Canadá recalca que "aún" no hay acuerdo comercial con EE.UU.
31 de agosto de 2018
La ministra de Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, dijo que aún no hay acuerdo en la negociación sobre el nuevo TLCAN, en el último plazo dado por Donald Trump, y reiteró que Canadá es el "mayor mercado para EE.UU".
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"Aún no estamos ahí", afirmó Freeland este viernes (31.08.2018) a periodistas a la puerta de la Oficina del Representante de Comercio Exterior de Estados Unidos, sede de las conversaciones, sobre la posibilidad de un compromiso entre ambas partes. La ministra reiteró que se está trabajando "duramente" para alcanzar un pacto, pero recordó que el gobierno del primer ministro Justin Trudeau solo aceptará un nuevo Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que sea positivo para los "intereses canadienses".
Freeland recordó que Canadá es el "mayor mercado para EE.UU., más grande que China, Japón y el Reino Unido combinados" por lo que "es importante para ambas partes". Las palabras de Freeland se producen después de que Robert Lighthizer, jefe negociador estadounidense y representante de Comercio Exterior, señalase en un inusual comunicado que Canadá no había hecho "concesiones" en el sector agrícola.
El sector agrícola canadiense, y en concreto la apertura del acceso para los productos estadounidenses, es uno de los principales puntos de discusión exigidos por Washington para avanzar.
Canadá: sistema de resolución de disputas es "fundamental”
Canadá, por su lado, considera fundamental mantener el sistema de resolución de disputas dentro del pacto, algo que Estados Unidos trata de desmontar, o al menos diluir. El lunes, Estados Unidos y México alcanzaron un inesperado acuerdo comercial para reformar el TLCAN, y Trump apuntó que, aunque esperaba que Canadá se sumase, estaba dispuesto a proseguir con un acuerdo bilateral solo con México.
El plazo final de este viernes fue marcado por el propio Trump, ya que debe enviar un texto con el nuevo tratado al Congreso con 90 días de antelación para que sea revisado con los legisladores, lo que daría margen para que fuese ratificado por el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, quien deja el cargo el 1 de diciembre.
El TLCAN, en vigor desde 1994 entre México, Canadá y Estados Unidos, engloba 1 billón de dólares anuales en intercambios.
JOV (efe, reuters)
Las amenazas comerciales de Donald Trump (julio de 2018)
A la retórica de la campaña electoral de Donald Trump, le siguieron amenazas por Twitter, que luego se conviritieron en aranceles. Entre tanto, el mundo está al borde de una guerra comercial.
Imagen: picture-alliance/Zumapress/C. Levy
America first! Ahora va en serio
Antes de convertirse en presidente, Donald Trump advirtió que nunca eludiría un conflicto siempre y cuando fuese a favor de los intereses de EE. UU. Después de un año, su lema es: lo prometido es deuda.
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Aranceles a la importación de acero y aluminio
Rodeado de trabajadores del acero, Trump dio a conocer al mundo la primera de sus medidas arancelarias el 8 de marzo de 2018. Impuso aranceles a la importación de aluminio y acero. China fue el país más afectado por dicha medida. La UE y otros socios comerciales obtuvieron entonces una prórroga.
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El conflicto comercial llega a Alemania
Entretanto, la exportación de acero de la UE, como estas láminas de acero de Salzgitter AG, se ve afectada por los aranceles estadounidenses. Las pérdidas para la industria alemana de exportación son, no obstante, razonables. Sin embargo, eso podría cambiar si Trump hace realidad su próxima amenaza: aplicar a las importaciones automotrices de la UE aranceles del 20 por ciento.
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Amenazas a los fabricantes de autos por Twitter
Desde el principio, Donald Trump usó Twitter para presentar su visión de las cosas, para amenazar y plantear ultimátums. Su proyecto central es la reorganización de las relaciones comerciales de EE. UU. con sus principales socios, China, la UE y los países miembros del NAFTA, Canadá y México. Casi todos los días, Trump envía tuits desde la Casa Blanca.
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Los fabricantes alemanes tienen mucho que perder
Coches nuevos de Mercedes-Benz esperando a ser embarcados en Bremerhaven. Cuando amenaza con imponer a un auto de la UE un arancel del 20 por ciento, el presidente de EE. UU. apunta principalmente a Daimler y a otros fabricantes de automóviles alemanes. Sus éxitos de ventas en los EE. UU. son, según Trump, el principal culpable del gigantesco déficit comercial de los Estados Unidos.
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Nuevo acuerdo con Canadá y México
Un nuevo acuerdo con Canadá y México estaba en la lista de tareas de Trump desde el principio. El objetivo del presidente de los Estados Unidos es, ante todo, lograr una mayor protección de las empresas estadounidenses y acabar con la reubicación de la producción, como la fabricación de automóviles en México, donde es más barata.
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México, víctima de la política comercial de EE.UU.
No solo los fabricantes de automóviles estadounidenses también están construyendo vehículos en México. Volkswagen y otros fabricantes de automóviles también han estado produciendo durante décadas en el país vecino de Estados Unidos. Por la presión de Trump, empresas como Ford han cancelado recientemente sus planes de abrir nuevas plantas de fabricación en México.
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También Canadá nota la política de Trump
Canadá también está experimentando los efectos de la política comercial de EE. UU. Además del acero y el aluminio canadienses, las importaciones de madera del país vecino del norte son particularmente criticadas por Trump. Sin embargo, los aranceles impuestos a la madera blanda canadiense en abril de 2017, han originado el aumento masivo de los precios de las viviendas en EE. UU.
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Pekín responde también con aranceles
Los aranceles impuestos como represalia por el gobierno chino afectan también a productos de la industria alimentaria estadounidense. Como resultado, los frutos secos, la fruta y la carne de EE. UU. se han vuelto considerablemente más caros, como se aprecia en un supermercado especializado en productos estadounidenses en Hong Kong.
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Los todoterreno de EE. UU., también con aranceles
Si dependiese de la voluntad del gobierno de Pekín, los vehículos de los fabricantes de automóviles estadounidenses deberían costar una cuarta parte más en China. En cualquier caso, se aplicarán aranceles adicionales de importación del 25 por ciento en el futuro.