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¿Cambiarán los alemanes de opinión sobre la energía nuclear?

Ian Bateson
23 de octubre de 2021

Los precios de la energía se están disparando a nivel mundial y los países vecinos de Alemania están construyendo nuevos reactores nucleares. Algunos quieren reconsiderar la decisión de abandonar la energía atómica.

"Energía nuclear, no gracias", es una de las banderas de los ecologistas alemanes y de Los Verdes.
"Energía nuclear, no gracias", es una de las banderas de los ecologistas alemanes y de Los Verdes.Imagen: picture-alliance/dpa/D. Ebener

El precio de la electricidad en bolsa ha subido un 140 por ciento desde enero en Alemania. Según los expertos, arrastrada por el creciente coste del gas natural, que ha aumentado un 440 por ciento en lo que va de año. El precio de la electricidad y el gas para los hogares alemanes solo ha subido un 4,7 por ciento en la primera mitad de 2021, pero muchos consumidores temen que las subidas en los precios del mercado mayorista repercutan pronto en sus facturas.

Alemania, con una inflación inusual para el país, ya es el país que más paga por la electricidad en Europa, con la mitad del costo compuesto por impuestos y recargos, parte de los cuales están destinados a sufragar la transición energética hacia energías renovables. En 2020, el 23,7 por ciento de la electricidad de Alemania provino del carbón; el 11,3 por ciento, de la energía nuclear; el 16,1 por ciento, del gas natural, y el 44,9 por ciento, de fuentes renovables (principalmente eólica, con un 23,7 por ciento), según la Oficina Federal de Estadística de Alemania.

Casi un tercio de los alemanes aceptaría mantener la nuclear

En diciembre está programado que se apaguen la mitad de los reactores nucleares que quedan en Alemania. La otra mitad dejará de operar el próximo año, como parte del plan del gobierno para liberarse de la energía atómica. Esto podría impulsar los precios de la energía aún más, ya que Alemania, que también está abandonando el carbón, se vuelve más dependiente a corto plazo del gas (aunque a largo plazo apueste por las renovables).

Tres cuartas partes de los alemanes quieren que su gobierno tome medidas más duras contra la subida de precios y el 31 por ciento, casi un tercio, afirma que apoyaría el mantenimiento de la energía atómica si sirve para estabilizar los precios de la electricidad, según una encuesta del servicio de comparación de precios Verivox. Representa un aumento del 11 por ciento en el apoyo a la energía nuclear desde 2018.

Algunos científicos, también

Tras las elecciones, socialdemócratas, ecologistas y liberales negocian una coalición de gobierno. Los acuerdos preliminares contemplan nuevas plantas de gas y la eliminación paulatina del carbón para 2030, pero no una extensión de la energía nuclear. El pasado 13 de octubre, una carta abierta en el periódico Die Welt advertía sobre el riesgo de recarbonizar el sistema energético alemán al eliminar la energía nuclear y pedía esta extensión.

Simon Friederich, profesor de Filosofía de la Ciencia en la Universidad de Groningen, en los Países Bajos, fue uno de los firmantes. "Queremos expandir las energías renovables. Si primero tenemos que reemplazar las plantas nucleares por renovables, entonces damos un paso atrás innecesario", explica a DW. Inicialmente estuvo siempre en contra de la energía nuclear, pero luego fue matizando su postura. No es la opción perfecta, pero sí menos contaminante que el carbón y más previsible que las renovables.

Pocas posibilidades de cambio

El profesor de Política Energética en la Escuela Hertie de Berlín, Lion Hirth, ve muy poco probable una extensión de las nucleares. "El precio político es casi infinito, casi ningún político electo lo haría… ciertamente, no un gobierno que incluya a Los Verdes", explica a DW. "Sería como traicionar la causa: hay muy pocos temas políticos que hayan reunido un consenso tan fuerte durante tanto tiempo", concluye. Oponerse a la energía nuclear es el núcleo del activismo que impulsó la creación de Los Verdes en 1980 y ese sigue siendo su grito de guerra.

Destacados miembros de Los Verdes, como Jürgen Trittin y Claudia Roth, son asiduos a las manifestaciones antinucleares (como esta de septiembre de 2009).Imagen: AP

Friederich reconoce que él es una excepción en Alemania. "No soy del todo ingenuo. Ningún partido de las negociaciones de la coalición había incluido esto en su programa electoral", reconoce. Pero también cree que es un debate que trasciende las fronteras alemanas. Él cree que el verdadero problema es el futuro de la energía nuclear en Europa y si Alemania se opondrá a ella o colaborará a dar forma a su uso.

Europa, dividida por la energía nuclear

Francia lidera el bloque a favor de la energía nuclear como medio para reducir las emisiones de carbono, junto a Polonia y la República Checa. Los tres están construyendo actualmente nuevas plantas de energía nuclear. "Los análisis no revelaron ninguna evidencia científica de que la energía nuclear haga más daño a la salud humana o al medio ambiente que otras tecnologías de producción de electricidad", afirma además un informe científico de la Comisión Europea de abril de 2020.

En respuesta, los ministros de energía de Alemania, Austria, Dinamarca, Luxemburgo y España firmaron una carta a la Comisión Europea pidiendo que se le niegue el estatus especial a la energía nuclear. "La energía nuclear, sin embargo, es una tecnología de alto riesgo, la energía eólica no lo es. Esta diferencia esencial debe tenerse en cuenta", decía la carta. También afirmó que el informe no tenía en cuenta la posibilidad de un incidente nuclear grave. Y es controvertido también el tema de la gestión de los residuos nucleares, que pueden durar miles de años.

Gundremmingen, en Baviera, está tan orgullo de su planta nuclear que su escudo lleva un átomo dorado.Imagen: LENNART PREISS/AFP/Getty Images

Lamentando el cierre

En las instalaciones de Gundremmingen, en Baviera, uno de los reactores nucleares dejó de funcionar en 2017. Ahora se cerrará la última unidad. La planta pasará de emplear aproximadamente 540 empleados a 440 en el primer año tras el cierre, según un comunicado facilitado a DW por la multinacional energética alemana RWE. Todavía se necesitan muchos trabajadores para desmantelar y desmontar la planta, tarea que se prevé que lleve más de 10 años.

A pesar de un accidente ocurrido en 1977 que requirió apagar uno de los reactores (considerado el peor incidente nuclear en la historia de Alemania), muchos lugareños continúan teniendo una visión positiva de la energía nuclear. "Lo encontramos realmente triste", dijo a DW Gerlinge Hutter, que dirige un hostal en la localidad. Muchos de sus huéspedes trabajan en la planta. "También nos preocupan los precios de la electricidad. Y seguro que seguiremos usando energía nuclear, porque todos los países que nos rodean están construyendo nuevos reactores".

(lgc/dzc)

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