El ejército estadounidense es básicamente útil contra las amenazas tradicionales, dice Christopher Preble, del grupo de expertos liberal de Washington Cato. Pero a más tardar, cuando el virus de la corona se propagó en el portaviones USS Theodore Roosevelt hace semanas, quedó claro que la tripulación, 5.000 hombres y mujeres, no podían ni protegerse a sí mismos.

El virus continúa propagándose en Estados Unidos. Las infraestructuras de la superpotencia están sobrepasadas. "Los estadounidenses están ahora listos para gastar más en su sistema de atención médica", afirma Preble, entrevistado por Deutsche Welle. Pero eso podría cambiar cuando termine la pandemia. En la actualidad, es poco probable que Estados Unidos tenga que enfrentarse a las amenazas para las que sus fuerzas armadas se han estado preparando.

Estrategias de defensa del pasado

"Los generales siempre se están preparando para guerras que se han librado en el pasado", resume el experto en defensa ruso Alexander Golz en entrevista con DW. Actualmente no hay indicios en Rusia de que los dirigentes del país estén cumpliendo adecuadamente el desafío que plantea la pandemia. El presidente Vladimir Putin se reunió con representantes del complejo militar-industrial cuando estalló la crisis. "Al principio, pensé que Putin discutiría con ellos cómo se pueden convertir los negocios para que haya suficientes medicamentos, ropa protectora, máscaras", dijo Golz, quien también es editor en jefe adjunto de la revista en línea 'Jezhidnevny Zhurnal' ('el Periódico del Día', en ruso). Pero nada de eso. La reunión con Putin fue sobre cómo apuntalar la fabricación y exportación de armas.

Un nuevo ministerio para combatir las pandemias.

Respecto al tema de la seguridad, el candidato presidencial demócrata Joe Biden quiere hacer algo diferente. Si gana las elecciones, habría una nueva cartera en el gabinete. El nuevo ministro será responsable de evitar los peligros de las pandemias y el cambio climático.

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Chris Murphy, senador demócrata por Connecticut, ha hablado con el German Marshall Fund en Washington para redefinir la política de seguridad. Tendrían que incluirse amenazas como pandemias, cambio climático o contaminación. Él aboga por un cambio correspondiente en el presupuesto de defensa. "No es solo el Departamento de Defensa el que garantiza la seguridad de Estados Unidos", dice el senador Murphy.

"La crisis que estamos experimentando actualmente es un punto de inflexión fundamental, también para nuestra comprensión de la política de seguridad", dice Ulrich Schlie, que ocupa la cátedra de investigación en seguridad y estrategia de la Universidad de Bonn. Durante muchos años dirigió la planificación de personal del Ministerio Federal de Defensa. En una entrevista con Deutsche Welle, habla del "término de seguridad extendido", que va más allá del tradicional, asociado con el gasto militar.

No tiene sentido reducir el gasto tradicional en defensa

Una política de seguridad previsora implica que uno debe estar preparado para posibles peligros. Estos incluyen pandemias, amenazas planteadas por la migración y otros fenómenos. "Pero también los gastos en defensa habituales de las fuerzas armadas tradicionales", recuerda. Y pide a los países de la UE que coordinen mejor sus políticas de seguridad entre sí.

No considera sensato gastar menos dinero en la política de defensa tradicional para liberar fondos para nuevas amenazas como las pandemias. "No puedes contraponer uno contra el otro", dijo Schlie. La OTAN debe seguir siendo viable. El reconocido experto en seguridad recordó que Estados Unidos todavía soporta tres cuartas partes del costo dentro de la OTAN. Para afrontar estos nuevos desafíos, los estados miembros a ambos lados del Atlántico tendrían que gastar más dinero.

(lgc/jov)

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