Bundesliga 06/07: balance latino
20 de mayo de 2007La temporada 06/07 de la Bundesliga le ofreció a los futbolistas latinoamericanos altos, bajos y otras muchas cosas.
El cielo
Pavel Pardo y Ricardo Osorio celebraron el título de su equipo, el Stuttgart, arropados en la bandera mexicana y vistiendo el tradicional sombrero charro de su país, llenos de orgullo nacional por un logro que tanto a nivel personal como de grupo pocos les auguraron al inicio de su campaña.
Los dos mexicanos y su club recibieron al final un merecido premio. Pardo y Osorio abandonaron la comodidad privada y profesional que disfrutaban en México en busca de hacer realidad su sueño de jugar en Europa, así fuera en un club como el Stuttgart, que internacionalmente no es –era- el más atractivo destino.
El Stuttgart por su parte decidió jugársela por el misterioso y exótico fútbol que personificaban Osorio y Pardo, dos desconocidos cuya única presencia en la gran tribuna internacional -hasta el momento de su contratación- eran 4 partidos en el Mundial del 2006 en los cuales, a pesar de su buen rendimiento, ni deslumbraron ni fueron protagonistas.
La inversión empezó pronto a dar sus frutos y conforme pasaron los partidos la presencia de los dos en la formación titular del Stuttgart no sólo era indiscutible, sino necesaria para el buen rendimiento del equipo. La Bundesliga, acostumbrada a celebrar a estrellas latinoamericanas provenientes de Argentina, Brasil o Perú, le agregó una nueva nacionalidad a la lista: México.
En la cima, al final del campeonato, Ricardo Osorio y Pavel Pardo inscribieron sus nombres no sólo como campeones, también como lo más importante para Latinoamérica en la Bundesliga.
El limbo
En el último partido del Bayern Múnich en su estadio, previo al pitazo inicial, las directivas del club despidieron con un ramo de flores a cuatro jugadores que a partir de la próxima temporada no estarán más en sus filas, entre ellos el peruano Claudio Pizarro.
El gerente del Bayern, Karl-Heinz Rummenigge, sonrió de manera protocolaria y el delantero peruano respondió de la misma forma, sin tristezas ni emociones. Así acabó para ambos un año caracterizado por el tira y afloje en torno a un contrato que el club de Múnich habría prorrogado si Pizarro no hubiera exigido más dinero del que el Bayern estaba dispuesto a desembolsar.
Para el “Bombardero de los Andes” la temporada de la Bundesliga 06/07 fue más significativa por los rumores de su partida que por lo futbolístico. Claudio Pizarro jugará la Copa América con la selección del Perú y regresará al fútbol europeo, al Chelsea inglés es la última especulación, pero también se habla del Valencia, del Villarreal, del…
Para su compañero de equipo Roque Santa Cruz, paraguayo, sin despedida oficial y sin flores, también terminó este año, después de ocho en la Bundesliga, la experiencia alemana. Santa Cruz se va por voluntad propia, muy probablemente al Sevilla, después de haber sido protagonista de los últimos dos partidos que jugó anotando en ambos un gol, muy probablemente al Sevilla, pues su deseo de jugar con más frecuencia no fue satisfecho en Múnich.
“Yo no me voy triste; si en mi nuevo equipo puedo jugar más partidos de principio a fin seré más feliz de lo que hasta ahora he sido” dijo Santa Cruz al formalizar su adiós.
El desastre del Bremen en la penúltima fecha del campeonato cuando renunció definitivamente a sus aspiraciones al titulo opacó la alegría inicial que les entregó contar con un extraordinario jugador brasileño: Diego.
A lo largo de la temporada Diego deleitó a la afición alemana con sus gambetas, su inteligencia, sus goles –entre ellos el más espectacular de todo el campeonato desde la mitad de la cancha- y sus pases. No en vano el Barcelona intentó conquistarlo con una tentadora oferta que para fortuna de la Bundesliga no se concretó, lo que significa que en la campaña 07/08 habrá Diego para rato.
Otro latinoamericano que brilló en silencio fue el argentino Christian Giménez, el más efectivo atacante de habla hispana en la Bundesliga, con 12 anotaciones, que confirmaron lo acertado de su apodo “Jimmygol”. Giménez, un recién llegado a la Bundesliga, presenta un balance positivo en su primer año en el fútbol alemán, uno mucho mejor que el de su equipo, Hertha Berlín, que terminó en la décima posición.
Entre el cielo y el infierno también estuvo durante todo el año el ex capitán de la selección de Argentina Juan Pablo Sorín, la más espectacular contratación latinoamericana en la Bundesliga durante la temporada que terminó.
Sorín vio a su equipo, el Hamburgo, acabar la primera fase del campeonato en la zona de descenso, con el peligro inminente de aterrizar en la segunda división, sin poder ayudarlo por culpa de repetidas lesiones que sólo le permitieron participar esporádicamente en un par de partidos.
La segunda fase, aunque no libre de deficiencias físicas, discurrió mucho más positiva para su equipo; Sorín jugó bien y constantemente, su club exorcizó el fantasma del descenso asegurándose incluso un cupo en una competencia internacional. El futuro del ex capitán argentino en la Bundesliga es de todas formas incierto. Boca Juniors desea sus servicios y Sorín no tiene nada en contra de regresar a su patria.
Un compañero de Sorín en el Hamburgo completa esta lista caprichosa, el peruano Paolo Guerrero, para quien la temporada -pese a sus expectativas y deseos- fue una copia de las anteriores cuando jugaba en el Bayern: el perfecto comodín que entra en los últimos minutos del partido a anotar los goles salvadores, pero no logra conquistar la titularidad.
El infierno
En él, aunque no allí donde la brasa arde con más furia, el delantero paraguayo Nelson Valdez, que tuvo que esperar más de un año para anotar por fin en la Bundesliga un gol para su equipo, el Dortmund. Valdez logró casi en el último momento liberarse de la mala suerte de pasar a la historia de la Bundesliga como uno de los delanteros menos peligrosos e inefectivos del torneo 06/07.
Los que sí no se salvaron fueron el colombiano Elkin Soto y el argentino Federico Insúa que vieron impotentes el naufragio de sus clubes –Maguncia 05 y Mönchengladbach- rumbo a la segunda división.
El colombiano, que asegura “estoy tranquilo conmigo mismo pues di lo mejor que pude y sé que están contentos conmigo en el club”, tiene a su favor un balance personal positivo que sólo se vio truncado por una lesión que lo mantuvo alejado de la cancha por casi la mitad del torneo.
El argentino en cambio no se logró entender ni con la afición, ni con las directivas, ni con el cuerpo técnico de su club y terminó señalado como uno de los grandes culpables del fracaso del Mönchengladbach. A Insúa ni lo quieren ni lo pueden (financieramente) mantener en el club y él ha señalado que se quiere marchar de regreso a su país tras una insatisfactoria aventura en la Bundesliga.
La temporada 06/07 tuvo de todo un poco y nuevamente los latinoamericanos fueron actores principales, secundarios y extras, siempre con un papel. La próxima temporada seguramente no será diferente.