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Bush se reúne con Schröder en Maguncia

mb23 de febrero de 2005

El presidente George W. Bush se encuentra en territorio germano. De la reunión con el canciller alemán en Maguncia cabe esperar una profundización de los temas tratados en Bruselas. Y el sello de la reconciliación.

De visita en Alemania, George W. BushImagen: AP

El presidente estadounidense, George W. Bush, se encuentra en Alemania con su homólogo germano, el canciller Gerhard Schröder. La reunión de ambos mandatarios tiene lugar en el Castillo del Príncipe Elector de Maguncia. Ninguna medida ha sido poca para asegurar que nada empañe el tono de cordialidad trasatlántica que ha marcado la visita del presidente norteamericano a la vieja Europa.

Operación sin precedente

La operación policial puesta en marcha hoy para proteger a Bush es algo sin precedente en Alemania. Aunque la policía se niega a dar la cifra exacta, los medios hablan de la presencia de entre 8000 y 10000 agentes de seguridad en la región. Las vías fluviales y el espacio aéreo de la ciudad permanecerán cerrados todo el día y lo mismo ocurrirá durante cuatro horas con las carreteras de acceso. Todo parece indicar que el presidente norteamericano no verá a los miles de manifestantes en su contra que han anunciado su presencia, pues serán mantenidos a bastante distancia.

Temas a tratar

Según información de agencias hoy se tratará, entre otros, de firmar un acuerdo bilateral de protección medioambiental y energética, comprometiéndose ambos a cooperar en la investigación climática, aparte de profundizar en los temas ya tratados en las cumbres que acaba de celebrar en Bruselas con los líderes de la OTAN y de la Unión Europea: Irak, Irán y la necesidad de reformar la OTAN.

En declaraciones a la televisión pública alemana, el canciller alemán aseguró que la nueva relación con Bush va más allá de los gestos y de la retórica. En el tema iraquí, por ejemplo, Alemania entiende que debe "contribuir a la estabilización" de ese país, mientras Bush ha aceptado que Berlín no enviará para ello soldados a Irak.

En cuanto a Irán, "compartimos el objetivo" de evitar la bomba atómica, recalcó el canciller Schröder, pues Alemania, junto con Gran Bretaña y Francia, está a la cabeza de los esfuerzos diplomáticos para que Teherán abandone su programa nuclear. Obvio fue que evitó mencionar el hecho de que Estados Unidos se niega a involucrarse en las negociaciones y a ofrecer a Irán, como desean los europeos, incentivos tales como la entrada en la Organización Mundial del Comercio. Tampoco mencionó las diferencias sobre el proyecto europeo de levantar el embargo de armas a China, que Washington rechaza tajantemente y que Berlín defiende aduciendo que fue una respuesta política a la tragedia de Tiananmen y que no responde a motivos de seguridad.

Sobre el mantel se pondrá también la propuesta de reformas de la OTAN presentada por Schröder, y apoyada por el presidente francés, Jacques Chirac, para convertir la organización en un foro donde se debatan y diseñen las estrategias políticas. El que Bush haya abandonado ayer la indiferencia con la que había tomado la propuesta del mandatario germano es, en realidad, un buen augurio más para este tan esperado encuentro.

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