Es un espectáculo inusitado el que se le ofrece al visitante del valle noruego de Norangsdal, a unos 400 kilómetros de Bergen. Svein Wollstad acude a menudo allí pues es el pueblo en el que vivió su familia hasta que fuera anegado por las aguas en 1908. A veces lo acompañen algunos buceadores en su inmersión.