Sin valor deportivo y prescindible en tiempos de pandemia, además de políticamente cuestionable: hay muchas razones para rechazar un Mundial de Clubes que, pese a todo, tiene un lado positivo, según Andreas Sten-Ziemons.
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¿Es esta la "guinda de la torta", como llamó Robert Lewandowski al Mundial de Clubes? ¿O es solo otra competencia más entre tantas? No hay dudas: las opiniones en torno al choque de campeones continentales que se acaba de disputar en Catar están divididas. A la mayoría de los fanáticos europeos este campeonato no les interesa mayormente. El campeón de la Champions League, que es cabeza de serie y entra al torneo directamente en semifinales, debe jugar contra clubes de distintos rincones del mundo, aunque la mayoría de ellos son de "relleno", por lo que de todas formas la copa suele viajar a Europa.
Desde que el Mundial de Clubes reemplazó a la Copa Intercontinental en 2005, el ganador ha sido europeo 12 veces, y las otras tres la copa quedó en manos de clubes brasileños. Es decir, básicamente el resultado se conoce de antemano, lo que genera un modelo sin valor deportivo alguno. Y de todos modos encaja muy a la fuerza en el actual calendario, ya rebosante de competiciones.
Cuestionable por varias razones
Dado que la FIFA entregó por segunda vez consecutiva la organización de la competición a Catar, hay también otras razones para rechazar el torneo en su forma actual:
1. En tiempos de pandemia, atravesar todo el planeta no tiene ningún sentido, menos si se trata solo de decidir al ganador de un torneo de fútbol.
2. Catar sigue siendo un país donde el imperio de la ley puede ser puesto en tela de juicio. Poco se respetan los derechos humanos, y ni hablar de la situación de las mujeres. El debate sobre las condiciones de trabajo inhumanas a las que se enfrentan los obreros extranjeros que han erigido los estadios del Mundial de 2022 ya lleva años sobre la mesa. Hasta ahora no ha habido consecuencias por ello. Al contrario, con el Mundial de Clubes, Catar tuvo una nueva oportunidad para lavar su imagen por medio del deporte.
Y 3. Como la FIFA está involucrada, el Mundial de Clubes no es un asunto de deportes, sino de dinero. Es otra competencia que da a los auspiciadores la posibilidad de presentar sus logos en horario de máxima audiencia, acompañados por estrellas mundiales corriendo en pantalones cortos. Irónicamente el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, ya se ve desvalido frente al poderío del campeonato. Solo la pandemia del coronavirus logró evitar que la próxima edición del torneo, que tendrá lugar en diciembre de 2021 en Japón, se juegue con 24 en lugar de 7 participantes. Ese cambio empezará a operar en 2022, y con ello la FIFA finalmente podrá ganar más dinero.
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Dejar de lado la visión europea
Entonces, ¿no hay nada positivo en este campeonato? Lo hay, lo hay, pero para encontrarlo es necesario dejar de lado la visión europea de las cosas y tratar de entender el torneo desde la perspectiva de los demás participantes. Y, para ellos, se trata de algo especial. Porque, ¿en qué otra ocasión pueden los clubes de Asia, Centroamérica, Oceanía y África enfrentarse a los mejores equipos del mundo? ¿No es arrogante y desconsiderado demonizar el torneo y descalificarlo sin más?
Aunque Tigres de México finalmente no tuvo ninguna posibilidad real de derrotar al Bayern Múnich en la final, lo ocurrido seguirá siendo una experiencia increíble para los jugadores. Por ello, no debe negarse a los supuestamente "pequeños" del fútbol mundial la posibilidad de competir con los "grandes". Lo que sí debe repensarse es si el campeonato debe seguir siendo una máquina de generar dinero para la FIFA y si debe otorgarse a un país que trata a los derechos humanos a pisotones.
(dz/ers)
Tigres, otro equipo latino que quiere arruinarle la fiesta intercontinental a los alemanes
El Bayern de Múnich y los Tigres de México disputan la final del Mundial de Clubes. Antes, los mejores de Europa y Sudamérica se medían en la Copa Intercontinental. Cuatro clubes alemanes han competido por el título.
Imagen: Frank Hoermann/SvenSimon/picture alliance
2021: ¿Cuarto título para el Bayern?
¿Ganará el Bayern de Múnich a los Tigres de México en la final? ¿O perderá el equipo bávaro su primera final del Mundial de Clubes o la antes existente Copa Intercontinental? Hasta ahora, siempre han salido victoriosos en sus tres participaciones. Aunque el clima jugó un papel decisivo la primera vez, hace 45 años.
Imagen: Colin McPhedran/MB Media/imago images
1976: Cruzeiro pierde en la nieve de Múnich
En noviembre de 1976, el Bayern gana el partido de ida de la Copa Intercontinental contra el Cruzeiro de Belo Horizonte en un nevado Estadio Olímpico de Múnich por 2:0. En el partido de vuelta, un 0:0 fue suficiente para ganar el título en Brasil justo en su primera participación.
Imagen: Sven Simon/imago images
1977: El 'Gladbach' cae ante el Boca Juniors
Se pudo haber hecho más: en el partido de ida, los "potros" de la mano del capitán Berti Vogts, consiguen un notable 2:2 en la ensordecedora "Bombonera". El partido de vuelta tiene lugar en el estadio Wildpark de Karlsruhe y, por tanto, vuelve a ser un partido fuera de casa para el Borussia. Esta vez los argentinos son implacables. Ganan 3:0, llevándose la Copa Intercontinental a Buenos Aires.
Imagen: Horstmüller/imago images
1983: El Porto Alegre se impone por la mínima al HSV
Cuando el equipo de Hamburgo jugó la final de la Copa Intercontinental en 1983, las cosas habían cambiado. El torneo se llama ahora "Copa Toyota" (1980 - 2004) y tiene lugar en Japón. El HSV va pronto perdiendo contra el Gremio de Porto Alegre, pero empata poco antes del final y aguarda a la prórroga. El internacional brasileño Renato decide el partido por 2:1 con su segundo gol del día.
Imagen: AFLOSPORT/imago images
1997: Zorc pone al BVB en la senda del triunfo
14 años después, Tokio es escenario ideal para el Borussia Dortmund: los goles del actual director deportivo Michael Zorc (izq.) y de Heiko Herrlich (actualmente entrenador del FC Augsburg) dan la victoria al BVB por 2:0. Después de 21 años, el Dortmund devuelve la Copa Intercontinental a Alemania. Curiosamente, el rival es el Cruzeiro de Belo Horizonte, como en 1976, cuando la ganó el Bayern.
Imagen: Matthew Ashton/empics/dpa/picture alliance
2001: El Bayern lucha por el título
Tras una larga lucha, al final se decide por el gol de un defensa. En la prórroga, Sammy Kuffour (segundo en la izquierda) marca el 1:0 contra Boca Juniors. El Bayern, entonces con estrellas como Oliver Kahn (centro), Giovane Elber y Bixente Lizarazu (derecha), es campeón del mundo por segunda vez. También lo es su entonces entrenador, Ottmar Hitzfeld, que repetía su triunfo de 1997.
Imagen: Matthias Schrader/dpa/picture alliance
2013: Tercera victoria del Bayern ante el Casablanca
Cuando el Bayern gana por tercera vez en 2013, el torneo ya no se llama Copa Intercontinental, sino Copa Mundial de Clubes de la FIFA, y se ha convertido en un minitorneo de campeones continentales. El Bayern se impuso al Guangzhou Evergrande chino por 3:0 en las semifinales, y el Raja Casablanca, no sería rival en la final. Dante (der.) y Thiago marcan para una merecida victoria por 2:0.
Imagen: Yahya Arhab/dpa/picture alliance
Real Madrid: Debut y récord de victorias
El primer equipo que levantó la Copa Intercontinental en 1960 fue el legendario Real Madrid (en la imagen, tras su victoria en la Copa de Europa contra el Frankfurt), liderado por Alfredo Di Stefano y Ferenc Puskas. Los "merengues" también son poseedores de récord: han ganado tres veces la justa intercontinental (1960, 1998, 2002) y cuatro veces el Mundial de Clubes (2014, 2016, 2017, 2018).
Imagen: United Archives International/imago images
Toni Kroos: campeón alemán con el récord
Toni Kroos (centro) es el jugador alemán con más trofeos intercontinentales y del Mundial de Clubes contribuyendo a la racha de victorias del Madrid. El campeón del mundo en 2014 ha levantado el trofeo un total de cinco veces. Kroos ha participado en los cuatro títulos del Real Madrid (2014, 2016-2018). Ganó su primera final del Mundial de Clubes en 2013, cuando aún vestía la camiseta del Bayern.
Imagen: AFLOSPORT/imago images
Jürgen Klopp: Primer alemán campéon con un club extranjero
Más importante para Jürgen Klopp en 2019 que haber conseguido algo inédito es, sin duda, el hecho de haber devuelto el Mundial de Clubes al Liverpool, 35 años después de que los "Reds" lo ganaran por última vez. Pero el ganador del reconocimiento a Mejor Entrenador del Año es también el primer alemán que logra este éxito con un club extranjero.