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¿Cómo pueden afectar a todo el mundo las sanciones a Rusia?

Ashutosh Pandey
1 de marzo de 2022

Las sanciones occidentales amenazan con paralizar la economía rusa. Pero sus repercusiones se sentirán en todo el mundo, desde África hasta Europa, en forma de una mayor inflación y escasez de alimentos.

Las sanciones occidentales contra Rusia podrían aumentar aún más los precios de la gasolina.
Las sanciones occidentales contra Rusia podrían aumentar aún más los precios de la gasolina.Imagen: Robin Utrecht/picture alliance

El ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, ha dicho que la Unión Europea y Estados Unidos han lanzado una "guerra económica" contra Rusia, refiriéndose a las sanciones occidentales contra Moscú, que han aislado efectivamente al país de los mercados financieros internacionales.

La llamada guerra económica ha dejado a Rusia frente a un colapso financiero, con el rublo cayendo a mínimos históricos frente al dólar estadounidense, lo que llevó a los rusos a hacer cola en los cajeros automáticos con la esperanza de retirar efectivo, por temor a una estampida bancaria.

Sin embargo, no solo Rusia sentirá las sanciones occidentales, que se desataron en respuesta a la guerra del presidente ruso, Vladimir Putin, contra Ucrania. Las sanciones están perjudicando a otros países, desde Egipto hasta Alemania, que dependen en gran medida del trigo y el gas natural de las partes en guerra.

DW analiza qué significan las sanciones contra Rusia para las personas en otros países.

Mayores precios de la energía

Los precios del petróleo y el gas natural se dispararon durante el fin de semana, con esta nueva ronda de sanciones occidentales contra Rusia, mientras los comerciantes se preparaban para las interrupciones en el suministro de Rusia, uno de los mayores exportadores de petróleo y gas del mundo, y Ucrania, un importante país de tránsito del gas ruso.

Hasta ahora, las sanciones no se han dirigido directamente al sector energético, pero los comerciantes temen que Moscú pueda tomar represalias restringiendo las exportaciones de petróleo y gas, y que las sanciones occidentales eventualmente se amplíen para dañar directamente al sector energético ruso, la gallina de los huevos de oro del país.

"Los suministros de energía de Rusia están en gran riesgo, ya sea porque sean retenidos por Rusia como arma o porque queden fuera del mercado debido a las sanciones", explicó Louise Dickson, analista del mercado petrolero de Rystad Energy, en una nota.

También existe la preocupación de que excluir a los principales bancos rusos del sistema de pagos SWIFT podría hacer que comprar petróleo y gas rusos sea prohibitivamente engorroso. Se informa que los bancos europeos Societe Generale y Credit Suisse han detenido el financiamiento de todas las materias primas de Rusia.

Eso está preocupando a muchos en Europa, que obtiene más de un tercio de su suministro de gas y aproximadamente una cuarta parte de su petróleo de Rusia. Cualquier interrupción en el suministro podría dejar a los europeos sin suficiente gas para calentar sus hogares y con facturas de electricidad exorbitantes, ya que las empresas de servicios públicos tendrían que luchar por el combustible para generar energía.

"Hasta ahora, las sanciones parecen estar excluyendo la energía, de manera que el efecto indirecto es menos grave de lo que podría ser. No se equivoquen, los riesgos de un resultado mucho peor están ahí", dijo Jim Reid, analista de Deutsche Bank, a los clientes.

Aumento del precio de los alimentos

La crisis también ha aumentado los temores sobre el suministro de granos como el trigo y el maíz y las semillas oleaginosas. Los futuros de trigo en Chicago han seguido subiendo tras tocar máximos de 13 años y medio el pasado viernes 25 de febrero de 2022, mientras que los precios del maíz también cotizan a niveles elevados.

Rusia y Ucrania en conjunto representan alrededor del 30 por ciento de las exportaciones mundiales de trigo, casi una quinta parte del comercio de maíz y alrededor del 80 por ciento de las exportaciones de aceite de girasol. Ambos son proveedores clave de trigo para el Medio Oriente y Europa. Turquía y Egipto son los mayores importadores de trigo ruso.

Los expertos temen que las operaciones militares rusas aumenten aún más los precios de los alimentos en países como Libia, Yemen y Líbano, profundizando la crisis alimentaria que ya viven.

El conflicto ya está interrumpiendo las exportaciones desde los puertos del Mar Negro, que se utilizan para enviar granos a Asia, África y la Unión Europea. Este lunes, Egipto se vio obligado a cancelar una licitación para adquirir trigo, luego de recibir solo unas pocas ofertas y a precios muy altos.

La inflación seguirá desatada

Para la mayoría de las personas en todo el mundo, el impacto económico de la guerra en Ucrania y las sanciones a Rusia se sentirá en forma de una mayor inflación, causada principalmente por el aumento de los precios de la energía, los metales y los alimentos.

Los precios del aluminio se han disparado a un máximo histórico, superando los que alcanzó en 2008, durante la crisis financiera mundial. Los comerciantes temen que las sanciones contra Rusia y las medidas de represalia de Moscú puedan interrumpir el suministro mundial de aluminio. Rusia produce alrededor del 6 por ciento del aluminio del mundo.

El suministro del metal de alto consumo energético también se verá afectado por los precios más altos de la energía y su consiguiente escasez, lo que podría provocar el cierre de más plantas.

"Las nuevas interrupciones en la cadena de suministro global son un riesgo clave y, como mínimo, es probable que los precios de estos productos básicos permanezcan elevados por algún período, manteniendo la inflación global alta durante más tiempo", dijo Jason Tuvey, de Capital Economics.

La invasión corre el riesgo de descarrilar la recuperación económica mundial tras la pandemia, complicando las cosas para los formuladores de políticas, de quienes se espera que ajusten la oferta monetaria para contener la inflación, que rondaba máximos de décadas en países como EE. UU. y Alemania incluso desde antes de la guerra.

La incertidumbre en torno a la recuperación económica podría retrasar, en última instancia, los planes de los bancos centrales de aumentar las tasas de interés, lo que significa que las hipotecas y los préstamos personales ultrabaratos podrían permanecer un poco más.

(rml/ers)

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