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Lahav Shani y el problema de los boicots culturales

14 de septiembre de 2025

La cancelación de un concierto de la Orquesta Filarmónica de Múnich en Bélgica debido a su director israelí, Lahav Shani, provocó indignación en Alemania. Pero, ¿es equiparable a otros casos?

El director Lahav Shani durante una actuación en una imagen de archivo.
El director de orquesta israelí, Lahav Shani.Imagen: Günther Pichlkostner/First Look/picturedesk.com/picture alliance

Los organizadores del Festival de Flandes, en Gante, fueron francos sobre por qué decidieron cancelar un concierto previsto de la Filarmónica de Múnich: su director, el israelí Lahav Shani, no se había distanciado lo suficiente de las acciones del gobierno de Israel en Gaza.

Al cancelar el evento en Flandes, los organizadores afirman que querían "mantener la serenidad" del festival y manifiestan su "profunda convicción de que la música debe ser una fuente de conexión y reconciliación". No obstante, en lugar de serenidad, la decisión provocó una ola de indignación, especialmente en Alemania.

Un "acto atroz y profundamente antisemita"

Muchos políticos alemanes y expertos en antisemitismo condenaron rápidamente la decisión del festival de música. El ministro federal alemán de Cultura, Wolfram Weimer, calificó la medida de "precedente peligroso", y la describió como "puro antisemitismo y un ataque a los fundamentos" de la cultura alemana.

El comisario alemán para el antisemitismo Felix Klein también criticó duramente la decisión. "Considero la cancelación, por las razones expuestas, un acto completamente atroz y profundamente antisemita", declaró a la agencia alemana DPA.

Apoyo de otros teatros internacionales

Otros teatros europeos programados para acoger a la Filarmónica de Múnich y a Shani la misma semana que el Festival de Flandes declararon que no seguirán el ejemplo de Gante. El concierto de Shani en París con la Filarmónica de Múnich en el Teatro de los Campos Elíseos se celebrará según lo previsto el 16 de septiembre.

En una declaración a DW, la Filarmónica de Luxemburgo, que ofrecerá un concierto dirigido por Shani el 17 de septiembre, declaró: "Mantenemos nuestra postura de seguir trabajando con artistas de todo el mundo. No queremos asociarnos con un boicot a personas por motivos de nacionalidad, ya que no creemos que todos los artistas apoyen o estén vinculados a las políticas de su gobierno".

¿Quién es Lahav Shani?

Nacido en Tel Aviv en 1989, Shani es considerado una de las jóvenes promesas de la música clásica. Es director de orquesta, pianista y contrabajista y en 2019 sucedió a Zubin Mehta como director de la Orquesta Filarmónica de Israel.

Desde 2016, también es director titular de la Filarmónica de Róterdam. Aunque ya dirige conciertos con la Filarmónica de Múnich, se convertirá oficialmente en el nuevo director titular de la orquesta alemana a partir de septiembre de 2026. Aunque dejará su puesto en Róterdam, seguirá siendo director de la Orquesta Filarmónica de Israel.

Lahav Shani es una estrella de la música clásica.Imagen: Sven Hoppe/dpa/picture alliance

Llamando a la paz

Durante gran parte de su carrera, Shani fue cauto a la hora de hacer declaraciones políticas. En un ensayo de 2024 para el periódico alemán Süddeutsche Zeitung, explicó que como director de la Orquesta Filarmónica de Israel no sentía que fuera su función hablar en nombre de ninguna de las partes.

Pero eso cambió en marzo de 2023, cuando se oyeron protestas masivas contra las reformas judiciales planeadas por el gobierno de Benjamín Netanyahu frente a una sala de conciertos de Tel Aviv donde Shani se disponía a actuar. Esa noche, expresó en el escenario su preocupación por el futuro de la democracia israelí.

Shani también escribió sobre la conmoción que le causó darse cuenta de que los judíos no podían sentirse seguros ni siquiera en Israel tras los ataques del grupo terrorista palestino Hamás contra Israel el 7 de octubre de 2023, un temor compartido por muchos otros judíos de todo el mundo.

Sin embargo, también expresó su esperanza de que "pronto surjan personas muy valientes de ambos lados que piensen en el futuro y se atrevan a dar los difíciles pasos hacia la paz". Si bien el Festival de Flandes reconoció que "Lahav Shani se ha pronunciado a favor de la paz y la reconciliación en varias ocasiones", los organizadores argumentaron que no había ido lo suficientemente lejos "a la luz de su papel como director titular de la Orquesta Filarmónica de Israel".

PEN Berlín, la rama local de una asociación internacional de escritores dedicada a la libertad de expresión, discrepa rotundamente. En un comunicado, su portavoz Thea Dorn dijo que "la libertad de expresión no es sólo el derecho a expresarse libremente y sin temor a represalias; también incluye el derecho a no ser obligado a expresar las propias creencias". 

¿Se puede comparar el caso de Shani con el de Valery Gergiev?

El debate sobre Shani ha generado comparaciones con el director de orquesta ruso Valery Gergiev, quien fue despedido de la Filarmónica de Múnich en marzo de 2022 tras negarse a condenar la invasión rusa de Ucrania.

El pianista judío Igor Levit, artista de renombre mundial conocido por su postura abierta contra la xenofobia y el antisemitismo, rechazó la comparación. "Valery Gergiev es un artista que ha sido un partidario abierto y comprometido, colaborador y especulador de las maquinaciones del dictador imperialista ruso durante años. Comparar a este hombre con Lahav Shani —un director que, con su orquesta alemana, sólo se vio en esta situación por ser judío israelí— es, en mi opinión, una señal de bancarrota intelectual", señaló Levit en una entrevista con el noticiero alemán Tagesschau.

Vladimir Putin y Valery Gergiev en San Petersburgo en una imagen de archivo.Imagen: Mikhael Klimentyev/Planet Pix/Zuma/picture alliance

Gergiev había sido durante mucho tiempo un firme defensor del Kremlin, al aparecer en un anuncio de campaña de 2012 para Vladimir Putin y apoyar la anexión ilegal de Crimea. Gergiev es actualmente director del Teatro Mariinsky y del Teatro Bolshoi en Rusia.

Aun así, PEN Berlín destacó algunas similitudes. "Gergiev y Shani pueden tener niveles de cercanía muy diferentes con sus respectivos gobiernos, pero las acusaciones contra ellos son similares: no se trata de lo que dijeron, sino de lo que no dijeron. La cultura de la cancelación y la afiliación política forzada deben rechazarse de base y no sólo cuando encajan en la propia concepción ideológica", acusó.

"Los boicots culturales siempre están mal"

El caso Shani forma parte de un debate internacional más amplio. Muchas personalidades públicas se han mostrado reticentes a pronunciarse sobre el conflicto israelo-palestino, tanto por su complejidad como por el temor a que criticar públicamente a Israel pueda tener consecuencias profesionales.

En Alemania, ha aumentado la cancelación de artistas e intelectuales cuya postura sobre las políticas de Israel se consideraba demasiado crítica. Esta práctica también ha afectado a un gran número de voces judías.

La autora judeo-austríaca Eva Menasse se ha opuesto abiertamente a estos boicots. Declaró a DW que "los boicots culturales siempre están mal". Argumentó que los grupos los utilizan para reafirmar sus respectivas posturas morales, pero que sólo distraen de las medidas políticas que deben tomarse.

"¿Evitará la monstruosa destrucción de Gaza retirarle la invitación a una orquesta? ¿Salvará a un solo niño de la hambruna? No, claro que no. Sólo la política puede hacerlo", afirma Menasse. "Al mismo tiempo, los boicots culturales siempre conducen a una mayor polarización y división en la sociedad".

Menasse también señaló un doble rasero, preguntándose por qué quienes ahora condenan la cancelación de Gante guardaron silencio cuando a intelectuales y artistas judíos críticos con Israel se les retiró la invitación en otros lugares. Citó al filósofo israelí-alemán Omri Boehm, cuyo discurso con motivo del 80 aniversario de la liberación del campo de concentración de Buchenwald fue cancelado tras las objeciones del embajador israelí, y la polémica por la concesión del Premio Hannah Arendt a Masha Gessen, después de que la periodista comparara Gaza con los guetos de la era nazi en un artículo para la revista New Yorker.

La controversia sobre la cancelación del festival en Gante ha demostrado una vez más la rapidez con la que la cultura y la política se entrelazan. Mientras algunos consideran los boicots una forma legítima de protesta, otros advierten que a menudo profundizan las divisiones y corren el riesgo de silenciar voces importantes. Gestionar los complejos debates sobre la expresión artística y la responsabilidad política probablemente seguirá siendo un gran desafío para las instituciones culturales en un mundo profundamente dividido.

(lgc/rr)

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