Casi 3.000 inmigrantes han muerto en el Mediterráneo en 2017
7 de noviembre de 2017
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Más de 2.900 migrantes murieron en el mar Mediterráneo en lo que va de 2017, informó este martes (07.11.2017) en Ginebra un portavoz de la Organización Internacional de Migraciones (OIM). Un total de 2.925 personas entre hombres, mujeres y niños perdieron la vida al intentar llegar a Europa a través del mar, indicó Flavio Di Giacomo, portavoz de la OIM.
Esta semana fueron rescatados 2.600 migrantes, mientras que 34 murieron y otros 50 están desaparecidos. Di Giacomo calificó las cifras como "el resultado de una de las semanas más duras que han vivido las fuerzas de rescate en la ruta del Mediterráneo en los últimos cuatro meses hasta el lunes".
El último accidente ocurrió el lunes 6 de noviembre, cuando cinco migrantes murieron frente a las costas de Libia. La guardia costera libia acusó este martes a la organización de ayuda humanitaria alemana Sea-Watch por las muertes, al considerar que un barco de la entidad se entrometió en una operación de rescate y causó caos entre los migrantes.
Muchas personas saltaron al mar para logar alcanzar la nave de Sea Watch, indicó en un comunicado la Guardia Costera libia, que había advertido a la organización que se retirara del lugar.
Sin embargo, Sea Watch había responsabilizado anteriormente a la guardia costera del país africano por la "brutal represión" contra los migrantes. El accionar de las autoridades desató el pánico e hizo que muchos migrantes cayeran al agua, indicó la organización.
Según la guardia costera italiana, Sea Watch logró rescatar a 58 personas, mientras que las fuerzas de rescate libias afirmaron haber salvado a 47 personas, incluyendo 30 mujeres y un niño. (dpa)
Refugiados en Lesbos: callejón sin salida
Los solicitantes de asilo varados en la isla griega de Lesbos temen que las cosas empeoren aún más: numerosas ONG que proporcionan servicios de salud, jurídicos y de otro tipo se están retirando o ya se han marchado.
Imagen: DW/V. Haiges
Atrapados en el Egeo
La financiación europea para las ONG que respondieron a la crisis migratoria en las islas griegas terminó en agosto. Desde entonces, el Estado griego es el único responsable de ocuparse de los solicitantes de asilo. Pero no existe un plan de transición claro, y los huecos en los servicios humanitarios han quedado evidentes en Lesbos.
Imagen: DW/V. Haiges
Ni aquí ni allá
Moria, el principal centro de acogida de Lesbos y otros campamentos de este tipo, no pueden hacer frente a la continua llegada de solicitantes de asilo, que arriban en grupos pequeños. La tensión aumenta; la frustración se convierte rápidamente en agresión, las peleas entre los individuos se transforman en peleas entre diferentes grupos étnicos.
Imagen: DW/V. Haiges
Complicada situación higiénica
Botellas vacías de champú y agua se encuentran junto a una ducha improvisada en las afueras de Moria. Debido a la escasez de instalaciones higiénicas en el campamento, muchas personas buscan otras opciones. A sus ojos, la escasez de instalaciones adecuadas es una estrategia deliberada para empeorar sus condiciones de vida.
Imagen: DW/V. Haiges
Esperando una decisión
Aman, de Eritrea, se disculpa por no poder ofrecer té o agua en su tienda de campaña. Ha estado esperando una decisión sobre su solicitud de asilo desde que llegó a Lesbos hace tres meses. "Hay demasiados problemas dentro de Moria. Pocas tiendas para demasiada gente y las tensiones entre los diferentes grupos a menudo acaban en peleas".
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"Somos seres humanos"
Un solicitante de asilo afgano protesta contra las malas condiciones en Moria. La mayoría de los afganos que protestan han estado en Lesbos durante más de un año y todavía están esperando una respuesta a sus solicitudes de asilo. La falta de información, las duras condiciones de vida y el temor de ser deportados de regreso a Afganistán, dejan a muchos de ellos en constante estado de ansiedad.
Imagen: DW/V. Haiges
Los límites de la generosidad
Los residentes de Lesbos discuten sobre la protesta de los afganos. La crisis de los refugiados ha conducido a una disminución masiva del turismo en Lesbos, un descenso de casi un 75 por ciento en este año en comparación con 2015. Aunque muchos lugareños simpatizan con los solicitantes de asilo, no creen que Grecia sea capaz de albergarlos en este momento.
Imagen: DW/V. Haiges
Ayuda voluntaria
Los voluntarios han venido llenando vacíos, como el suministro de atención médica. La médica alemana Jutta Meiwald vino a Lesbos por dos semanas para ayudar. Dice que muchos de los problemas de salud son el resultado de las condiciones de vida en Moria. Los refugiados se han quejado de que, independientemente de sus síntomas, los médicos generalmente sólo les dan analgésicos.
Imagen: DW/V. Haiges
Recuperando la vida
En el Centro de Apoyo Mosaik, los solicitantes de asilo transforman los chalecos salvavida recogidos en la playa en bolsas y carteras. Actividades como ésta son una interrupción bienvenida de la monotonía en los campamentos, además de darles a los que se quedan aquí, como a esta mujer iraní, un pequeño sueldo.
Imagen: DW/V. Haiges
Cada día llegan nuevos inmigrantes
Desde principios de 2015, los recién llegados se han visto obligados a permanecer en la isla hasta que se procesen sus solicitudes de asilo. Pero a consecuencia de una acumulación de solicitudes y largos procesos de apelaciones sólo muy pocos casos se han evaluado. El año pasado Grecia concedió asilo a alrededor de 12.500 personas, mientras que unas 173.000 llegaron al país.