Récord de contagios y el primer ministro en cuarentena: Suecia también padece la segunda ola de la pandemia. Pero a diferencia de sus vecinos, sigue confiando en las recomendaciones y no en las restricciones.
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"La situación empeora rápidamente", escribió el jueves en su Facebook en primer ministro de Suecia, Stefan Löfven. "Más infecciones, más muertes. Es un escenario serio", agregó. El texto fue el primero de Löfven desde su aislamiento preventivo: alguien de su entorno tuvo contacto con una persona que dio positivo por SARS-CoV-2.
Con esa medida, Löfven fue mucho más allá de sus obligaciones ante la ley: los contactos de segundo grado casi en ningún país del mundo son puestos en cuarentena. De hecho, tampoco en Suecia. El país escandinavo ha rechazado hasta la fecha casi todas las normas vinculantes para frenar la pandemia y, en cambio, ha tratado de controlar el avance del coronavirus por medio de recomendaciones: "Si se confirma que usted está contagiado, quédese en casa al menos durante siete días desde el brote de la enfermedad", recomienda la autoridad sanitaria en su sitio web.
La entidad es, con su principal epidemiólogo, Anders Tegnell, a la cabeza, el comando central en la lucha contra la pandemia. En Escandinavia, estas oficinas han tenido siempre mucha influencia en la política.
Crítica solitaria
Como casi toda Europa, Suecia también vive en estas semanas la segunda ola del coronavirus. El miércoles 4 de noviembre se registró la mayor cantidad de nuevos contagios desde que comenzó la pandemia, con 4.497 casos. Pese a ello, el país se aferra con fuerza a lo que se ha conocido mundialmente como la "estrategia sueca" para enfrentar la crisis. Su filosofía es "si apelas al sentido común de la ciudadanía en lugar de obligarla a aceptar restricciones, la aceptación a largo plazo será mayor".
Una de las críticas de primera hora de esa estrategia es Lena Einhorn. La cineasta, escritora y viróloga de 66 años publicó en abril, junto a otras 21 personas, una detallada y fundada crítica contra el manejo sueco de la crisis. Einhorn aseguró a DW que Suecia ha sido golpeada, al igual que en primavera, más duramente por la segunda ola que sus vecinos. "Y la diferencia es que ellos tienen más restricciones que nosotros", sostiene. Dinamarca tiene un sistema de semáforo con variadas limitaciones a la vida diaria, mientras que Noruega ha impuesto el trabajo desde casa en todas las zonas de riesgo.
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Suecos sin mascarilla
Una diferencia crucial se nota de inmediato en las calles, dice Einhorn: "Cuando se camina por Estocolmo o se entra a alguna tienda, nadie usa mascarilla. En el transporte público ocasionalmente se puede ver a alguien con una", explica.
Al comienzo de la pandemia no estaba claro, pero ahora está comprobado científicamente que se puede evitar la propagación del coronavirus si se usa protección en nariz y boca. También en Noruega, Finlandia y Dinamarca se usan los cubrebocas, explica Lena Einhorn. "Llegaron tarde, pero ahora todos los otros países escandinavos usan mascarillas; solo queda un puñado de países que se siguen negando, y uno de ellos es Suecia", añade.
Las cinco fases de la estrategia sueca
Einhorn no espera que Suecia cambie su estrategia frente a la pandemia, al menos no en el corto plazo. Las preguntas críticas a esta forma de abordar el problema suelen ser planteadas por periodistas extranjeros, pues es fuera del país donde la mirada a la estrategia ha cambiado. "Primero dijeron '¡guau!, quizás tengan razón", dice Einhorn. "Entonces cada vez murió más gente en Suecia y nos convertimos en monstruos y los suecos fueron tomados por locos", añade. Durante algún tiempo Suecia fue el país con la mayor tasa de mortalidad del mundo, porque murieron muchas personas mayores. En otros lugares, los ancianos fueron protegidos de forma más eficaz contra el coronavirus.
Luego vino la siguiente fase, dice la cineasta: "En el verano, con menos muertos, Suecia de nuevo pasó a ser el paraíso en la Tierra. Y llegó el otoño, en muchos países aumentaron los casos y creció el malestar contra las restricciones, convirtiendo a Suecia en el ídolo de los libertarios. Pero ya no lo es más, desde que acá también empezaron a aumentar los casos".
El apoyo de la ciudadanía a la autoridad del epidemiólogo Tegnell es inquebrantable. En los países vecinos, los gobiernos tarde o temprano desviaron el curso inicial y cada vez emitieron más ordenanzas en lugar de recomendaciones, un giro que el gobierno sueco difícilmente podría permitirse, dice Einhorn: "Nuestro gobierno tiene poco respaldo, y mientras las autoridades sanitarias sean tan populares, el ejecutivo no hará nada contra ellas".
Y así, en plena segunda ola, el gobierno sueco sigue dependiendo de la voluntariedad. El viernes, en el día uno de su cuarentena, el primer ministro Löfven escribió en Facebook: "Manténganse al tanto de todo y sigan las recomendaciones", en lo que sonaba más a ruego que otra cosa.
(dz/lgc)
Medidas antipandemia: ¿Cuánta distancia física es suficiente?
El distanciamiento físico evita infecciones. Pero las reglas de distancia no tienen en cuenta todos los factores de la propagación del coronavirus, dicen ahora investigadores británicos. ¿Cuáles son las alternativas?
Imagen: picture-alliance/dpa/B. Wüstneck
¡Mantén la distancia, por favor!
Estas son las reglas contra el coronavirus tal como las conocemos: mantener una distancia de 1,5 a 2 metros de los demás, observar una buena higiene y usar mascarilla. Pero esto no tiene en cuenta la compleja realidad de cómo se propagan los aerosoles, según los investigadores de Oxford, Londres y Cambridge MA (EE.UU.)que publicaron los resultados de un estudio en el British Medical Journal.
Imagen: picture-alliance/dpa/J. Büttner
¿Tanto? ¿O más?
El Primer ministro británico Boris Johnson trata de hacer una demostración. Pero, ¿qué significa exactamente su gesto? ¿Tienen que estar las puntas de sus dedos a un metro y medio de las puntas de los dedos de la otra persona? Esa sería una interpretación razonable de la regla. Pero ya solo dos brazos miden cerca de 1,5 metros, por lo que podrían resultar fácilmente distancias mayores.
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¿Basta una distancia de una oveja o dos?
La Asociación Islandesa de Criadores de Ovejas ha establecido sus propias reglas: dos longitudes de oveja son apropiadas para evitar la infección. Es válido preguntarse si las mascarillas también deben ser tejidas con lana de oveja real. Este joven pastor en Senegal puede estar tratando de averiguar la longitud de una oveja tirando de su pata trasera. Los islandeses ya saben la respuesta: 1 metro.
Imagen: AFP/J. Wessels
Espaciadores naturales
Por supuesto, esto también podría funcionar. La longitud estándar de la correa de un perro corresponde exactamente a las reglas actuales del coronavirus. ¿Podría ser una coincidencia que una correa de dos metros se prescriba normalmente para lugares donde las correas son obligatorias?
Imagen: picture-alliance/chromorange
¿De dónde viene la regla de los 2 metros?
El equipo de Lydia Bourouiba, experta en dinámica de fluidos y transmisión de enfermedades en el MIT, afirma que la regla es obsoleta. Dos metros era la distancia recomendada por el médico alemán C. Flügge en 1897. Las gotitas que había atrapado a esa distancia aún eran contagiosas. Un estudio de 1948 demostró que el 90% de los estreptococos tosidos en las gotas no volaban más allá de 1,7 metros.
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Dos metros no son suficientes
El estudio de 1948 se publicó en el American Medical Journal y mostró que el 10% de los estreptococos volaban mucho más lejos: hasta 2,9 metros. Si ese fuera el caso, tal vez la gente en este prado a orillas del Rin en Düsseldorf estaría a salvo, si cada segundo círculo quedara libre. Pero espere un momento: aquí no se trata de estreptococos - que son bacterias -, sino de virus.
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Los virus de la gripe y el coronavirus se propagan a través de aerosoles
Los virus son mucho más pequeños que las bacterias, por lo que pueden flotar durante horas. Por eso los investigadores recomiendan que la distancia entre las personas no sea el único criterio de seguridad, sino que se consideren también otros factores: buena ventilación de una habitación, que las personas lleven mascarilla y sean silenciosas, y si hablan, cantan o gritan que lo hagan suavemente.
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No cantar ni toser
Numerosos estudios recientes también han demostrado que la tos puede propulsar verdaderas cargas de virus hasta 8 metros a través del aire. Hablar o cantar en voz alta también esparce muchos aerosoles y gotitas por la habitación. Sin embargo, si la gente sólo habla en voz baja, como en una biblioteca, y se sienta al aire libre, las distancias de seguridad pueden volver a ser menores.
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¿Cuánto tiempo puedo permanecer en una habitación?
El tiempo en una habitación contaminada y el número de personas que se encuentren en ella son también factores decisivos para evaluar el riesgo de infección. Esos factores fueron tenidos en cuenta en un modelo de semáforo: en habitaciones con una alta ocupación, generalmente se debe permanecer solo por un corto tiempo, asegurarse de que estén bien ventiladas, usar mascarilla y hablar en voz baja.
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En cubierta no se necesita mascarilla
Aquí, sin embargo, el semáforo del equipo de investigación británico-estadounidense estaría en verde. Afuera, la gente puede estar segura por largos períodos de tiempo incluso sin protección, siempre que haya poca gente alrededor, todo esté bien ventilado y nadie hable mucho. Pero aún así, ¿será suficiente la distancia entre las sillas aquí?