la falta de divisas, apenas se pueden importar bienes. Comprar en los supermercados es imposible para la mayoría de los venezolanos debido a los altos precios.
Imagen: Alvaro Fuente/ZUMA Press/imago images
Alimentando a los pobres en la ciudad de Valencia, estado Carabobo
Solo aquellos que traigan su propio plato o envase pueden comer algo. Incluso las organizaciones de ayuda humanitaria carecen de cubiertos desechables. El otrora rico país ha estado sufriendo una grave crisis de abastecimiento durante años. Hay escasez de todo: comida, medicinas y las cosas más básicas, como jabón y pañales.
Imagen: Juan Carlos Hernandez/ZUMA Wire/imago images
Los niños se mueren de hambre
En Caracas, los niños extienden desesperadamente los brazos cuando Caritas u otras organizaciones distribuyen alimentos. Muchos no han comido en días. El 96 por ciento de los hogares vive en la pobreza, 64 por ciento en pobreza extrema, según un estudio de la Universidad Católica Andrés Bello. La carne, el pescado, los huevos, las frutas y las vegetales solo se sirven en muy pocas familias.
Imagen: Roman Camacho/ZUMA Press/imago images
Sistema de salud al borde del colapso
El que lamentablemente tenga que ir a un centro de salud, como aquí en el Hospital San Juan de Dios de Caracas, tiene que pagar sus propios medicamentos y suministros como catéteres y jeringas. Más de un tercio de los 66.000 médicos con licencia ya abandonaron el país. El número de otros profesionales de la salud también se ha reducido, lo que ha llevado al sistema sanitario al borde del colapso.
Imagen: Dora Maier/Le Pictorium/imago images
Barro y madera como materiales gratuitos de construcción
Un niño juega en su casa de bahareque, un tipo de vivienda hecha de madera y barro cuya construcción se remonta a la época precolombina. Debido a la creciente pobreza extrema en las zonas rurales, estas estructuras se están volviendo más comunes nuevamente. Bajo estos techos no hay agua corriente ni electricidad.
Imagen: Jimmy Villalta/UIG/imago images
No hay electricidad en Venezuela
Los apagones permanentes paralizan regularmente el país. La oposición señala las inversiones demoradas, la corrupción y el mantenimiento inadecuado de los sistemas eléctricos como las razones. Por ello, el gobierno tomó medidas drásticas para ahorrar electricidad. Por un tiempo, los funcionarios públicos incluso redujeron su semana laboral a dos días hábiles para ahorrar energía. Sin éxito.
Imagen: Humberto Matheus/ZUMA Press/imago images
Viviendo en la calle
Cuando se va la luz, hace un calor insoportable en las casas si no se tiene un aire acondicionado que funcione. Entonces la gente traslada la vida a las calles, como aquí en Maracaibo. Por años ha habido cortes de energía no solo regionales en Venezuela, sino también nacionales. El presidente Nicolás Maduro asegura que sus oponentes hacen actos selectivos de sabotaje contra la infraestructura.
Imagen: Humberto Matheus/ZUMA Press/imago images
Escasez aguda de agua
En la parroquia Santa Rosa, en la ciudad de Valencia, el suministro de agua ha colapsado de forma tal que hasta la gente se baña y lava su ropa y otras cosas en charcos al costado de la carretera. Ya no hay agua potable.
Imagen: Elena Fernandez/ZUMA Wire/imago images
Luz y agua
En el río Guaire fluyen solo aguas residuales y productos químicos tóxicos. En Venezuela, el agua y la electricidad son delicadamente interdependientes: la falta de electricidad y mantenimiento agrietaron las paredes de los embalses del país y el nivel del agua bajó. Como resultado, se generó menos electricidad en las centrales hidroeléctricas y se produjeron apagones. Un círculo vicioso.
Imagen: Adrien Vautier/Le Pictorium/imago images
En busca de agua potable
En Guacara, en el estado Carabobo, una residente camina por las calles con recipientes de plástico en busca de agua potable. En algunos lugares de Venezuela solo hay unas pocas horas de agua corriente tres días a la semana. Por esta razón, muchas familias llenan rápidamente todas las botellas y frascos que encuentren para tener un poco de agua cuando la sequía vuelva.
Imagen: Juan Carlos Hernandez/ZUMA Wire/imago images
Aguas contaminadas
Los venezolanos nadan en petróleo, pero no de buena manera: en el lago de Maracaibo, los pescadores arrojan sus redes desde neumáticos viejos, a pesar de que el agua está contaminada con petróleo. Las costas también están afectadas. Debido a fugas en oleoductos y una avería en una refinería cerca de Puerto Cabello, en el noroeste del país, unos 20.000 barriles de crudo se derramaron al mar.
Imagen: Miguel Gutierrez/Agencia EFE/imago images
"El pueblo necesita gasolina"
En Guacara, en el estado Carabobo, la gente espera con sus automóviles enfrente de las estaciones de servicio por más de dos semanas para cargar gasolina. Venezuela tiene que importar petróleo de Irán porque sus propias plantas petroleras en ruinas apenas pueden producirlo. Hace 10 años, la tasa de producción era de unos 2,3 millones de barriles al día. Ahora es menos de la mitad.
Imagen: Juan Carlos Hernandez/ZUMA Wire/imago images
El suministro de energía colapsó
En Caracas, la gente espera en la calle con sus bombonas de gas vacías con la esperanza de que por fin puedan volver a llenarlas. Dado que las fuentes de energía y gasolina fallan repetidamente en Venezuela, la gente ha cambiado al gas. Pero este recurso también se ha vuelto escaso.
Imagen: Miguel Gutierrez/Agencia EFE/imago images
Las aureolas se desvanecieron
Los rostros de Hugo Chávez, Fidel Castro, Evo Morales y Rafael Correa miran desde la pared de una casa en Caracas hacia un basurero desbordado. Muchos venezolanos veneraron como santos a los líderes socialistas de Venezuela, Cuba, Bolivia y Ecuador. En Venezuela, el "socialismo del siglo XXI" no ha cumplido su promesa de prosperidad para todos.