¿Sabías que una persona promedio en Latinoamérica tendría que trabajar 90 años para ganar lo mismo que gana un milmillonario en un solo día? Así lo asegura un informe de la ONG Oxfam.
La mayoría de las personas viven de los ingresos activos, es decir, las ganancias obtenidas a cambio del trabajo o la prestación de servicios. El problema es que el tiempo es limitado. En cambio, los ingresos pasivos se generan con un esfuerzo mínimo o nulo. Así, quienes logran ahorros considerables ponen su dinero a trabajar y lo multiplican.
La idea del “rico hecho a sí mismo” promociona que el éxito y la riqueza se pueden alcanzar únicamente a través de trabajo duro y sudor. Pero lo cierto es que las personas que ya han acumulado o heredado grandes cantidades de capital cuentan con ventajas y privilegios. Por ejemplo, los impuestos sobre el patrimonio suelen ser más bajos que sobre la renta. Eso sin contar que muchos superricos consiguen evadir sus fortunas hacia paraísos fiscales.