Una mirada a la famosa calle del tren en Hanói, la capital de Vietnam. Hace unos días, en plena temporada del monzón, las fuertes lluvias anunciaban ya la llegada del tifón Yagi tras su paso por Filipinas. Luego azotó Vietnam, especialmente su zona norte, durante casi 15 horas.

En la provincia de Bac Ninh, los rescatistas ayudan con la evacuación. Enfundados en chalecos salvavidas, nadan en las aguas turbias para llegar hasta las personas atrapadas. Aunque las primeras evaluaciones eran menores, se cree que al menos 35 personas han muerto por el tifón Yagi. Según cifras oficiales, unas 300 personas resultaron heridas por los deslizamientos de tierra y las inundaciones.

Según los informes, el derrumbe del puente Phong Chau, en el norte del país, arrastró a varios vehículos y motocicletas. Aún no está claro cuántas personas quedaron hundidas en el lodo. Los equipos de rescate siguen buscando desaparecidos en el Río Rojo.

Según las autoridades de protección civil ante desastres, miles de casas resultaron dañadas en la provincia de Bac Giang. Además, alrededor de 120.000 hectáreas de arrozales quedaron inundadas y más de 1.500 piscifactorías y caladeros de pesca quedaron destruidos.

La tormenta arrancó de raíz más de cien mil árboles en total, 25.000 de ellos sólo en la capital, Hanói. Las turbulencias en el mar hundieron a 25 barcos. Muchos residentes seguían sin electricidad el lunes. Según la agencia estatal de noticias china Xinhua, la agencia meteorológica china clasificó a "Yagi" como el tifón otoñal más fuerte desde 1949.

En la zona industrial de Hai Phong, un edificio perteneciente a la empresa surcoreana LG Electronics resultó gravemente dañado por la tormenta. Otros edificios y fábricas también fueron destruidos por la tormenta.

Se están retirando los árboles caídos de las calles inundadas de Hai Phong en un esfuerzo conjunto de los vecinos y los servicios de rescate, pero las labores avanzan lentamente. Varios aeropuertos suspendieron temporalmente sus operaciones durante el fin de semana.