El “hit del verano” argentino se ha propagado desde los estadios a otros ámbitos, reales y virtuales, canalizando el descontento contra el gobierno del presidente Mauricio Macri.
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En un país tan frenéticamente fanático del fútbol como Argentina, todo puede pasar. Desde que un ídolo del balón, convertido en instrumento divino, de pie al surgimiento de una iglesia, hasta que el pasado de dirigente futbolístico del presidente Mauricio Macri se convierta en la mecha de un polvorín que podría amenazar con chamuscar la Casa Rosada.
Lo que en las redes sociales se instaló como "el hit del verano” se comenzó a entonar en las filas de los hinchas de San Lorenzo del Almagro, en un partido en que sintieron que una serie de fallos arbitrales dio la victoria a su rival, Boca Juniors. El malestar se canalizó en una melodía y un texto contra el principal referente y socio honorario de Boca, que es Mauricio Macri, presidente de ese club entre 1995 y 2007.
No solo los hinchas de San Lorenzo sospechan un favoritismo de las altas esferas, incluyendo las de la AFA (Asociación del Fútbol Argentino), hacia el equipo del jefe de Estado. La desazón, y por consiguiente el "hit del verano”, ya se han propagado a River Plate, Independiente y otros. El cronista deportivo Lito Costa Febre opinó en Infobae que uno de sus asesores debería decirle a Macri "que salga a desactivar esta bomba que puede estallar en el fútbol argentino. Más teniendo en cuenta que el próximo 14 de marzo se jugará la final de la Supercopa Argentina entre River y Boca”.
Más allá de las canchas
Pero el asunto ha trascendido las canchas de fútbol. El canto en cuestión ya se ha escuchado en manifestaciones políticas y recitales de rock. "Hace pocos días, hubo un desperfecto mecánico en una de las líneas del subterráneo, había un montón de personas varadas y empezaron a cantar ese canto contra Macri. Entonces, lo que surgió en el fútbol, ahora también sirve para expresar cierto malestar social en contra del gobierno”, dice Javier Bundio, doctor en Ciencias Sociales, becario postdoctoral del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas.
No obstante, no ve una mano política detrás del fenómeno. "Lo que tenemos es un estadio de fútbol cantando, y las personas se adhieren a este canto por distintos motivos: tenemos al que se adhiere porque está en contra de Boca y entonces insulta a su hincha número uno; al que se adhiere porque es kirchnerista y es opositor a Macri; al que se adhiere porque lo ve como algo cómico o burlesco. Y eso no tiene relación directa con por quién votó o por quién va a votar en las próximas elecciones”, afirma.
Potencial explosivo
Bundio reconoce que la estrecha relación existente en Argentina entre la esfera política y la del fútbol permite muchas lecturas. Por eso, aunque ve el asunto más bien como un fenómeno de masas, advierte que podría ser capitalizado políticamente si sigue creciendo. "Ya se convirtió en una especie de burla a nivel nacional, con memes en redes sociales; en cualquier ámbito donde pase algo, ya sea que se frene un subte o se caiga el servicio de luz, inmediatamente están saliendo los vecinos a cantar. Yo creo que eso es lo que puede llevar a que esto se transforme en una manifestación política contra el gobierno. Por ahora lo que tenemos es una expresión de malestar”, señala.
En la Casa Rosada parece haber conciencia de que, mientras más atención se brinde al asunto, más se potencia el fenómeno. Por eso no cayó nada bien en los círculos gubernamentales la propuesta del jefe de un sindicato de árbitros de pedir a la AFA que se suspendan partidos en los que se insulte al presidente argentino. El secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, consideró en Twitter que la iniciativa "no es atinada”. También lo ve así Bundio: "Yo vengo analizando desde hace varios años el tema del racismo y el machismo en los estadios de fútbol, y no existen sanciones en contra de cantos racistas, por ejemplo. De hecho, la única sanción que hubo en la historia del fútbol argentino fue la quita de un punto por cantos antisemitas hace un par de años”, cuenta. Y afirma que "el hincha, cuando escucha que por insultar a un hincha de Boca se piensa suspender el partido, lo ven como un argumento más de que el poder político está beneficiando al club Boca Juniors”.
De todos modos, fuera de los estadios, el canto contra Macri sigue propagándose en las redes sociales y podría convertirse en un problema real. Como dice Bundio, "en definitiva la figura presidencial es también un símbolo, y a los símbolos se los ataca desde lo simbólico”.
Cuando el deporte se vuelve política
Antes fue futbolista y hoy presidente de Liberia: George Weah. El exdelantero del Milán no es el único deportista convertido en político.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/C. Fumagalli
De futbolista a presidente
En diciembre de 2017, Weah fue elegido presidente de Liberia con 61,5% de los votos. El exfutbolista es el único africano que ha ganado el Balón de Oro. Weah quiere luchar contra la pobreza, crear puestos de empleo, frenar la corrupción y mejorar el sistema educativo. Fue juramentado en Monrovia el 22 de enero de 2018.
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Vitali Klitschko - el alcalde con puño de hierro
Su hermano Vladimir aún boxeaba hasta hace poco. Vitali, en cambio, dejó los cuadriláteros en 2012. Tras 45 victorias en 47 peleas, comenzó su nueva carrera, en la cual también se requiere mucho empeño: en 2006 y 2008, Klitschko fracasó en su intento por conquistar la alcaldía de Kiev. En 2014 y 2015 logró la victoria. Klitschko fue una parte importante de las protestas de Maidán, en 2013 y 2014.
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Pelé - ministro de Deportes
Es natural que muchas estrellas deportivas se conviertan luego en funcionarios del deporte en sus países. Pelé, tres veces campeón del mundo con Brasil, fue funcionario de 1995 a 1998. Su gestión en favor de la transparencia fue cuestionada, pues él mismo era dueño de una agencia especializada en la comercialización de derechos.
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Arnold Schwarzenegger - músculo y talento
¿Hay algo de lo que Arnold Schwarzenegger no sea capaz? En su juventud fue futbolista, nadador y boxeador. Su ascenso comenzó con al físicoculturismo, al cual siguió una exitosa carrera en Hollywood, y luego, el salto a la política. De 2003 a 2011, él fue gobernador de California, antes de regresar a los sets cinematográficos.
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Manny Pacquiao - ¿sucesor de Duterte?
Manny Pacquiao escribió páginas doradas del boxeo. Es el único que ha sido campeón mundial reconocido en siete categorías distintas. La "pelea del siglo" contra Floyd Mayweather la perdió, pero se mantuvo como un héroe en su país. Ahí apoya al controvertido presidente Rodrigo Duterte (izq.), que lo ha presentado como posible sucesor.
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Romario - el campeón incómodo
Antes de Neymar Jr., fue el 11 más famoso de la selección brasileña. Romario de Souza Faria fue crucial para que la canarinha ganara el Mundial de 1994. Solo Pelé y Ronaldo anotaron más goles que él. Hoy, es un político socialista en el Senado de Brasil. Fue el opositor más célebre a la realización del Mundial en su país y denunció presuntos actos de corrupción del Comité Organizador.
Imagen: Getty Images/E.Sa
Bill Bradley - New York, New York
Medallista olímpico, campeón de la NBA con los Knicks de Nueva York, y más de 9.000 puntos anotados. Bill Bradley es una leyenda del baloncesto. Luego de finalizar su carrera deportiva, fue senador por nueva Jersey de 1979 hasta 1997. En 2000 fracasó en su intento por lograr la candidatura demócrata a la presidencia de Estados Unidos. El ganador de la nominación fue Al Gore.
Imagen: Getty Images/P.Newcomb
Sebastian Coe - no todo lo que brilla es oro
Sebastian Coe se unió a los conservadores de Margaret Thatcher en 1992. El medallista olímpico británico de 1.500 metros en 1980 y 1984 fue elegido para la Cámara Baja de su país, y en 2012, alabado como cabeza de los Juegos Olímpicos de 2012. Peor no brilla tanto como presidente de la IAAF, debido a oscuros donativos y declaraciones poco convincentes en cuanto al dopaje de atletas rusos.
Imagen: Getty Images/S. Powell
Gustav-Adolf Schur - socialista sobre ruedas
A finales de los cincuenta, Gustav-Adolf "Tave" Schur era uno de los ciclistas más destacados. A sus 27 años, pasó a formar parte del régimen de la RDA. Schur fue legislador de 1958 a 1990. Hoy está bajo sospecha de haber ocultado la dimensión del dopaje en el deporte de la desaparecida República Democrática Alemana.
Imagen: picture-alliance/dpa
Ayrton Senna - promesa truncada
Cientos de miles fueron a despedir a Ayrton Senna tras el accidente en el que murió el piloto brasileño de Fórmula Uno, en 1994. Su fallecimiento fue doblemente resentido, pues el joven profundamente religioso, humanista y sensible hacia la justicia social pudo haber hecho mucho bien en la política. Al menos eso opinan algunos en su entorno más cercano.
Imagen: picture alliance/dpa
Carlos Caszely - de la leyenda a la realidad
En los años setenta, Carlos Caszely fue uno de los futbolistas chilenos más afamados internacionalmente. Con su selección, participó en el mundial de Alemania en 1974. Desde esa época fue conocido por sus ideas cercanas al socialismo y en contra de la dictadura de Augusto Pinochet. En 2013 apoyó la candidatura de la actual presidenta, Michelle Bachelet.
Imagen: picture-alliance/dpa
Cuauhtémoc Blanco - la eterna polémica
Cuauhtémoc Blanco fue uno de los futbolistas mexicanos más populares. Muchos lo consideran el mejor en la historia del balompié azteca. Blanco siempre se caracterizó por sus declaraciones polémicas. En 2016 anunció su candidatura para la alcaldía de Cuernavaca, en el estado de Morelos, elección que ganó. Su gestión no ha estado exenta de una controversia tan intensa como la deportiva.
Imagen: picture alliance/dpa/EPA/K. Ludbrook
Ana Gabriela Guevara - política veloz
La mexicana Ana Gabriela Guevara fue campeona de 400 metros en el Mundial de Atletismo de París. En 2004 conquistó la presea olímpica de plata en Atenas, y en 2007 ganó la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro. Luego de su carrera deportiva incursionó en la política. Actualmente es senadora por el Partido del Trabajo y preside la Comisión de Asuntos Migratorios.