En el mensaje del presidente Bush no hay ninguna alusión a las recientes tensiones diplomáticas entre Washington y el gobierno alemán. "Estados Unidos celebra con Alemania este simbólico día", escribe Bush. A lo largo de dos párrafos, el presidente estadounidense destaca las históricas relaciones entre ambos pueblos y el apoyo brindado por Estados Unidos al proceso de unificación alemana.

"El fin del comunismo y la caída del muro de Berlín, fueron un gran éxito para nuestras naciones", señala Bush, cuyo padre tuvo en 1990 un papel preponderante en la reunificación alemana como presidente de Estados Unidos. "A lo largo de las últimas cinco décadas millones de estadounidenses han visitado y vivido en Alemania, como soldados, estudiantes o empresarios. Su amistad con alemanes y los buenos recuerdos que ha dejado en ellos su estancia en Alemania, conforman una base sólida para superar los nuevos desafíos", afirma.

La campaña electoral tuvo secuelas

Desde las elecciones alemanas el pasado 22 de septiembre, es la primera vez que Bush toma contacto directo con Alemania. Washington reaccionó con molestia e indignación a la postura alemana de rechazo absoluto de un ataque militar contra Irak. Adicionalmente, una serie de declaraciones de políticos alemanes durante la campaña electoral, provocaron fuertes turbulencias del otro lado del Atlántico. La supuesta comparación de la entonces ministra de Justicia alemana, Herta Däubler Gmelin, de los métodos de Bush con los de Hitler, fue para Washington la gota que colmó el vaso.

Según el coordinador de las relaciones germano-estadounidenses en el Ministerio alemán del Exterior, Karsten Voigt, la carta de Bush y la amplitud del mensaje muestran que para Washington Alemania sigue siendo un aliado cercano, sin embargo las diferencias entre Estados Unidos y Alemania en la política de Irak siguen representando un problema. Voigt exhortó a no sobrevalorar las diferencias entre ambos gobiernos.

Develan la Puerta de Brandenburgo

Las celebraciones del duodécimo aniversario de la unificación comenzaron en la mañana del jueves con una misa en la Catedral de Berlín y concluyeron en la noche con el ‘destape’ de la Puerta de Brandenburgo, que ha estado cubierta durante dos años debido a trabajos de restauración. Entre los invitados de honor a este acto figuró el ex-presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, quien mantiene buenas relaciones con el canciller Gerhard Schröder.

Durante una ceremonia oficial en el teatro Schauspielhaus en el centro de la capital alemana, el presidente Rau agradeció a Estados Unidos por su apoyo durante la reunificación. "El que se hayan impuesto los ideales de la democracia y la libertad, es algo que debemos a nuestros amigos y aliados y a ellos les estamos agradecidos. Eso no lo olvidaremos nunca", subrayó Rau en medio de una larga ovación.