¿Ha amenazado el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con retirarse de la OTAN o no? De todos modos, cualquier país miembro puede abandonar la OTAN, muy fácilmente.
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En el artículo 19 del Tratado de la OTAN de 1949 se establece que: "Después de veinte años de validez del tratado, cada Estado contratante podrá rescindir la relación un año después de haberlo notificado al Gobierno de los Estados Unidos de América, que a su vez comunicará la renuncia a los demás Gobiernos contratantes".
Es decir, un año de plazo para la cancelación del tratado, por lo que no es necesario argumentar el porqué. Todo es muy simple. A diferencia de la Unión Europea, en donde, hasta hace unos años, no se preveía ninguna salida de los Estados miembro, como la próxima del "brexit”, y por lo tanto, no se había establecido ninguna modalidad de procedimiento a seguir para este fin, desde la fundación de la OTAN, sus miembros cuentan con la posibilidad de abandonar la alianza.
Sin embargo, no ha habido ni una sola salida de la OTAN en sus casi 70 años de historia. Lo que sí ha sucedido, sin embargo, es que unos pocos países se han retirado de su estructura militar. Esto significa que varios Estados siguieron siendo miembros de la OTAN, pero, en el pasado y solo temporalmente, no quisieron subordinar sus tropas a las estructuras de mando de la OTAN.
Sin salir, pero retirados de la estructura militar
El ejemplo más conocido es Francia: su presidente Charles de Gaulle, en los años 60, vio a la OTAN, cada vez más, como instrumento de los intereses geopolíticos estadounidenses y como restricción a la independencia francesa. Por lo tanto, las fuerzas armadas francesas abandonaron las estructuras de mando de la OTAN en 1966.
Como resultado, la sede de la OTAN, que estaba entonces en París, se trasladó a Bruselas, Bélgica. Francia no regresó a las estructuras militares de dicha organización hasta 2009, bajo la presidencia de Nicolas Sarkozy. Ya en los años 90, en el curso de las Guerras Yugoslavas, se había producido un acercamiento a la organización. Francia no fue el único caso. Grecia tampoco formó parte de la estructura de mando entre 1974 y 1981 y España, entre 1986 y 1999.
Christoph Hasselbach (RMR/JOV)
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La intervención de la OTAN contra Serbia
El bombardeo de Serbia por parte de la OTAN terminó con la violencia de las tropas serbias contra los albano-kosovares. Sin embargo, esa guerra, que se realizó sin el mandato de la ONU, sigue siendo controvertida.
Imagen: picture-alliance/dpa
Huellas de la guerra
El conflicto en Kosovo escaló a fines de 1990. Decenas de miles de personas huyeron y, cuando todas las tentativas de restablecer la paz se vieron frustradas, la OTAN inició un ataque aéreo a las bases y objetivos militares serbios, el 24 de marzo de 1999. Once semanas después, Slobodan Milosevic se rendía.
Imagen: Eric Feferberg/AFP/GettyImages
El fracaso de la resistencia pacífica
Ya a mediados de los 80 comenzaron en Kosovo las protestas contra los intentos de Belgrado de recortar los derechos de la población albana. En los 90, las represalias aumentaron. Ibrahim Rugova, que lideraba el movimiento político en Kosovo desde 1989, creía en la resistencia pacífica y trató de convencer a Slobodan Milosevic de un cambio de rumbo, pero sin éxito.
Imagen: picture-alliance/dpa
Guerra de guerrillas
En Kosovo comienza a formarse la resistencia armada. La autoproclamada Armada de Liberación UCK empieza una cruel guerra de guerrillas perpetrando violentos ataques contra los serbios, pero también contra los albanos, a quienes considera colaboradores. Serbia responde a los actos terroristas incendiando viviendas y saqueando tiendas. Cientos de miles personas huyen.
Imagen: picture-alliance/dpa
Expulsión sistemática
La guerra se vuelve cada vez más brutal. Para romper la resistencia de la UCK y el apoyo que le brinda la población, las fuerzas serbias atacan cada vez más a civiles. Muchas personas huyen a los bosques. Miles de kosovares son llevados en trenes y camiones a las fronteras del país, sin documentos que probaran que provenían de Kosovo.
Imagen: picture-alliance/dpa
El último intento
En febrero de 1999, EE. UU., Francia, Gran Bretaña, Rusia y Alemania llaman a las partes en conflicto a una conferencia en Rambouillet para lograr un acuerdo limitado de autonomía para Kosovo. Los representantes kosovares aceptan, pero los serbios no están dispuestos a hacer concesiones, y las negociaciones fracasan.
Imagen: picture-alliance/dpa
"Intervención humanitaria"
El 24 de marzo de 1999, la OTAN comienza a bombardear objetivos militares y estratégicos en Serbia y Kosovo para frenar la violencia contra los albanos. También Alemania participa en los ataques. La operación “Allied Force” es la primera guerra de la OTAN en 50 años que no cuenta con el respaldo del Consejo de Seguridad de la ONU. Rusia juzga severamente la intervención
Imagen: U.S. Navy/Getty Images
Infraestructura paralizada
Además de los ataques a instalaciones militares, la OTAN también toma como objetivo vías de abastecimiento, líneas de ferrocarril y puentes. En 79 días y noches arriban más de 37.000 misiones de la alianza, y cerca de 20.000 misiles y bombas caen sobre territorio serbio. Muchos civiles pierden la vida. “Daños colaterales”, según el lenguaje que utiliza la OTAN.
Imagen: picture-alliance/dpa
Nubes tóxicas sobre Pancevo
También son atacadas las fábricas, como en Pancevo, cerca de Belgrado. Allí, las bombas de la OTAN destruyen un depósito de químicos y una fábrica de fertilizantes liberando grandes cantidades de sustancias químicas que contaminan suelos, ríos y el aire. Las consecuencias para la población son gravísimas. Serbia acusa a la OTAN de utilizar munición enriquecida con uranio, así como bombas racimo.
Imagen: picture-alliance/dpa
Guerra contra la propaganda de guerra
Para privar a Milosevic de un importante órgano de propaganda, la OTAN ataca la televisión estatal en Belgrado. Aunque se informó con anticipación al Gobierno serbio del ataque, éste no difunde la información. En el edificio de la emisora mueren 16 personas.
Imagen: picture-alliance/dpa
"Daños colaterales"
En Kosovo, las bombas de la OTAN caen por error sobre una caravana de refugiados albanos. Mueren cerca de 80 personas. La OTAN califica, además, de “daño colateral” el bombardeo de la embajada china en Belgrado, en el cual mueren cuatro personas. El incidente provoca una grave crisis diplomática entre Pekín y Washington.
Imagen: Joel Robine/AFP/GettyImages
Balance del horror
A comienzos de junio llegan las primeras señales de Belgrado que indican que Slobodan Milosevic está dispuesto a ceder. El 19 de junio la OTAN detiene los ataques aéreos. El balance de la guerra: miles de muertos y 860.000 refugiados. La economía serbia está por los suelos, y amplios sectores de su infraestructura están destruidos. Kosovo es puesta bajo administración de la ONU.