El conflicto entre Irán e Israel tiene al mundo en vilo. Según los reportes, Irán lanzó a Israel unos 300 cohetes, drones y misiles de crucero el fin de semana pasado. Se trató de una represalia por un ataque atribuido a Israel en contra de la embajada iraní en la capital siria, Damasco, el 1 de abril.

El hito abre la interrogante de una posible respuesta israelí, que, de ocurrir, podría tener consecuencias de gran alcance para el futuro del Medio Oriente, plantea Peter Lintl, experto en Israel del Instituto Alemán de Asuntos Internacionales y de Seguridad (SWP, por sus siglas en alemán).

¿Quién decide cómo reaccionará Israel?

Las decisiones finales las toma el Gabinete de Guerra israelí, un órgano multipartidista creado poco después del inicio de la guerra entre Israel y Hamás, en octubre. Su tarea es dirigir el curso de la guerra, por lo cual está jurídicamente subordinado al Gabinete de Seguridad israelí.

El ataque iraní está vinculado a la guerra de Israel contra Hamás en la Franja de Gaza palestina, ya que Irán apoya y financia abiertamente a la organización terrorista islámica.

¿Quiénes son los integrantes del Gabinete?

El Gabinete de Guerra está dirigido por el primer ministro, Benjamín Netanyahu, del partido conservador Likud. Los otros dos miembros son el ministro de Defensa, Yoav Gallant (Likud), y Benny Gantz, de la alianza de partidos HaMahane HaMamlachti. El líder de la oposición, Yair Lapid, declinó participar.

El general retirado Gadi Eisenknot, el presidente del partido Shass, Arie Deri, y el ministro de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer (Likud), han sido nombrados observadores de la comisión. Aunque no tienen voto, participan en las reuniones.

¿Por qué es necesario un Gobierno de emergencia?

El Gobierno de Netanyahu es considerado como el más derechista que alguna vez ha tenido Israel. En opinión del politólogo Lintl, el hecho de que el Gabinete de Guerra esté más equilibrado sirve para legitimar mejor las decisiones políticas y militares que hay que tomar en el curso de la guerra contra Hamás.

"Netanyahu ya había perdido muchos apoyos debido a la controvertida reforma judicial, y el atentado terrorista de Hamás del 7 de octubre ha aumentado aún más la presión", señala Lintl.

Probablemente, al primer ministro israelí le preocupó que las decisiones relativas a la guerra no fueran ejecutables sin el apoyo de una amplia coalición y que, entonces, se comenzara a pedir su dimisión.

¿Cuál es la posición del Gabinete de Guerra sobre el ataque iraní?

"Un contraataque militar es muy probable. La cuestión es más bien cuándo, cómo y dónde", opina el experto Lintl.

Los miembros del comité tienen opiniones diferentes sobre lo que podría ser un contraataque apropiado o proporcional. Se barajan también reacciones simbólicas o ciberataques.

"Solo cabe esperar que un contraataque israelí no sea inmediato y tenga un alcance limitado para evitar una mayor escalada en el conflicto", agrega Lintl.

(ju/rml)