El Canal de Nicaragua es la obra más grande y polémica del país centroamericano, y su construcción es más incierta que nunca. Sin embargo, las protestas en su contra siguen.
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Iba a ser la obra más grande de Nicaragua, un enorme esfuerzo para sacar al país de la pobreza. El Canal de Nicaragua, cuya construcción arrancó de forma oficial en diciembre de 2014, despertó muchas esperanzas. La zanja de 278 kilómetros de longitud brindaría una alternativa al Canal de Panamá y permitiría el paso de navíos comerciales incluso mucho más grandes entre el Atlántico y el Pacífico.
No obstante, la construcción no avanza y el plan del Gobierno nicaragüense todavía no se ha hecho realidad. En 2013, Nicaragua le otorgó la concesión para construir y manejar el canal por 50 años al empresario chino Wang Jing, jefe del grupo chino HKND, el principal inversionista de la obra. HKND calculó una inversión de 50 mil millones de dólares para realizar la construcción. Entretanto, surgieron dudas sobre la solvencia de Wang Jing, ya que perdió gran parte de su fortuna en el desplome de la bolsa china en 2015.
Desde el principio, el proyecto canalero ha causado fuertes críticas de diferentes sectores. Ecologistas temen que la obra dañe importantes ecosistemas, como el Lago de Nicaragua, la mayor reserva de agua dulce en toda la región. Economistas dudan de la rentabilidad del proyecto, y los campesinos temen la expropiación de sus tierras y bienes en la región canalera. Por ello, ha habido numerosas protestas a nivel local y nacional durante los últimos años. A finales de 2016, una manifestación en Managua se suspendió a causa de la represión policial, según afirmaron los organizadores de las protestas.
Opositores perseguidos
Con motivo del Día Internacional de la Madre Tierra, este sábado (22 de abril) se organizará otra manifestación en la cabecera departamental Juigalpa. "Todos sabemos que el canal no se va a construir", dice la periodista María López Vigil, jefa de redacción de "Envío", una publicación nicaragüense crítica. "Ahora, las marchas se organizan para que se derogue la ley canalera", añade. Dicha ley fue aprobada por el Parlamento nicaragüense en 2013. No sólo le otorga al inversionista chino la concesión para construir el canal, sino también para otros subproyectos de gran escala, como por ejemplo carreteras, puertos y un aeropuerto, independiente de si se llega o no a contruir la zanja. "El alto nivel de corrupción me hace sospechar que el Gobierno de Daniel Ortega se va a beneficiar del proyecto", teme la periodista.
Mientras tanto, los campesinos siguen protestando contra la posible expropiación de sus tierras y bienes. Las marchas son organizadas por el Consejo Nacional en Defensa de Nuestra Tierra, Lago y Soberanía y su coordinadora, Francisca Ramírez Torres, quien se ve enfrentada a represalias e intimidaciones por parte del Estado. En una resolución del mes de febrero de este año, el Parlamento Europeo instó "al Gobierno (nicaragüense) a que se abstenga de acosar y de recurrir a actos de represalia contra Francisca Ramírez y otros defensores de los derechos humanos por realizar legítimamente su trabajo". Un estudio recién publicado por dos organizaciones de derechos humanos también critica la política de criminalización en contra de los adversarios del proyecto canalero.
Para la periodista López Vigil, las protestas siguen siendo importantes, aunque ve como "impensable" que el Parlamento derogue la ley. "Quienes luchan contra la ley canalera, luchan por la soberanía nacional, por el respeto a los derechos humanos y por un cambio en el país", afirma.
El largo camino a la ampliación del canal de Panamá
Años de trabajos, miles de millones de dólares, enfrentamientos entre las empresas contratistas y la administración del canal mediante, finalmente la ampliación es realidad.
Un costo de 5.250 millones de dólares tuvo la ampliación del canal de Panamá que se inaugura este domingo 26 de junio. El proceso no estuvo exento de dificultades: huelgas de los trabajadores, suspensión de las obras por falta de dinero, demoras de dos años en la entrega de los trabajos y costos por sobre lo presupuestado marcaron las operaciones del consorcio encargado de la infraestructura.
En octubre de 2006, el 77,8% de los panameños aprobó, mediante un referéndum, la propuesta de ampliar el canal. El 3 de septiembre de 2007 comenzaron los trabajos, aunque recién en julio de 2008 se anunció que Grupo Unidos por el Canal (GUPC), conformada por firmas españolas, italianas, belgas y panameñas, realizaría la mayor obra de la ampliación: la construcción del tercer juego de esclusas.
Imagen: picture alliance/AP Photo
Alta ingeniería y problemas mundanos
La ampliación es un trabajo de alta ingeniería, que además enfrenta problemas pedestres. Los trabajos se demoran y los trabajadores realizan una huelga en enero de 2012, exigiendo pagos pendientes, escenario que se repite en abril. Después comenzó una agria polémica entre el grupo constructor y la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), con peticiones de pagos compensatorios y diferencias varias.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/A. Franco
Sala de control onerosa
Entre las mejoras que tendrá esta ampliación y modernización del canal de Panamá se encuentra la torre de control de Cocolí, desde donde se manejarán las nuevas esclusas en el lado Pacífico de la enorme obra. Solo el software que permite manejar los elevadores acuáticos costó unos 30 millones de dólares.
Imagen: picture-alliance/dpa/D. Düttmann
Medidas extremas de seguridad
Las autoridades se han tomado muy en serio el tema de la seguridad. Previendo el riesgo de un atentado terrorista, teniendo en cuenta la enorme atención mediática que tendrá el acto, el Gobierno desplegará unos 11 mil agentes para custodiar a los 20 mil invitados a la ceremonia. Prohibiciones. Nadie podrá ingresar paraguas, alcohol y objetos cortopunzantes. La revisión será exhaustiva.
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Tiras y aflojas
La relación entre el GUPC y la ACP no ha sido buena. Los contratistas anunciaron la suspensión de los trabajos en 2013 porque no podrían terminarlos con los costos del contrato. En febrero ambas instancias logran un acuerdo para reanudar las obras, pero hay nuevas huelgas. Recién en agosto se firma un pacto definitivo para terminar todo en diciembre de 2015, casi dos años después de lo previsto.
Imagen: picture-alliance/dpa/Grupo Unidos Por El Canal
Primera prueba exitosa
Antes de la inauguración oficial, y para evitar sorpresas de última hora, se realizó el lunes 20 de junio una prueba con el barco de grúa Oceanus, de propiedad del canal de Panamá. La idea era testear el funcionamiento de las nuevas esclusas de Cocolí, en el océano Pacífico. Una segunda prueba se realizó el miércoles. Y todo funcionó de maravillas.
Imagen: picture-alliance/Efe/A. Bolivar
Numerosos invitados
El administrador de la ACP, Jorge Quijano, confirmó que se enviaron invitaciones a 70 mandatarios de todo el mundo para que asistan a la inauguración del canal ampliado y acompañen al presidente panameño Juan Carlos Varela. Ya han confirmado presencia los jefes de Estado de Colombia, Honduras, El Salvador, República Dominicana, Costa Rica, Paraguay, Jamaica, Taiwán y el primer ministro portugués.