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Buchenwald: no al olvido

15 de julio de 2007

Ex prisioneros del campo de concentración nazi en Buchenwald se reunieron para conmemorar el 70 aniversario de que dichas instalaciones de exterminio fueran construidas. Ahí exigieron que el Holocausto no pase al olvido.

Identificación de un prisionero sobreviviente.Imagen: AP

Ex prisioneros del campo de concentración nazi de Buchenwald, en el este de Alemania, se reunieron hoy allí para conmemorar el 70 aniversario de su edificación y pidieron que no se minimice la importancia del fascismo.

Ofrenda en memoria de miles de víctimas del nazismo.Imagen: AP

"Los políticos, historiadores y todos los que luchan por la
conservación de la historia tienen todavía mucho trabajo por delante" para que no vuelva a aparecer el brote del fascismo, subrayó hoy en el lugar en el que se mantienen las instalaciones del campo de concentración el presidente del Comité Internacional Buchenwald-Dora, Bertrand Herz.

Herz añadió que en la actualidad, la cantidad de guerras y actos
racistas propios del Nazismo se están sobreponiendo a los buenos
principios de los actos en recuerdo de las víctimas del terror nazi.

"En 1945 no podíamos ni soñar que hoy podría existir de nuevo la
extrema derecha en Alemania, que podrían manifestarse incluso en
nuestras calles", continuó Ottomar Rothmann, preso en ese
campo de concentración nazi desde 1943 y hasta 1945. "Los políticos tienen que hacer todo lo posible para prohibir el partido neonazi alemán, el NPD", enfatizó.

Por su parte, Romani Rose, director del Comité Central de los
Sinti y Romaní en Alemania, criticó que el genocidio de esas ramas
gitanas tan castigadas por el Nazismo, sobre todo en la República
Checa, estén tan poco presentes hoy en día en el recuerdo de los
países europeos.

El secretario general del Consejo Central judío en Alemania,
Stephan Kramenr, exigió un mayor compromiso y apoyo a las iniciativas contra la extrema derecha.

Al término del acto de conmemoración, el ministro de cultura del
estado federado de Turingia, Jens Göbel, entregó el símbolo de los
prisioneros de Buchenwald, un libro en el que aparecen los nombres de 38.049 personas fallecidas y asesinadas en ese campo de concentración, trabajo para el que se necesitaron 10 años de
investigación.

"Los nazis intentaron convertir a las personas en números, robarles su identidad, con este libro la recuperan", culminó Göbel. Hasta su liberación en 1945, los nazis trasladaron al campo de Buchenwald a unas 250.000 personas provenientes de 36 países. En primer lugar fueron enemigos del régimen político, pero más tarde también judíos, gitanos Sinti y Romaníes, homosexuales y presos de guerra
rusos.

Unas 56.000 personas murieron en el interior de sus muros. El día
de su liberación, 21.000 personas salieron con vida. Uno de ellos era el escritor y ex ministro español de Cultura Jorge Semprún, de 83 años, internado allí después de ser detenido por la Gestapo en 1943.

Muchas de sus experiencias en aquella época las reflejó en obras
como El largo viaje (escrito en francés, Le grand voyage), Aquel
domingo (escrito en francés, Quel beau dimache!) o Viviré con su nombre, morirá con el mío (escrito en francés, Le mort qu'il
faut), libros que más tarde se convirtieron en modelos de la
literatura posterior a la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).