En materia de migración, Europa está girando hacia la derecha. Pocas narrativas de políticas migratorias europeas examinan la naturaleza de la migracióndonde comienza y, rara vez, toman en cuenta la perspectiva de las personas que abandonan sus hogares.

Hardi Yakubu, del movimiento de activismo panafricano Africans Rising, afirma que esto ha convertido a los inmigrantes en uno de los grupos más marginados e incomprendidos del mundo: "Los políticos hacen cálculos sobre la política migratoria y las elecciones, basándose en cuál debería ser su mensaje sobre [proteger] las fronteras".

Muy pocos inmigrantes africanos quieren dejar África

Yakubu cree que el electorado tiende a estar insuficientemente informado sobre la naturaleza y las causas de la migración: "Los datos muestran... que la mayor parte de la gente que [deja sus hogares en] África quiere migrar a otra parte de África. Pero nadie habla de eso".

Según la ONU, alrededor del 80% de los emigrantes africanos permanece en el continente, buscando oportunidades en países vecinos o con mejores perspectivas económicas. Para Yakubu, dejar estadísticas tan decisivas fuera del debate sobre migración en Europa sólo victimiza a los inmigrantes en su conjunto, haciéndolos menos bienvenidos y más vulnerables a casos de racismo.

La perspectiva africana sobre la migración

Y esto lo puede confirmar Dianne Hawker, corresponsal de DW en Sudáfrica: "Se está gestando cierta tensión con las comunidades sudafricanas y algunos grupos de la sociedad civil". Ella destacó en particular el aumento de los inmigrantes zimbabuenses.

"Algunos sudafricanos dicen que si llegan demasiados inmigrantes al país, se agotarán los limitados recursos disponibles y eso dificultará que los sudafricanos consigan un trabajo, sobre todo, debido al alto nivel de desempleo", afirmó. Sin embargo, los ciudadanos de Zimbabue trabajan en tareas menores o llenan vacíos importantes en la economía informal.

De hecho, según un informe conjunto del Centro de Desarrollo de la OCDE y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), los inmigrantes contribuyen hasta un 5% al aumento del PIB de Sudáfrica cada año. Se cree que aproximadamente la mitad de todos los inmigrantes en el país son zimbabuenses.

Una cuarta parte de la población activa europea ya es extranjera

Según Yakubu, los países de destino deberían apreciar las contribuciones de los inmigrantes a sus economías y abstenerse de marginar a los extranjeros: "También necesitamos muchas de esas capacidades en nuestros propios países".

La OIT indicó en un informe el mes pasado que casi el 25% de todos los trabajadores en Europa ahora tenían origen extranjero. Esto sugiere una pérdida significativa de trabajadores potenciales y de cotizaciones sociales en los países de origen.

"La gente que se va al extranjero también envía dinero a casa en forma de remesas y (...) eso al menos también contribuye en cierta medida a las economías locales en África", explicó Yakubu a DW.

El activista cree que los gobiernos de África no hacen lo suficiente para ofrecer alternativas a la migración. Él cree que muchas naciones africanas facilitan el movimiento de extranjeros hacia su continente, pero no al revés.

Hawker dijo que, en el caso de Sudáfrica y la mayoría de los zimbabuenses, "la inestabilidad política [en Zimbabue] contribuyó al aumento de los patrones migratorios". Varios estudios muestran que la emigración es una de las principales causas de que la economía de Zimbabue permanezca en ruinas.

Yakubu cree que esta situación debería verse como una trágica pérdida de talento y capital humano, incluso a nivel político: "Por lo general, nuestros gobiernos incluso tienen que pedir prestado dinero para financiar nuestros presupuestos, de modo que podamos educar a nuestra gente desde el nivel inferior [de escolaridad] hasta el nivel superior, y luego se van a otra parte y contribuyen a la sociedad allí".

Cambiar de imagen

Las naciones africanas tienen que cambiar la imagen de su continente en este debate sobre migración, afirmó Yakubu. En lugar de continuar con las narrativas poscoloniales, "tenemos que colaborar, africanos y europeos", subrayó.

Mientras tanto, en algunas partes de África, la presión para recibir a más extranjeros dispuestos a gastar su dinero allí aumenta con rapidez, pero conlleva desafíos. "En este momento, hay llamados para que el gobierno sudafricano se asegure de acelerar las visas para los nómadas digitales y permitirles trabajar en el país y que también contribuyan a la economía", destacó Hawker. 

"Hay una generación de jóvenes que no quiere verse limitada por las fronteras artificiales que los colonialistas europeos trazaron en todo el continente", concluyó Yakubu. "En el caso de la migración, no deberíamos dejar que los políticos establezcan las reglas por nosotros", zanjó.

(rmr/ers)