La sentencia, leída por el juez Udo Willem Bentinck, fue transmitida en vivo por la televisión pública holandesa y contenía la condena esperada. El acusado, Mohammed Boouyeri, de 27 años de edad, estaba confeso. Lleno de orgullo contó a su hermano por teléfono haber masacrado al descendiente del famoso pintor Vincent van Gogh. El cineasta fue asesinado brutalmente el 2 de noviembre del 2004 mientras se dirigía a su trabajo en bicicleta. Bouyeri lo acribilló primero con siete disparos, luego le cortó el cuello con un cuchillo, con el que posteriormente le clavó una carta en el pecho que contenía una amenaza de muerte para la diputada Ayaan Hirsi.

El hijo de inmigrantes marroquíes que contaba con pasaporte holandés no se defendió durante el juicio. No reconoció las leyes holandesas sino que dijo aceptar únicamente la sharía o ley islámica. Durante los últimos días del proceso Bouyeri dijo que no se arrepentía de nada y que volvería a actuar de la misma manera si fuera puesto en libertad. El tribunal argumentó que la pena máxima debía aplicarse para proteger a la sociedad, pues el acusado dijo no haber actuado por odio sino obligado por su fr religiosa a matar a todos los que ofendan a Dios o al Profeta.

Crítico del Islam

Theo van Gogh, que contaba con 47 años, acababa de terminar una película sobre el asesinado en el 2002 del líder populista holandés Pim Fortuyin. También había filmado la cinta 'Submission', que criticaba duramente la situación de la mujer en el mundo musulmán. La película fue mostrada en la televisión holandesa en agosto del 2004. La guionista de la cinta, la parlamentaria liberal de origen somalí Ayaan Hirsi, fue amenazada por Bouyeri de que sería la siguiente en morir. Hirsi buscó refugio en Estados Unidos durante unos meses y hasta la fecha sigue bajo vigilancia las 24 horas.

La justicia holandesa consideraba a Mohammed Bouyeri una amenaza pública. Además del asesinato a van Gogh y las amenazas a Hirsi, fue acusado de otros intentos de asesinato. Bouyeri reconoció ante el tribunal su intención de asesinar a los policías que lo perseguían tras el atentado a van Gogh. También expresó su deseo de morir como combatiente del Yihad, como mártir. Antes de asesinar al cineasta, Bouyeri ya había escrito su testamento exhortando a su hijo de un año a continuar la guerra religiosa.

Organización terrorista

El condenado es miembro de la clandestina organización terrorista islámica 'Holfstadgroep', que opera en Ámsterdam. Además de Bouyeri se encuentran detenidos otros 15 sospechosos terroristas de esta organización. Hace unos días tuvo lugar la detención de dos supuestos miembros del grupo, uno de ellos una joven mujer a quien le fue encontrado un testamento en el que se declara dispuesta a morir como mártir en un atentado suicida.

Desde el asesinato de van Gogh la liberal y multicultural sociedad holandesa quedó marcada por el miedo. La vida cotidiana donde convivían 900 000 musulmanes en una población de 16 millones parecía pacífica y armónica. Desde entonces numerosas mezquitas e iglesias han sido blanco de ataques incendiarios. La población musulmana representa casi un 6% de la población y proviene en gran parte de Turquía y Marruecos.