Canciller mexicana reprueba ofensas de Trump hacia mujeres
12 de octubre de 2016
La canciller mexicana, Claudia Ruiz Massieu, rechazó las declaraciones del candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, divulgadas el pasado viernes a través de un video, porque devalúan y ofenden a las mujeres.
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"No comparto ninguna de estas expresiones que devalúen a las mujeres", afirmó la titular de Exteriores, quien agregó que "este tipo de narrativa y comentarios no suman a la causa de las mujeres y deben ser reprobados por todos los actores de la sociedad". En el vídeo, de 2005, a Trump se le ve y escucha hacer comentarios denigrantes sobre las mujeres con un lenguaje muy vulgar y ofensivo.
Ruíz dijo sentirse orgullosa de ser de un país que ha sido "pionero en el empoderamiento de las mujeres y uno de los principales arquitectos en la normativa en materia internacional", así como de formar parte de un Gobierno "que ha dado pasos históricos en la agenda de la igualdad para el desarrollo de las mujeres".
Ruiz Massieu hizo estas declaraciones la noche del martes en una conferencia conjunta con el secretario de Seguridad Interna de EE.UU., Jeh Johnson, y el titular de Gobernación (Interior), Miguel Ángel Osorio.
¿Un misógeno en la Casa Blanca?
En un momento de la grabación, Trump asegura: "Me atraen las mujeres bonitas automáticamente. Las comienzo a besar, es como un imán, no puedo ni esperar (...). Y cuando eres una celebridad te dejan hacer lo que quieras, puedes hacer lo que quieras (...). Agarrarlas por el coño".
El magnate ha pedido disculpas por esos comentarios, que considera "meras palabras" y una "charla de vestuario", tras las críticas casi unánimes de líderes y congresistas republicanos, algunos de los cuales le han retirado el apoyo en la contienda por la Presidencia.
JOV (efe, WRadio)
Las mujeres de Casa Xochiquetzal
En México se encuentra el único albergue en el mundo para trabajadoras sexuales de la tercera edad. La directora de Casa Xochiquetzal, Jesica Vargas González, lucha incansablemente por sacar adelante el proyecto.
Imagen: Ronaldo Schemidt/AFP/Getty Images
Mi casa es tu casa
“Trabajamos con personas que requieren de nuestra atención y cariño. Entonces hay que ponerle todo el corazón, pues es su casa. Finalmente nosotros solo estamos de visita, pero la casa es de ellas, y hay que tratarlas con todo el respeto”, dice Jesica Vargas González, directora de Casa Xochiquetzal.
Imagen: Pedro Pardo/AFP/Getty Images
Un destino compartido
El perfil de las mujeres que son admitidas como residentes en la casa hogar es específico: tienen que ser trabajadoras sexuales o haber ejercido este oficio, ser mayores de 55 años de edad y no contar con el apoyo de familiares o programas sociales.
Imagen: Casa Xochiquetzal
Un descanso para el alma
Cada una de las 24 señoras que viven en Casa Xochiquetzal cuentan con un cuarto con cama. Asimismo, reciben tres comidas al día. Muchas vivían en situación de calle y han encontrado en el albergue su primer hogar en décadas.
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Guzman
Actividades fijas
En la casa hogar, las mujeres tienen actividades fijas para “dar estructura a sus vidas, porque están acostumbradas a estar en la calle, a no saber si van a comer, lograr tener algún cliente o pasar la noche seguras”, cuenta la directora de Casa Xochiquetzal. Las residentes tienen horarios para comer, limpiar sus cuartos, asistir a sus talleres, salir a pasear y hacer ejercicio al parque.
Imagen: Casa Xochiquetzal
Asistencia integral
La meta del albergue Casa Xochiquetzal es ofrecer un espacio digno a trabajadoras sexuales de la tercera edad. Aparte de la vivienda y comida, las señoras también reciben atención médica, psicológica y asesoría legal.
Imagen: Casa Xochiquetzal
Más vale tarde que nunca
Asimismo, las mujeres de Casa Xochiquetzal asisten a la escuela para concluir sus estudios primarios y secundarios. Algunas incluso aprendieron a leer y escribir en el albergue. En enero de 2015, a sus 83 años, la residente de mayor edad se graduó de la primaria. Ahora está estudiando la secundaria.
Imagen: Casa Xochiquetzal
Talleres re(creativos)
A las habitantes del albergue se les proporcionan talleres ocupacionales, por ejemplo, de pintura, bordado y cartonería, donde pueden dar rienda suelta a su imaginación. El trabajo manual es al mismo tiempo una terapia recreativa.
Imagen: Casa Xochiquetzal
Una casa hogar de puertas abiertas
Las mujeres también salen de la casa hogar para trabajar o visitar a sus amigas. A veces, invitan a sus colegas y excolegas a vivir en el albergue cuando las ven en un estado vulnerable, cuenta Jesica Vargas. Casa Xochiquetzal también ofrece asistencia médica, psicologica y asesoría jurídica gratuita a trabajadoras sexuales de la tercera edad que no residen allí.