“Cambia tu forma de pensar, no el clima”, es el lema de los Verdes europeos en Berlín. Justamente, el gigantesco reto que representa el cambio climático y las nuevas posibilidades de protección de la naturaleza

Retos que necesitan respuestas decididas de los partidos ecologistas. Por eso al inicio de la conferencia de Berlín para Ulrike Lunacek, vocera del partido del partido europeo Los Verdes (EGP), “toda propuesta que no contemple una reducción mayor del 30% de las emisiones con respecto a 1990 es inaceptable”.

Aunque en el debate sobre el cambio climático participan todos los partidos políticos, la verdad es que “muchos proponen, pero no disponen”, es la queja de Lunacek que quisiera “más hechos y menos palabras”.

¿Y los Verdes? – La protección del clima es “un cometido que ningún país podrá resolver solo”, advierte Reinhard Bütikofer, copresidente del partido alemán los Verdes. Siendo un tema, en un principio, propuesto por los partidos ecologistas, y en especial por los Verdes alemanes, pioneros en el tema, es de asumir que en Europa y Alemania muchos esperen que sean ellos los que brinden las mejores alternativas políticas al amenazador escenario que trae el calentamiento global.

Pocas oportunidades han sido tan propicias para que los Verdes demuestren su arraigo, pero también su fortaleza política. Probablemente sólo una gran iniciativa europea podrá convencer a Estados Unidos y China, los mayores países contaminadores del mundo, de que es necesario actuar ya. Naciones Unidas da un plazo de 10 a 15 años para que las consecuencias del cambio climático empiecen, de verdad, a sentirse en el mundo.

¿Pero le sirve a los Verdes el debate sobreel calentamiento global? - Por lo menos, es de presumirse. Una reciente encuesta llevada a cabo por una revista y un canal televisivo parece dar una respuesta - aunque vaga - a esta interrogante. En febrero de 2007, “los Verdes subieron semanalmente un 12% en favoritismo”, dice el reporte estadístico de Stern y RTL.

De acuerdo a dicha encuesta, los Verdes alcanzaron su mejor calificación desde las elecciones parlamentarias en 2005. Los partidos de la coalición de gobierno empero, los cristiano y socialdemócratas, no se ven “favorecidos” por la preocupación colectiva de que el cambio climático es ya un hecho innegable.

Si es cierto que este puede ser la hora de los Verdes y, en efecto, su favoritismo sube, ¿está el partido preparado para asumir un papel protagónico?

La impresión es más bien que los Verdes, desde que abandonaron la coalición de gobierno con los socialdemócratas bajo Gerhard Schröder, se muestran “temerosos, evasivos y hasta quemados”.

Fundado el 13 de septiembre de 1980, el partido de los Verdes surgió del movimiento pacifista y ecológico alemán. En 1993 se fusionó con Alianza 90, un partido formado por críticos de izquierda bajo la “dictadura del proletariado” en la Alemania oriental. Tras su ingreso al parlamento en 1983, llegaron a gobiernos regionales y federal de 1998 a 2005, cuando su líder Joschka Fischer fue ministro de Exteriores y vicecanciller.

¿Cuáles son las perspectivas de los Verdes?, es la oportuna pregunta del diario taz de Berlín, al politólogo especializado en partidos políticos Franz Walter, que también quiere saber si éste partido ecológico salvará al mundo. Hoy nadie cree que los partidos vayan a salvar nada, es la convicción de Walter, pero cierto es que “los Verdes son los motores o el fermento de lo que se denomina sociedad del saber”.

Aún así, los Verdes tienen y tendrán “grandes dificultades para movilizar a sus electores, que “mientras en los 80 pensaban cambiar el mundo, hoy pertenecen al establecimiento y están ocupados con su segundo matrimonio o con el cuidado intensivo de sus padres ancianos”, pone de presente Franz Walter.

Durante la discusión promovida por taz, Daniel Cohn-Bendit, director de la fracción de los Verdes en el parlamento europeo, está de acuerdo en que “los Verdes no cuentan con las fuerzas de un partido que acaba de fundarse”. Pero los temas están ahí y el tiempo también corre para los Verdes.