Las capturas de Franco A. y otro oficial del Ejército alemán despiertan las dudas de si el Bundeswehr atrae, especialmente, a extremistas. ¿Cuál es su responsabilidad, cuáles las consecuencias y el impacto?
Publicidad
El escándalo del "Bundeswehr” ha sacado a relucir manchas neonazis del Ejército alemán. La interrogante sobre qué tan atractivo sea para ultraderechistas es justificada. "El Bundeswehr tiene, básicamente, mucho de lo que la extrema derecha espera" dice a DW el capitán Florian Kling: "Armas, equipos, guerra, un tono áspero y jerarquía". La gente con una tendencia hacia la extrema derecha se siente atraída por estas cosas. Kling es vocero de "Señal de Darmstadt”, un grupo de soldados críticos.
"Hoy es difícil reconocer quién tiene ideas radicales en el Ejército, porque las oculta”, dice Kling, y recalca que "el Bundeswehr no es un refugio para extremistas de derecha, ni un nido del terrorismo”. La mayoría de los efectivos son fuertes convencidos de los valores democráticos. Aun así, parece que hay condiciones que favorecen en los cuarteles las ideas de extrema derecha.
Para Michael Wolffsohn, historiador y exprofesor de la Universidad del Bundeswehr, el problema radica en la abolición del servicio militar obligatorio, porque "la heterogeneidad de la sociedad alemana ya no se refleja en las filas del Ejército”. Esa apertura, según declaró Wolffsohn en la radio alemana Deutschlandfunk, "ha permitido que personas afines al militarismo, la violencia y el extremismo tengan más fácil acceso a las filas del Ejército”.
Uniformados y armados
Marco Seliger, director de"Leal", una revista de la Asociación de Reservistas, cree, por el contrario, que desde hace algún tiempo las tendencias de extrema derecha, izquierda e islamista se han fortalecido en la sociedad alemana, y eso se refleja en el Ejército.
"Lo grave está en que aquí se trata de soldados que portan el uniforme de Alemania, tienen acceso a armas y han aprendido a disparar", señala Seliger.
Un artículo de las leyes alemanas de 1982 permite la exposición de objetos de la dictadura nazi dentro de un contexto histórico, pero no habla nunca de minimizar sus daños y menos negarlos. Ahora, la ministra germana de Defensa, Ursula von der Leyen, se ha dado cuenta que dicho decreto se ha prestado para abusos y anunció su revisión. El Ejército alemán será así, por lo menos, un poco menos atractivo para ultraderechistas.
Vera Kern (JOV / DZC)
Proyectos militares fallidos (05.06.2013)
Los fiascos no son inusuales en los proyectos de defensa. El escándalo en torno al “Euro Hawk”, que ha puesto en aprietos al ministro de Defensa alemán, es sólo el último ejemplo.
Imagen: picture-alliance/dpa/A.Schalit
El submarino que no flotaba
En 2013, expertos españoles que trabajaban en la construcción de cuatro submarinos S-80 descubrieron que el sumergible probablemente no podría flotar por problemas de diseño. Al reformular el proyecto, agrandaron la máquina, que pasó a ser un S-80 Plus. Em 2018 se descubrió que el problema ahora es que el submarino será tan grande que no entrará en su base, que deberá ser agrandada.
Imagen: picture-alliance/dpa/W. Pfeiffer
Más velocidad, más eficacia
Alcanzar la mayor eficacia suele ser el cometido de los grandes proyectos de defensa, también en Alemania. Pero el caso del dron “Euro Hawk” no es el primero que termina en un fiasco. Muchos proyectos han resultado demasiado caros, o simplemente no han funcionado. Aquí recopilamos algunos ejemplos, desde el de un submarino no apto para agua salada, hasta el de un avión propenso a estrellarse.
Imagen: Reuters
Tanque en miniatura
El tanque HS 30 inició una serie de proyectos de defensa fallidos. A mediados de la década del 50 , el entonces ministro germano de Defensa Franz Josef Strauss encargó varios miles, después de haber visto solo un modelo de madera. Pero los vehículos resultaron demasiado estrechos y sus cadenas demasiado débiles. Además, el sistema de refrigeración era inadecuado.
Imagen: Bundesarchiv, B 145 Bild-F027418-0012 / Berretty / CC-BY-SA
Starfighter: misión suicida
El siguiente fiasco tuvo consecuencias más graves. En 1958, Strauss equipó a la Fuerza Aérea alemana con naves F-104 Starfighter, de Lockheed. De 916 aviones, 269 se accidentaron. Hasta 1984 murieron en total 116 pilotos de estos Starfighter, que llegaron a ser conocidos como “productores de viudas”. En una auditoria se acusó a Strauss de haber dilapidado miles de millones de marcos alemanes.
Imagen: picture-alliance/dpa
Submarino alérgico al agua salada
Los primeros submarinos alemanes de postguerra, del tipo 201, eran supuestamente los más modernos de su clase. Pero poco después de entrar en servicio se detectaron fisuras en sus paredes exteriores: el acero no era resistente al agua de mar. El problema se superó con la próxima generación de submarinos, del tipo 205. Afortunadamente, éstos podían sumergirse sin correr riesgo de disolverse.
La serie de contratiempos de las Fuerzas Navales alemanas continuó con el buque de combate “Korvette 130”, que todavía no está completamente operativo. Desde su estreno, en 2008, ha deparado varias sorpresas ingratas: tornillos sueltos y armamento inapropiado fueron solo algunos de los múltiples problemas. Se espera que los trabajos para corregir esos defectos terminen en 2014.
Imagen: picture-alliance/dpa
El costoso Eurofighter
En 2003, el entonces canciller Gerhard Schröder se subió orgulloso a la cabina de un Eurofighter, el hasta entonces más costoso proyecto del ejército y la aviación. Pero un jet de combate se estrelló en un vuelo de prueba. Falló el mecanismo de dirección. En 2010 los sistemas de eyección de los asientos. Finalmente, el costo por jet se elevó de 50 a 90 millones de euros.
Imagen: picture-alliance/dpa
El tigre sin dientes
El helicóptero de combate “Tigre” también entró en funciones más tarde de lo previsto y su costo fue mayor que el inicialmente calculado. Oficiales del ejército dijeron que no era apropiado para el combate en Afganistán, porque su armamento no era suficiente para defender de ataques a soldados en tierra. Ahora ya no se lo denomina oficialmente "helicóptero de combate".
Imagen: picture-alliance/dpa
Cuestión de tiempo
También algunos proyectos actuales están causando dificultades. Se prevé que el Airbus A400M reemplace en algunos países europeos a otros aviones de carga más antiguos, como el Transall. El nuevo Airbus debería estar en función desde hace largo tiempo, pero numerosos problemas técnicos han obligado a postergar su entrega. Ahora, Alemania espera recibir la totalidad de sus A400 hasta 2020.