Hacia el final de la cumbre de Bali, las delegaciones de los 190 países miembros buscan una solución que ponga fin al último minuto al estancamiento provocado por las rígidas posturas de países como Estados Unidos y Rusia. El ministro alemán del Medio Ambiente, el socialdemócrata Sigmar Gabriel, se mostró optimista después de varias horas de negociaciones. Gabriel, junto con otros doce ministros, buscan un compromiso que permita llegar a un acuerdo. La presión contra Estados Unidos aumenta.

Tanto la Unión Europea, países en desarrollo y pequeños Estados islas adoptaron una postura común que demanda un compromiso vinculante de reducción de emisiones para los países industrializados. Éstos tendrán que reducir hasta el 2020 de un 25 a un 40 por ciento sus emisiones. Para los países en desarrollo se negocia una contribución voluntaria para la protección al Medio Ambiente. El objetivo es encontrar un equilibrio entre naciones ricas y pobres. La Organización Mundial para la Alimentación (WFP, según sus siglas en inglés) pidió a gobiernos y organizaciones que se proteja a aquellas regiones que ya están siendo afectadas por el cambio climático.

Búsqueda de un compromiso

Los 11000 participantes en la XIII Conferencia del Cambio Climático convocada por Naciones Unidas, buscan desde hace dos semanas un acuerdo que permita negociar hasta el 2009 un nuevo Tratado que suceda al Protocolo de Kyoto. Dicho acuerdo, al que el gobierno de Bush retiró el respaldo de EEUU (Clinton firmó inicialmente el documento), preveía una reducción de las emisiones de países industrializados de 5,2 por ciento hasta el 2012.

La Conferencia concluye a más tardar el sábado. Los delegados deberán encontrar una ruta para las negociaciones hasta el 2009. Un grupo de países liderados por Estados Unidos se oponen a un compromiso vinculante, entre ellos se encuentra Rusia, Canadá, Japón y Australia.

Entre los participantes en las negociaciones se encuentran los alcaldes de las 40 ciudades más grandes del planeta que se han comprometido, al margen de las negociaciones de Bali, a reducir de un 60 a un 80 por ciento sus emisiones de gases efecto invernadero hasta el 2050 con respecto a los niveles registrados en 1990.