No podía haber mejor augurio para la temporada que comenzó el viernes pasado, que los goles de Zvjezdan Misimovic y del brasileño Grafite, ambos del campeón Wolfsburgo. Con dichas acciones –un zurdazo impresionante y un despliegue individual respectivamente-, Wolfsburgo demostró que tiene con qué defender su título si es que logra un desempeño consistente a lo largo de esta campaña.

Viejos conocidos

El rival no fue el más fácil. Se trató del Stuttgart, viejo conocido del flamante técnico de Wolfsburgo, Armin Veh. El partido fue sumamente reñido y la defensiva de los suabos, que no contó con el mexicano Ricardo Osorio, parecía contener de manera irremediable a Grafite, campeón goleador del torneo 2008-2009.

Pero el esquema defensivo de Stuttgart se evaporó con la lesión del lateral Christian Träsch y así, poco después Grafite se imponía en duelo individual a Serdar Tasci para ubicarse justo frente al arquero Jens Lehmann, al que el carioca venció con un certero y lento “pase a la red”.

Antes, Misimovic había tomado el balón en los linderos del área, para perfilarse y, con un ángulo microscópico, enviar la esférica al fondo de la cabaña defendida por Lehmann, que nada pudo hacer.

El otro delantero explosivo de Wolfsburgo, Edin Dzeko, se fue en blanco en esta ocasión. Pero el cuadro hizo lo que debía en esta primera jornada: demostrar que no regalará el título de campeón. Los lobos verdes se vieron como al final del torneo anterior: poderosos al ataque y sólidos a la defensiva, con el brasileño Josué dando cohesión y madurez en la media cancha.

El esquema táctico de Veh se parece mucho al empleado por su antecesor, Felix Magath, con el cual el cuadro verdiblanco se alzó con la charola de campeón.

Si acaso vimos a Grafite jugando más hacia los costados, hecho perjudicial para él pero benéfico para el conjunto, por lo menos en esta primera jornada. Wolfsburgo refrendó con esta exhibición futbolística su condición de favorito, aunque el enemigo a vencer es, según el consenso generalizado, el Bayern München.

Bayern, aún mermado

Es cierto que al 1899 Hoffenheim le fue anulado un gol de manera injusta, y que Mario Gomez no cumplió el mejor de sus partidos. Igualmente pura es la verdad del marcador: uno a uno, en un partido en el que Bayern podía haber sacado los tres puntos.

De todos modos, el conjunto bávaro dominó gran parte del encuentro ante el equipo sensación de la primera vuelta en el torneo anterior. Y eso que no contó con su astro francés Franck Ribery, ni con el lesionado Martín Demichelis, ni con el posible relevo de Luca Toni, castigado por el técnico Louis van Gaal.

Sin ofrecer un gran partido, se notó ya en el Bayern la férrea mano del entrenador holandés. Una formación 4-4-2 con juego a base de pases cortos y veloces; combinaciones como la que dio lugar al primer gol del croata Ivica Olic como delantero del Bayern, al minuto 25.

Con veteranos del equipo como Daniel van Buyten, Mark van Bommel, Bastian Schweinsteiger, Hamit Altintop y Philip Lahm, y con los recién llegados Olic, Gomez, Daniel Pranjic, Alex Baumjohann, Bayern sólo parece esperar a encontrar el ritmo adecuado para arrancar de manera directa a la conquista por el campeonato. A esto, claro, hay que agregarle la incorporación de Ribery.

Así, la primera jornada no arroja muchas conclusiones en cuanto a los puntos y la tabla de posiciones. Sí deja, en cambio, certeza en cuanto a que Wolfsburgo y Bayern estarán presentes a lo largo del campeonato en la lucha por el título. Una cruenta lucha a la que le faltan 33 jornadas más.

Autor: Enrique López Magallón

Editora: Claudia Herrera Pahl