Fumar sube exponencialmente el riesgo de contraer cáncer de pulmón. No sorprende entonces, que evitar su consumo, sea una buena opción. No obstante, si se quiere realmente evitar la enfermedad, dejar de fumar no es la única medida a tomar.

La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC por sus siglas en inglés), la cual forma parte de la OMC en Lyon, junto con la Comisión Europea han publicado “el Código Europeo contra el Cáncer (en inglés)”, con el cual se espera fomentar buenos hábitos que ayuden a prevenir la enfermedad.

Los ya conocidos y los poco conocidos

Las reglas son sencillas y fáciles de entender. “No fume. Haga de su casa un espacio libre de humo”, son las dos primeras reglas. De ahí le siguen otras recomendaciones importantes, pero ya muy conocidas: mantener un buen peso corporal, mantener una vida activa, tener una buena alimentación, entre otras.

Hay otras reglas que no resultan tan obvias: amamantar reduce el riesgo de contraer cáncer en las mujeres y la vacunación infantil en contra de la hepatitis B –el cual puede causar como consecuencia cáncer de hígado—puede resultar igualmente beneficioso.

Este listado no tiene como único objetivo llegar a las personas, dijo Christopher Wild, director de la IARC, en una entrevista dada a la DW. “Nosotros esperamos llegarle también a la comunidad médica y a los gobiernos, para que ellos también implanten estas medidas a niveles institucionales”, agregó.

Las cifras del cáncer

En el 2012 murieron en Europa 1,75 millones de personas a causa del cáncer. En el mismo año hubo 3,45 millones de nuevos casos de la misma. El tipo de cáncer más mortal entre hombres fue el cáncer de pulmón, con 254.000 muertes, y entre las mujeres el cáncer de mama, con 131.000 muertes.

Muchos de los casos de cáncer se pueden prevenir. Según el Centro Alemán del Cáncer en Heidelberg (DKFZ por sus siglas en alemán), los no fumadores son en un 90 a 95 por ciento menos propensos de contraer cáncer de pulmón.

Mantenerse en forma

Evitar el sobrepeso es una buena manera de evitar el cáncer, dice Rudolf Kaaks, epidemiólogo del DKFZ. El tejido adiposo libera hormonas, lo que estimula el metabolismo. Esto conlleva a una mayor división celular y eleva el riesgo de cáncer, ya que de este proceso pueden surgir células cancerígenas.

Mala alimentación y sobrepeso elevan el riesgo de cáncer de colón y de mama, pero el riesgo de fumar y contraer cáncer de pulmón sigue siendo mayor. No obstante, en la sociedad industrializada de occidente, en donde el sobrepeso y la mala alimentación es un problema cada vez mayor, en proporción, este problema puede resultar aun peor que el tabaco: “un hábito de menor riesgo que practiquen muchos resulta peor que un hábito de alto riesgo que practiquen pocos”.