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Perú: ''Éxito relativo''

14 de febrero de 2012

La captura del cabecilla senderista no puede compararse con la de Abimael Guzmán en 1992, afirma un analista alemán, indicando que el problema no se ha resuelto y que, además, hay otros conflictos explosivos en Perú.

''Artemio'', en el hospital de la Policía, en Lima.Imagen: picture-alliance/dpa

Más de mil muertos y 500 atentados se atribuyen al cabecilla terrorista Florindo Eleuterio Flores, alias “Artemio”, el último líder histórico de Sendero Luminoso que permanecía activo hasta hace poco. No extraña pues que el gobierno de Perú celebre su captura como un gran éxito. A las felicitaciones se sumó también la Unión Europea, cuya Alta Representante de Asuntos Exteriores, Catherine Ashton, manifestó en una declaración la confianza en que “su captura contribuirá al proceso de fortalecimiento de la estabilidad, seguridad y respeto de los derechos humanos en el Perú”.

No obstante, ya se han alzado voces –como la de los exministros Fernando Rospigliosi y Remigio Hernani- que advierten que este hecho no acabará con la violencia en la zona donde operan los remanentes de Sendero Luminoso, alimentada por el narcotráfico. En ello coincide Markus Klaus Schäffauer, profesor de la Universidad de Hamburgo y exdirector del Centro Latinoamérica de esa casa de estudios. “En primer lugar hay que saber que se trata de muchísimo dinero que circula en la región a través del narcotráfico. Esa es una de las verdades que no se está articulando en el momento, al hablar de la captura de uno de los mayores senderistas”, indica el entendido.

La otra línea senderista

“Artemio” encabezaba una de las dos líneas en que se dividió Sendero Luminoso tras la captura de Abimael Guzmán en 1992. La línea “menos problemática”, según el analista alemán, quien señala: “A partir del 2003, ‘Artemio' estaba negociando una especie de amnistía general, es decir, en el último tiempo él mismo buscó un diálogo con el gobierno para abandonar el terrorismo. Sin embargo, hay otra línea que sigue luchando por el senderismo y eso hay que verlo para relativizar el éxito logrado”.

El cabecilla senderista 'Artemio' (foto de archivo).Imagen: picture-alliance/dpa

Esa otra línea, encabezada por Víctor Quispe Palomino, alias “Camarada José”, opera en la región del Valle de los Ríos Apurimac y Ene (VRAE). Y se estima que ahora pretende extender sus operaciones a la zona de Huallaga, aprovechando la desaparición de “Artemio” del escenario.

“De ninguna manera se acaba el problema”, afirma Schäffauer, indicando: “Esa alianza de Sendero con el narcotráfico y esa lucha con el ejército por el dinero y el poder en la zona no ha sido diezmada ni de lejos”. A su juicio, “no se puede comparar en ese sentido la captura de ‘Artemio' con la de Abimael Guzmán, porque representaba la línea que ya estaba en plan de rendirse”.

Conflicto de marca mayor

Pero hoy en día acecha al Perú un conflicto de otra naturaleza, al que en opinión del académico de la Universidad de Hamburgo se intenta restar notoriedad. Se refiere a las protestas contra el proyecto minero de Conga -paralizado en noviembre por la fuerte oposición en la región de Cajamarca- y otras faenas mineras, que ponen de manifiesto un “conflicto mayor”.

Protesta contra proyectos mineros en Lima.Imagen: AP

“Conga es realmente un problema ecológico muy grave”, afirma Schäffauer, puntualizando: “En el fondo, nosotros en Europa y en Estados Unidos compramos seguridad al comprar oro en esta situación de crisis. Con el aumento del precio del oro está aumentando el poder de las compañías que están explotando esas regiones, y lo hacen de tal forma que queda ahí un desierto de kilómetros y kilómetros donde hubo antes parques naturales, donde hay lagunas que son decisivas para el sistema fluvial”.

También los remanentes de Sendero Luminoso han advertido el potencial explosivo del asunto y el Movimiento por la Amnistía y los Derechos Fundamentales (Movadef), considerado una organización de fachada del senderismo, manifestó recientemente su solidaridad con la “defensa del agua para el pueblo cajamarquino”. Pero esa estrategia no dio resultado. Según informa el periódico El Comercio, el coordinador de la protesta por el agua, el ex sacerdote Marco Arana, rechazó categóricamente el respaldo de Movadef. Junto con calificarlo de “oportunista”, destacó que uno de los lemas de la protesta era “no a la amnistía ni de genocidas ni de terroristas”. En este sentido, Arana subrayó que “no hay que olvidar que las rondas campesinas de Cajamarca impidieron que Sendero Luminoso entrara a la región. Esa labor de paz va a continuar”.

Autora: Emilia Rojas

Editor: Pablo Kummetz

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