Bruselas da a conocer sus planes en caso de que haya un “brexit” duro a solo cien días de la fecha. El transporte por carretera, el tráfico aéreo y los ciudadanos no sufrirán mucho las consecuencias, por ahora,
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"Estos no son acuerdos negociados para mitigar las consecuencias de un ‘brexit' duro, son medidas unilaterales de la UE para proteger sus propios interés", explican los funcionarios de la UE en la presentación de las políticas de emergencia. Cien días antes del "brexit” y en vista de la impredecible situación política en Gran Bretaña, la Comisión publica una serie de directivas destinadas a amortiguar, al menos parcialmente, el posible caos.
Las medidas no se negocian
Las medidas políticas no se negocian, pero serán aplicadas unilateralmente por la UE. Están destinadas a defender los intereses de los 27 Estados miembros. Son cortoplacistas, generalmente hasta un año, y pueden revocarse unilateralmente en cualquier momento. Además, solo entrarán en vigor cuando Gran Bretaña reconozca el principio de reciprocidad. Las medidas de emergencia de ninguna manera sustituirán al acuerdo de salida pactado, cuyo futuro político se sigue aún cuestionando en el Parlamento británico. Su propósito es simplemente mitigar parte de las consecuencias y solo para unos pocos sectores económicos muy limitados.
Transporte de mercancías
La UE prolongará las licencias para los transportistas británicos y los conductores de camiones hasta fines de 2019: el intercambio de mercancías en carretera, sobre todo, puede seguir efectuándose en el puerto de Dover. Gran Bretaña debe aceptar esta medida. En estos nueve meses, se negociarán nuevas regulaciones o el transporte de camiones estaría sujeto a acuerdos internacionales. Esto significa que, por ejemplo, pueden limitarse las asignaciones de licencias.
Tráfico aéreo
La UE también quiere extender parte del acuerdo de tráfico aéreo hasta un año: por ejemplo, las aerolíneas británicas podrán volar desde su base de operaciones a un destino en la UE por el momento, pero no pueden hacer escala. Es posible volar de Londres a París, pero no de Londres a París aterrizando antes en el aeropuerto de Roma.
Controles aduaneros
La Comisión de la UE advierte a sus Estados miembros de que, a partir del 30 de marzo del próximo año, se exigirán controles aduaneros, veterinarios y exámenes similares para las exportaciones procedentes de Gran Bretaña como se llevan a cabo con terceros países. Se ampliarán los puntos de control y la dotación de personal, sobre todo, en Francia, Países Bajos y Bélgica, por donde circula gran parte del tráfico de mercancías británico. Además, habrá muchas horas de espera en los puntos fronterizos. Los expertos han calculado que solo un registro de dos minutos en Dover llevaría a más de 40 kilómetros de embotellamiento en la frontera.
Irlanda
La Comisión de la UE no se ha pronunciado al respecto. En principio, en el caso de un "brexit” duro, debe haber controles aduaneros y una frontera dura entre Irlanda, miembro de la UE, e Irlanda del Norte, del Reino Unido. Pero Bruselas no quiere hacer comentarios sobre este tema tan controvertido.
Derechos civiles
La Comisión recomienda a los 27 Estados miembros a agilizar, sin obstáculos burocráticos, el derecho a residencia y el acceso a las prestaciones de la seguridad de los ciudadanos británicos. Sin embargo, la competencia jurídica recae en cada uno de los países. Ya hay quejas en Holanda y Francia al respecto.
Mercado financiero
El acceso a la UE para el mercado financiero del Reino Unido, conocido como "passaporting", finaliza el 30 de marzo del próximo año. "Esto será extremadamente perjudicial para la ciudad", afirma la Comisión de la UE. Se hace una excepción con la compensación de derivados. Esta puede continuar durante un año más, principalmente porque los proveedores de servicios financieros europeos no pueden aún asumir el volumen existente.
El resto no está aún regulado
En total, se trata de 14 medidas de emergencia. Sólo son válidas para la lista de actividades enumeradas. Todos los demás sectores económicos, la cooperación policial y en tema de seguridad con las agencias de inteligencia, el intercambio científico y mucho más no se verán afectados.
La UE presupone que el Reino Unido pagará sus deudas, que cumplirá con las obligaciones contractuales que se han ido acumulando hasta ahora. Si fuese necesario, la UE obligaría a Gran Bretaña a hacerlo por la vía judicial.
(rmr/jov)
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Estos son los protagonistas del "brexit"
Reino Unido está abandonando la UE. ¿Quiénes son los protagonistas de este drama? Acá revisamos a los involucrados en este desordenado divorcio.
Imagen: picture-alliance/empics
La líder dubitativa: Theresa May
Theresa May se convirtió en primera ministra luego de que David Cameron renunciara al cargo tras la votación del "brexit", en junio de 2016. Desde entonces, May ha intentado determinar qué tipo de "brexit" quiere su Gobierno. La línea más dura del Partido Conservador busca una salida a toda costa. Otros prefieren mantenerse cerca del bloque. La UE ha rechazado muchas de las exigencias de May.
El líder laborista no juega ningún rol en las conversaciones sobre el "brexit", pero es influyente en su condición de jefe del principal partido opositor. Los laboristas han presionado al Gobierno, que tiene ligera mayoría en el Parlamento, para obtener un "brexit" suave. Pero la actitud de Corbyn ha sido tibia. En 1975, el izquierdista votó por la salida de Reino Unido de la Comunidad Europea.
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El enemigo bullicioso: Boris Johnson
Los dos turbulentos años de Boris Johnson como ministro de Exteriores llegaron a su fin el 9 de julio de 2018. El conservador había sido uno de los principales rostros de la campaña por salir de la UE y siempre desaprobó la propuesta de "brexit suave" de May, señalando que lo mejor era un quiebre total con la UE. En su día, fue el segundo miembro del gabinete en renunciar en 24 horas.
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El alegre exdelegado: David Davis
David Davis encabezó el Departamento Británico para la Salida de la UE y fue jefe negociador de su país hasta que dejó su puesto, el 8 de julio, 24 horas antes de que Downing Street anunciara también la salida de Boris Johnson. Davis se había opuesto durante años a la UE y por ello se le otorgó el cargo. Estuvo en varias rondas de negociaciones con su contraparte de la UE, Michel Barnier.
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Tras los pasos de Davis: Dominic Raab
Tras la renuncia de David Davis, Theresa May convocó al euroescéptico Dominic Raab. Este legislador pro "brexit", había ejercido antes como jefe de personal de Davis. Previamente, había trabajado para un negociador palestino en el proceso de paz de Oslo, además de desempeñarse como abogado internacional en Bruselas. El 15 de noviembre, también Raab renunció al cargo.
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El diplomático del cambio: Jeremy Hunt
Jeremy Hunt fue el encargado de Salud del Reino Unido hasta que reemplazó a Johnson como titular de Exteriores, en julio de 2018. El político, de 51 años, había apoyado la permanencia en la UE, pero dijo en 2017 que había cambiado de opinión en respuesta a la "arrogancia de la Comisión Europea" en las conversaciones sobre el "brexit". Se ha comprometido a lograr "un gran acuerdo" para Reino Unido.
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El duro: Nigel Farage
Nigel Farage fue el líder del Partido de la Independencia del Reino Unido ((UKIP) hasta julio de 2016. En su rol, ayudó a presionar al entonces premier David Cameron para que llamara a un referéndum sobre el "brexit". Fue un activista en la campaña por dejar la UE, y todavía tiene cierta influencia en las conversaciones debido a su enorme popularidad entre los que apoyan el "brexit".
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El hombre de las finanzas: Arron Banks
El empresario Arron Banks es amigo de Farage y donó una cantidad de dinero importante al antiguo líder de UKIP, llegando a convertirse en el mayor financista del movimiento por la salida de la UE. Tuvo varias reuniones con autoridades rusas antes del referéndum, pero ha rechazado acusaciones de haberse coludido con Rusia de cara al "brexit", calificando las denuncias como una "cacería de brujas".
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Los jefes europeos: Jean-Claude Juncker y Donald Tusk
Los presidentes de la Comisión Europea (Juncker) y del Consejo Europeo (Tusk) son los cargos más importantes dentro del bloque. Juncker dirige el Ejecutivo. Tusk representa a los 27 gobiernos de la UE. Y ambos han liderado la posición de Bruselas en las negociaciones. Lo que diga Tusk es muy importante: sus 27 jefes -y no la Comisión- son los que votarán el acuerdo que se alcance con Londres.
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El europeísta acérrimo: Michel Barnier
Desde que fue nombrado negociador principal para el "brexit", en octubre de 2016, el exministro de Exteriores de Francia y comisionado europeo se ha convertido en un nombre familiar en la UE. Pese a su prominencia, Barnier tiene un margen de acción limitado. Su función es seguir las estrictas directrices que imponen los 27 e informar periódicamente de los avances en las conversaciones.
Imagen: Reuters/Y. Herman
El vigilante inquieto: Leo Varadkar
El premier irlandés ha sido uno de los líderes más importantes durante las negociaciones. Reino Unido ha dicho que abandonará la unión aduanera y el mercado único de la UE. Eso significa que Irlanda, miembro de la UE, podría reinstalar controles aduaneros en la frontera con Irlanda del Norte, una región británica. Pero Varadkar ha dicho que el regreso de una "frontera dura" no es aceptable.
Los líderes de los 27 gobiernos de la UE han dirigido las negociaciones. Han acordado los lineamientos generales que deben encauzar el camino del jefe negociador Barnier, y han ayudado a crear una posición común que debe ser coordinada por Tusk y Juncker. Cada gobierno puede, además, influir en el resultado final, pues el acuerdo debe ser aprobado por unanimidad.