Dos victorias y un empate bastan para apuntalar el mejor inicio del FC Colonia en Bundesliga en los últimos 20 años. El recién ascendido deja buen sabor de boca más allá de los resultados al percibirse la genuina conexión entre el nuevo entrenador Lukas Kwasniok, el equipo y la afición.

Con la camiseta bien puesta

Por si fuera poco, el talismán parece ser el mismo símbolo que da identidad al equipo: la camiseta. Para Kwasniok es un vínculo y no solo indumentaria. Ya en los primeros encuentros se presentó enfundado en el jersey de Colonia, un gesto aplaudido por la hinchada y de generoso impacto también en el vestuario, especialmente cuando sus futbolistas salen a firmar un incontestable 4-1 contra Freiburg en la segunda fecha.

"Vi la presentación de las camisetas y se me puso la piel de gallina. Entonces tuve clara la decisión: quiero comprometerme con el club y llevarla con orgullo", dijo el director técnico de las cabras. Entonces hablamos un entrenador alejado de los formalismos al dirigir desde la banda, y reconocido por su autenticidad: "Lo representa a él y a su forma de ser. Me parece simplemente genial", añadió el atacante Marius Bülter al margen de su nueva aventura en la Bundesliga tras su paso por Schalke 04 y Unión Berlín.

En el tercer asalto del torneo doméstico en Wolfsburgo vino una reacción formidable en el agregado para el empate 3-3 al minuto 91 y 104, esto a manera de comprobante de una Bundesliga decantada por largos tiempos de compensación en busca de este tipo de finales, precisamente. 

El fin de semana vuelven las cabras al horario estelar de la jornada cuatro contra los toros rojos del RB Leipzig, un duelo que, por lo general, hacía favorito al equipo sajón. Hoy, sin embargo, el proyecto de la bebida energética siembra dudas alejado de su poderío deportivo, y sin referentes en su plantilla. Aunque aún más modesto, el elenco colonés llega en condiciones de cierta igualdad ante la potencia económica que supone su rival. Incluso podría decirse que el momento favorece a Kwasniok por encima del discreto Ole Werner desde su llegada a Leipzig.

La receta Kwasniok

Pero Lukas Kwasniok no es ningún improvisado. En años recientes tuvo un destacado paso por el SC Paderborn (segunda división), donde armó un equipo competitivo que peleó el ascenso. A partir de ese brillo vino el interés de varios clubes, hasta que llegó la llamada desde Colonia, la cual convenció al entrenador de 44 años y su familia al instante.

La celebración en Colonia apenas comienza en el marco de su séptimo ascenso a Bundesliga, un contexto que invita a la moderación de mantener los pies en la tierra. El resto, dice el entrenador alemán, es una mezcla de pasión por el club con dosis de humildad.

Y mientras tanto, las camisetas seguirán teniendo un papel protagónico. Entre superstición y orgullo, Kwasniok asegura tener "una de cada tipo" para que la racha siga el impulso del intenso arranque de temporada en el cumpleaños 77 del club y 777 de la famosa Catedral de Colonia, otro de los símbolos de la ciudad.