Casa de Hemingway sobrevive gracias a sus gatos mutantes
3 de septiembre de 2020Sin turistas internacionales por la pandemia, la casa del escritor estadounidense Ernest Hemingway en los cayos de Florida apenas consigue sobrevivir. Casi todo su personal fue despedido, pero los gatos de seis dedos que la habitan aún atraen visitantes locales.
Tras la muerte de Hemingway en 1961, su casa se convirtió en una de las principales atracciones de Key West, una isla más cercana a La Habana que a Miami donde no hay nada más que hacer además de beber margaritas, bucear y tomar sol.
Key West o Cayo Hueso es el último de los Cayos de Florida, un archipiélago de islas coralinas conectadas entre sí por 42 puentes que se extienden 180 km sobre el mar.
Colapso del turismo debido a la pandemia
Sus residentes han sobrevivido a huracanes feroces y vaivenes económicos, pero nada los preparó para el colapso del turismo que trajo aparejado el coronavirus. El cierre de fronteras impide la llegada de turistas internacionales y los cruceros no atracan aquí desde marzo. Queda el turismo interno, pero este es escaso debido a los temores de contagio.
Así, 30 de los 45 empleados de la Casa y Museo Hemingway fueron despedidos la última semana. "Tenía diez guías. Ahora tengo cuatro", cuenta su director, Andrew Morawski.
Anomalía genética
Los que quedan se distribuyen todo el trabajo, porque el lugar sigue ofreciendo visitas guiadas y atendiendo al medio centenar de gatos de seis dedos, todos descendientes de un felino con esta anomalía genética que le fue regalado a Hemingway décadas atrás.
No es una preocupación banal: los turistas locales que aún visitan Key West están más interesados en la colonia de gatos mutantes que en descubrir el hábitat del autor de "El viejo y el mar".
A pesar de haber ganado el Nobel de Literatura en 1954, Ernest Hemingway no es un escritor que se enseñe demasiado en las escuelas estadounidenses, explica el director del museo. "Por eso, particularmente aquí en Estados Unidos, los gatos parecen ser más la atracción", añade Morawski. (AFP)