Bundesliga: el corte de caja
20 de julio de 2007A unos días de que comience el torneo 2007/2008 de la Bundesliga, el total de transferencias habla un lenguaje claro: en general, la liga alemana de fútbol apostó fuerte para un campeonato en que se espera intensificar el nivel de la competencia.
Los clubes han invertido hasta el momento 150 millones 580.000 euros en comprar nuevos jugadores, y han obtenido 87 millones 415.000 euros por transacciones tanto dentro como fuera del circuito teutón.
Bayern, gastalón
El balance no es igual para todos los equipos. Quien más gastó, ostensiblemente, fue el FC Bayern München, que ya ha ejercido 40 millones 200.000 euros, de los 50 millones que habían anunciado sus directivos como cantidad necesaria para reformar de fondo a este club. No fue Luca toni el jugador más caro, como se especuló en un principio, sino el francés Franck Ribery, cuyo traspaso le costó al Bayern 25 millones de euros.
Otros 24 millones de euros fueron utilizados por los bávaros en la adquisición de dos estrellas alemanas: Marcell Jansen, defensivo proveniente del Borussia Mönchengladbach, y Miroslav Klose, ex del Werder Bremen. El goleador Toni salió en 11 millones de euros.
El segundo lugar en la tabla de los que más han gastado lo ocupa el Bayer Leverkusen, empatado con Borussia Dortmund. Los "aspirinos" dejaron ir a Andrej Voronin al Liverpool y a Roque Junior sin percibir ganancia alguna. En cambio, el brasileño Juan fue vendido al AS Roma por 6 millones 300 mil euros.
El director deportivo Rudi Völler dispuso la llegada del chileno Arturo Vidal por 5 millones 200 mil euros, y al goleador griego Theofanis Gekas por 4 millones 700 mil. La intención clara es primero que nada llenar los puestos vacantes y quedar en el mejor lugar posible.
En cuanto al Borussia Dortmund, la apuesta es dejar la mediocridad que los caracterizó durante buena parte del torneo pasado. La compra más cara fue la del croata Mladen Petric, por 3 millones y medio de euros, seguido del mediocampista polaco Jakub Blaszczykowski (Kuba), por 2 millones 800.000, y el atacante argentino Diego Fernando Klimovicz, por un millón y medio.
Cottbus, temeraria apuesta
El que más ha salido ganando hasta ahora, por concepto de transferencias, es el FC Energie Cottbus, que arriesgó todo por el todo al vender a sus dos estrellas rumanos, Vladu y Munteanu, al VfL Wolfsburg por dos millones y medio de euros cada uno. El balance es favorable a las arcas del equipo en dos millones 820.000 euros. Pero, una vez más, esto podría no ser tan bueno si el equipo se ubica en la zona de descenso.
Precisamente, el Wolfsburg es quizá el cuadro más interesante después del Bayern en el preámbulo del torneo, en cuanto a transferencias se refiere. Inversiones bien calculadas como la adquisición del mediocampista germano-iraní Ashkan Dejagah, o el gasto en los dos rumanos ex de Cottbus, se han combinado con la llegada del entrenadr Felix Magath, que al parecer va con todo a tratar de humillar a su antiguo equipo, el Bayern München. Pese a la profunda reforma por la que atraviesa el Wolfsburg, sus arcas registran números negros por un millón 150.000 euros.
Stuttgart y Schalke, discretos
¿Y qué hay del campeón y el subcampeón? A la fecha, Stuttgart ha hecho muchos cambios, invirtiendo poco: han llegado jugadores brasileños como Gledson y Ewerthon, pero lo que más ha costado en términos monetarios ha sido sustituir a Timo Hildebrandt en la portería.
El reemplazo, Raphael Schäfer, costó al campeón dos millones de euros. Además de Hildebrandt, la baja más sonada del Stuttgart es la del suizo Marco Streller. Stuttgart tiene por todo esto ganancias de 750.000 euros en el balance de sus transferencias.
Schalke 04, por su parte, se deshizo de Lincoln, por el cual Galatasaray pagó cinco millones de euros, y compró a pocos jugadores como Heiko Westermann, ex de Arminia Bielefeld e Ivan Rakitic del FC Basel. ¿El corte de caja? Déficit para el subcampeón por 495.000 euros.
En resumen, cada equipo ha gastado conforme a sus recursos e intenciones. Algunos han echado toda la carne al asador, como el Bayern, al cual no le queda sino ser campeón, o ver rodar muchas -y caras- cabezas.
Los más aspiran precisamente a echarle a perder la fiesta a los bávaros, mientras que los restantes sólo pretenden lograr una posición cómoda en la tabla. En el torneo 2007/2008 veremos, pues, si es verdad que "el dinero no mete los goles".