Carnaval en Colonia: ¿disfraces en vez de histeria?
Daniel Heinrich (JC/VT)1 de febrero de 2016
Colonia lleva semanas en estado de ansiedad. Los ataques de Nochevieja pusieron a las autoridades bajo presión justo antes del carnaval. ¿Estropearán la diversión a los juerguistas?
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Es fácil verlas desde lejos y, sobre todo, son bastante ruidosas: abejas, brujas, Blancanieves. El centro de Colonia asiste al desfile constante de disfraces. Cerca del “Gürzenich”, uno de los pabellones más famosos de la ciudad, la policía se prepara para el mayor evento de la “quinta estación” del año –como califican los renanos al carnaval-, el Rosenmontag (lunes de carnaval): dentro de una semana está previsto que más de un millón de visitantes inunden Colonia. Hoy, sin embargo, algo llama la atención: mires donde mires, no se ve ni un hombre disfrazado.
Los hombres tienen que quedarse fuera
¿Será consecuencia de la propuesta de “un brazo de distancia entre hombres y mujeres” recomendada por la alcaldesa de la ciudad, Henriette Reker, tras las agresiones a mujeres en Nochevieja? Una mujer disfrazada de pirata aclara lo que está ocurriendo: “Hoy es la Mädchensitzung (reunión de mujeres), lo que significa que las ‘jecke Weiber‘ (mujeres locas, en el dialecto kölsch) celebran el carnaval juntas”. Sin hombres es mucho más divertido, explica riendo la pirata, que en realidad se llama Lisa y tiene 22 años. “Además, así no hay que comportarse”, añade.
Carnaval, motor económico
Acorralado, sin embargo, se siente el dueño del “Kölner´s”, el bar de la esquina. Unas cuantas mujeres acaban de entrar en su bar a tomarse una kölsch, la cerveza típica de la ciudad. Henning Schulz no esconde su alegría. “Cuando sé que hay eventos de este tipo, abro el bar también por las mañanas”, explica. Su novia y él regentan el pub desde hace seis años. “Sobre todo las mujeres son las que se acuerdan de que abrimos y vienen todos los años. Me encanta que vengan nuevos clientes que normalmente no irían a los bares”. El negocio funciona y, como cada año, está en auge por estas fechas.
Henning Schulz no es el único que se espera disfrutar de unas merecidas vacaciones. Hace tiempo que el Carnaval de Colonia dejó de ser un mero acontecimiento folclórico más. Casi 490 millones de euros ingresan en las arcas municipales cada año. En las pocas semanas que dura el carnaval, la ciudad ingresa alrededor de cinco millones de euros sólo en impuestos a las empresas.
En el año 2015, el “Carnaval renano” fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Y es que para muchos habitantes de Colonia, el carnaval es, sin duda, el evento más destacado del año. Es algo tan típico de la ciudad como el Rin o la Catedral.
Los focos están puestos en la seguridad de los asistentes. No en vano, los dirigentes de la ciudad aseguraron que las celebraciones serán una “prueba de fuego” para las autoridades. Parece que, finalmente, este año todo funcionará como de costumbre.
11 palabras: el vocabulario del Carnaval de Colonia
El „Kölsch“ es un dialecto que incluso para muchos alemanes es incomprensible. Millones de personas llegan a Colonia en época de carnaval y se sorprenden con este peculiar lenguaje. Presentamos sus palabras esenciales.
Imagen: picture-alliance/dpa/O. Berg
Fastelovend o Fasteleer
Es la palabra en Kölsch para llamar al carnaval. La temporada carnavalesca comienza el 11 de noviembre. Pero la “quinta estación del año” o Fastelovend comienza con la “noche de las mujeres”, que cae siempre en un jueves de febrero. La época de carnaval se extiende hasta el miércoles de ceniza.
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Jecke
En el carnaval, es toda persona que se lanza a celebrar vestida con un disfraz. Jeck significa literalmente “loco” en Kölsch, y la palabra se usa a lo largo de todo el año. Si a uno le preguntan "Bist du eijentlich jeck?", equivale a „¿Estás loco?”
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Kölsch
No solo se llama así el dialecto, sino también el tipo de cerveza que se bebe en Colonia. En carnaval se sirve en vasos de plástico para evitar accidentes. Una pista para los bares durante el carnaval: en la mayoría solo se puede pagar el precio de entrada con dinero en efectivo. Ahí se compran bonos que son la moneda en el interior del bar. Así se gana tiempo y se evitan confusiones.
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D'r Zoch kütt!
¡Ahí vienen los carros del carnaval! Todos son muy coloridos y ostentan grandes esculturas. Además transportan a personas que van arrojando regalos y dulces por el camino. El punto álgido del carnaval en Colonia es el Lunes de las Rosas.
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Kamelle
Las golosinas son el típico regalo en el carnaval de Colonia. La palabra “Kamelle” denomina a todos estos confites: galletas, palanquetas de chocolate, papas fritas o gomas de dulce.
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Strüssjer
Durante el desfile o „Zoch“ también son arrojados ramos de flores. El grito "Strüssjer!! Kamelle!!" es prácticamente garantía de recoger alguno de dichos ramos durante el desfile. En la foto aparece la comediante Carolin Kebekus arrojando uno de estos ”Strüssjer”.
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Bützcher
Esta palabra significa „besito“. Los besos suele ser más usuales que de costumbre durante la época de carnaval. Su versión más inocente es el “Schmatzer“, mientras que un „Bützcher” implica algún intercambio de maquillaje en las mejillas.
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Schunkele un danze
También el baile de carnaval tiene su nombre. En los bares se baila todo el tiempo y, cuando las canciones suenan a ritmo de vals, los brazos se unen y comienza el balanceo. A esto se le llama Schunkeln. Algunas de las canciones más famosas de carnaval son : "Ich ben ene Räuber", "Mir sinn kölsche Mädcher", "Blootwoosch, Kölsch un en lecker Mädcher".
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Jet ze müffele
Hay que comer. Platillos famosos de Colonia son el Flönz (morcilla), Halver Hahn (pan negro con queso), o Rievkooche (medallones de patata). Las Frikadellen como las de la imagen, hechas a base de carne prensada, son casi onmipresentes.
Imagen: Fotolia
Weetschaff
Bar, local, cantina. Casi todos los establecimientos de la gastronomía abren durante la época de carnaval. Quitan mesas y sillas para abrir grandes espacios al baile, y en el ambiente resuenan los canciones cantadas en Kölsch. Al frente de los bares se forman largas filas de personas esperando entrar, muchas veces en vano.
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Decke Trumm
Tambores gordos. Son los que marcan el compás de muchas canciones tradicionales de carnaval. El tamborilero se amarra los tambores y los golpea con gruesas baquetas. En Kölsch, esto se llama "op die Trumm jeklopp", o ‚dándole al tambor’.