“Cable eléctrico verde”: una red con grandes fallas
8 de junio de 2021Cuando la semana pasada se inauguró oficialmente el cable submarino Nordlink, se habló de las grandes oportunidades que crearía la conexión directa de las redes eléctricas de Alemania y Noruega. De ese modo, algunos querían dar a entender que el denominado"giro energético” estaba a punto de completarse.
Sin embargo, algunos observadores se muestran menos eufóricos. El profesor Michael Berger, director científico del Instituto para la Transformación del Sistema Energético de la Universidad de Ciencias Aplicadas de la Costa Oeste, el el estado federado de Schleswig-Holstein, Alemania, reconoce la importancia del cable de transmisión: "Ahora también sabemos que la interconexión de la red a gran escala ayuda a equilibrar significativamente las fluctuaciones en la generación". Por esa razón, según Berger, "Nordlink no es un gran paso, pero está logrando un progreso significativo".
La empresa energética danesa Ørsted afirma ser "líder del mercado de la energía eólica marina", pero no está asociada al proyecto Nordlink. El portavoz de la empresa, Steffen Kück, que actúa, de cierto modo, de forma imparcial, cree que el cable Nordlink "es sin duda un paso importante. Pero no reducirá los retos que tiene Alemania en el área de la red".
Empoderando al Mar del Norte
En cambio, el operador holandés-alemán del sistema de transmisión Tennet participa directamente en el cable Nordlink. Consultados por DW, el portavoz de Tennet, Mathias Fischer, dijo que Nordlink "refuerza la seguridad del suministro eléctrico en ambos lados y también contrarrestaría los cuellos de botella en la red de transmisión alemana".
La electricidad no solo circula por el Mar del Norte en la zona alemana, sino que se produce cada vez más en parques eólicos marinos. Como resultado, según Fischer, el Mar del Norte se está convirtiendo en "la nueva potencia del noroeste de Europa". Su empresa ya opera "conexiones de red en alta mar en Alemania y los Países Bajos, con una capacidad de transmisión de unos 8.500 megavatios, de los cuales más de 7.000 se encuentran en el Mar del Norte alemán". Pero esa electricidad solo tiene que llegar a la red, y, finalmente, al sur de Alemania.
Problemas fundamentales
Además, debido a distintos obstáculos, se pueden retrasar las obras. Mathias Fischer enumera algunos de ellos: "Los procedimientos de aprobación demoran más debido a las investigaciones adicionales; y las demandas son inminentes. También pueden producirse retrasos en la fase de construcción debido a la escasez de recursos como consecuencia de la restricción de los mercados de suministro. Los cambios en la legislación suelen provocar retrasos y las nuevas especificaciones de los cables subterráneos hacen que se tenga que reprogramar y adoptar medidas de construcción adicionales en los proyectos en curso".
Construir en Alemania es sencillamente caro, no solo para los grandes proyectos, sino también para las medidas de infraestructura, confirma a DW el portavoz de Ørsted, Steffen Kück: "En 2019, encargamos un estudio que comparaba los costos del sistema de conexión de la red alemana con la británica, y se demostró que las conexiones a la red en Alemania cuestan más que en el Reino Unido, debido a la falta de competencia. Para nosotros, esta es la mayor desventaja del sistema alemán de conexión a la red, independientemente de la rígida planificación, la falta de competencia y de flexibilidad".
La red alemana muestra grandes grandes fallas en el camino hacia el sur. Serán cerradas, entre otras, por las rutas de Südlink, al sur, (desde la costa vía Hesse y Turingia hasta Baviera y Baden-Württemberg) y Südostlink (desde el norte vía Sajonia-Anhalt hasta Baviera). En ese sentido, la empresa Tennet está trabajando "a toda velocidad", señala Mathias Fischer a DW: "Todos los tramos están en proceso de aprobación de planificación, en el caso de Südostlink se han adjudicado los contratos para los cables subterráneos y la planta convertidora".
(ct/cp)