El delantero peruano del Hamburgo alemán Paolo Guerrero se asusta cada vez que ve las imágenes de su agresión con una botella a un hincha de su propio equipo hace diez días, y dice que hasta hoy no entiende lo que hizo.

"Me asusto cada vez que veo las imágenes, no termino de entender lo que me pasó", dijo Guerrero al semanario deportivo alemán "Sportbild", admitiendo que el botellazo fue "el peor error" de su vida.

A raíz de la agresión, Guerrero fue suspendido por cinco partidos, por lo que se pierde el final de la temporada en la Bundesliga. y además fue multado con 20.000 euros por la Federación Alemana de Fútbol y con 100.000 euros por su propio club (27.000 y 135.000 dólares respectivamente).

"Mucho peor que las multas es la suspensión", dijo el internacional peruano, quien asegura que a pesar de las sanciones que recibió quiere quedarse en la Bundesliga. "No tengo otras ofertas y me quiero quedar en el Hamburgo, que es mi primer interlocutor, o en la Bundesliga", señaló.

Una de las opciones, según la revista, es que juegue en el Werder Bremen, donde está su compatriota Claudio Pizarro. "Jugué con Claudio mucho tiempo en el Bayern Múnich, también en la selección peruana.

Nos entendemos bien, somos amigos. Pero mi primer interlocutor es Hamburgo".

dpa