El barco llegó al país como parte "de la cooperación estratégica" entre China y Venezuela, países que la semana pasada firmaron 28 acuerdos durante la visita a Pekín del presidente venezolano, Nicolás Maduro.
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El buque hospital chino "Arca de la Paz" atracó este sábado (22.09.2018) en el puerto venezolano de La Guaria, para brindar atención médica y realizar un "intercambio de saberes" entre los profesionales de esta área, algo que sucede en medio de la crisis de salud que sufre Venezuela. El barco cuenta con 500 camas, 35 unidades de ciudados intensivos y 12 quirófanos, según informó el Ministerio de Comunicación e Información venezolano.
"Nos ha venido a visitar" el buque "Arca de la Paz", "hemos pasado por el interior del buque (y) hemos constatado toda su capacidad (...) todo lo que es capaz de hacer en materia de medicina", dijo el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López tras dar la bienvenida a la embarcación.
El buque llegó al país como parte "de la cooperación estratégica" entre China y Venezuela, países que la semana pasada firmaron 28 acuerdos durante la visita del presidente venezolano, Nicolás Maduro.
Escases
La visita se da en un delicado contexto político y económico para Venezuela, en el que médicos, ONG, enfermeros y trabajadores sanitarios vienen denunciando fallas estructurales y de equipos en los centros de salud públicos por lo que han pedido al Gobierno venezolano que permita la ayuda humanitaria de otros países para el ingreso de medicinas.
Según el presidente de la Federación Farmacéutica de Venezuela, Freddy Ceballos, en el país hay un desabastecimiento de medicinas de cerca de "un 83 u 85 %".
Entre los medicamentos que escasean están aquellos que se usan para tratar la hipertensión arterial, la enfermedad de parkinson, la esclerosis múltiple, el cáncer, el VIH y otras.
Operación defensiva
"En este preciso momento y aprovechando la llegada y el atraque de este buque se están realizando operaciones extraordinarias en todos los hospitales militares de nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana", dijo Padrino que añadió que esta visita también "se inscribe en una operación defensiva".
El mes pasado la Fuerza Armada venezolana informó sobre la visita de este buque para "apalear el saboteo de EE.UU.", país que dijo que desplegaría en aguas colombianas un barco para ayudar a hacer frente a la llegada masiva de venezolanos que huyen de la crisis de su país.
El ministro de Defensa ha dicho que el buque "ha pasado por más de 40 países" y que de Venezuela partirá hacia El Caribe y Suramérica.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, expresó en las redes sociales una bienvenida a este buque destacando que tiene el "objetivo de iniciar una operación estratégica combinada integral" entre China y Venezuela.
DG (efe, El Nacional)
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El Páramo de Berlín: la montaña de la muerte para los migrantes venezolanos
Pocos comprenden aún las dimensiones del éxodo venezolano. "Su desolación es tal que primero tenemos que regresarles la dignidad", dice a DW Patricia de Puyana, de la ONG Entre dos Tierras, que asiste a los caminantes.
Imagen: Patrícia de Puyana
Frailejones, cardos y romero
El Páramo de Berlín, un paisaje que los colombianos visitan para descansar, acampar, avistar animales silvestres y observar el firmamento en las noches despejadas, pero que los venezolanos cruzan apurados evitando la noche con sus gélidas temperaturas. Una habitante de la zona cuenta que el nombre de Berlín se debe a un ingeniero alemán que comparaba el frío de allí con el de la capital alemana.
Imagen: picture-alliance/dpa/El Tiempo
Páramo de Berlín: fuente de vida, peligro de muerte
El Parámo de Berlín, forma parte de un sistema de siete Parques Naturales, fuentes del agua que provee a más de 30 municipios en faldas y valles de los dos departamentos que en Colombia llevan el nombre de Santander. El Páramo de Berlín está entre 2.800 y 4.290 metros sobre el nivel del mar, entre Cúcuta, en la frontera con Venezuela, y Bucaramanga, en la ruta hacia Bogotá.
Cúcuta, el inicio del recorrido por Colombia
En esta ciudad fronteriza comienza el recorrido para la mayoría de venezolanos. Los que no tienen dinero para un tiquete de bus, guardan sus ahorros y toman la vía esperando llegar a Bogotá, Quito, Lima o Santiago de Chile, a pie. Pero primero tienen que salvar el primer gran obstáculo: el Páramo de Berlín, entre Cúcuta y Bucaramanga. 195 kilómetros de marcha, entre el desconsuelo y la esperanza.
Imagen: Getty Images/AFP/L. Acosta
Una mirada de temor y esperanza
Dos migrantes venezolanos, asistidos por la Fundación Entre dos Tierras, con sede en Bucaramanga. Ellos tuvieron suerte de encontrar en el camino a voluntarios que los proveen de ropa contra el frío. Muchos van solo con vestuario para climas cálidos y se sorprenden de saber que el frío puede matar. Unos 17 caminantes habrían muerto, reporta una líder de la comunidad venezolana en Tunja.
Imagen: Patrícia de Puyana
La ruta del frío
Unos cuentan con suerte de recibir zapatillas para seguir el camino, mientras otros ven frustrado su camino porque las ampollas les impiden continuar. La ONG Entre dos Tierras busca coordinar la ayuda espontánea de lugareños y viajeros, para que no sea solo puntual sino permamente. El sueño de Patricia de Puyana es construir un albergue en Bucaramanga que ofrezca comida y atención médica.
Imagen: Patrícia de Puyana
Caminando y pensando en dónde conseguir un empleo
Los migrantes no siempre tienen un destino fijo. Ellos van de ciudad en ciudad en busca de un trabajo, que difícilmente encuentran. Esto tiene que ver con que ya cientos de miles de sus compatriotas han ocupado las pocas vacantes que el mercado laboral de Colombia ofrece, un país con 9,7% de desempleo, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE).
Imagen: Patrícia de Puyana
Entre dos Tierras: “Hay que dignificar esta migración”
Para la Fundación Entre dos Tierras es prioritario "devolverle la dignidad a los migrantes". Patricia de Puyana cuenta que el grado de desolación en que muchos salen de su país y emprenden la travesía es aterrador. "No solo necesitan comida, abrigo y techo, sino también recuperar su dignidad", concluye. "Todos los pensamientos en Venezuela rondaban sobre cómo comer", dice un caminante.
Imagen: Patrícia de Puyana
La ruta de la niebla
Migrantes venezolanos cruzan el Páramo de Berlín que durante buena parte del día permanece tras la niebla. La hiportemia y el mal de altura son algo con lo que pocos cuentan. Migración Colombia y delegados de la ONU recorren esta vía para confirmar las muertes reportadas a sus orillas, que no están hechas para peatones. "Después de caminar semanas perdemos la noción del tiempo", dice un migrante.
Imagen: Patrícia de Puyana
Llamado a ayudar
“Colombia y los colombianos tienen que enfrentar esta crisis humanitaria porque quienes la están sufriendo son seres humanos”, independientemente de su nacionalidad o su orientación política. Es el llamado de la Fundación Entre dos Tierras, que insta a hacer mucho más por quienes han tenido que huir del hambre y el futuro truncado en Venezuela. Autor: José Ospina-Valencia (er)