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Cardenal nicaragüense viaja a reunirse con el papa Francisco

31 de octubre de 2022

La visita de monseñor Leopoldo Brenes a Roma ocurre en momentos de graves tensiones entre el régimen de Daniel Ortega y la Iglesia católica.

Cardenal Leopoldo Brenes, arzobispo de Managua.
Cardenal Leopoldo Brenes, arzobispo de Managua.Imagen: picture alliance / ASSOCIATED PRESS

El cardenal nicaragüense Leopoldo Brenes viajó a Ciudad del Vaticano, donde sostendrá dos audiencias privadas con el papa Francisco, informó la Arquidiócesis de Managua el domingo (30.10.2022).

Brenes, también arzobispo de Managua, partió a Roma el sábado junto al vicario judicial de la Arquidiócesis, presbítero Julio Arana, de acuerdo con la información publicada en redes sociales.

El cardenal Brenes "participará de reuniones con el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) y en dos audiencias privadas con el papa Francisco", precisó la Arquidiócesis de Managua.

El viaje del jerarca católico se realiza en medio de tensiones entre la Iglesia católica de Nicaragua y el gobierno que preside el sandinista Daniel Ortega, quien ha tildado de "golpistas" y "terroristas" a los obispos.

La Justicia nicaragüense abrirá juicio el 1 de diciembre próximo a cuatro sacerdotes católicos para responder por los presuntos delitos de "conspiración" y propagación de noticias falsas.

Sacerdotes acusados y encarcelados

Los cuatro religiosos, dos seminaristas y un camarógrafo de la Diócesis de Matagalpa (norte) están presos desde el 19 de agosto en la cárcel policial "El Chipote". Ellos fueron sacados por la policía del palacio episcopal de esa ciudad junto al obispo Rolando Álvarez, después de haber estado 15 días confinados y bajo asedio policial.

Álvarez, obispo de la diócesis de Matagalpa (norte), se encuentra desde entonces bajo "resguardo domiciliar" en Managua, según la Policía Nacional, pese a que no ha sido formalmente acusado.

El gobierno acusa al jerarca y sus colaboradores de "organizar grupos violentos" para "desestabilizar al Estado de Nicaragua y atacar a las autoridades constitucionales".

El mes pasado Ortega arremetió contra la Iglesia católica, la acusó de no practicar la democracia, de ser una "dictadura perfecta" y de haber utilizado "a los obispos en Nicaragua para dar un golpe de Estado" a su gobierno en el marco de la revuelta que estalló en abril de 2018.

Las relaciones entre los sandinistas y la Iglesia católica de Nicaragua han estado marcadas por roces y desconfianzas en los últimos 43 años. Otros siete sacerdotes han sido detenidos en los últimos meses, y dos ellos ya condenados por supuestos delitos comunes.

gs (efe, La Prensa)

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