Las palabras de Trump sobre la responsabilidad saudí en el asesinato del periodista Jamal Khashoggi son un ataque abierto a los derechos humanos. Eso debe tener consecuencias, opina Michael Knigge.
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La extraña e incompleta declaración sobre el caso Jamal Khashoggi emitida por la Casa Blanca parecía estar dictada por el propio presidente, Donald Trump. El texto del comunicado podría resumirse de la siguiente manera: es posible que el príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salman, haya ordenado el asesinato de Kashoggi en Estambul, pero, adivinen, me importa un bledo y no permitiré que el asesinato premeditado de un periodista afincado en Estados Unidos arruine los negocios con los saudíes y la batalla contra Irán.
Si cualquier otra persona o institución hubiera publicado tal texto, se le habría formulado de inmediato dos preguntas:
1. ¿No tiene editor de textos?
2. ¿No le queda ni un ápice de moral?
Para el presidente Trump, ninguna de estas preguntas es relevante, ni le parece interesante presentar una argumentación coherente con respecto a Arabia Saudí. Y, aparentemente, parecen importarle muy poco cuestiones básicas como el bien y el mal.
No es eximente
Pero la ignorancia o la incapacidad para diferenciar el bien del mal no exime a nadie, ni siquiera al presidente del país más poderoso del mundo, del deber de tener un comportamiento acorde con el liderazgo moral del que anteriores presidentes estadounidenses tanto se enorgullecían. Aunque, a menudo, no actuaran de acuerdo a sus principios.
Trump es diferente. Él ni siquiera pretende erigirse en líder moral. Como ya ha dejado claro, el dinero saudí y su apoyo contra Irán son más importantes que el asesinato de un periodista del Washington Post, diario que Trump detesta. Su comportamiento no supone ninguna sorpresa, sino una nueva confirmación del tipo de persona elegida presidente hace dos años.
Salir impune del asesinato
Sin embargo, en una presidencia en la que han abundado la retórica y las acciones vergonzosas, peligrosas y ofensivas, el despreciable texto de ayer martes (20.11.2018) toca un nuevo fondo por una sencilla razón: literalmente deja a los saudíes salir impunes de un asesinato. Todos los indicios apuntan a que el asesinato de Kashoggi en el consulado saudí en Turquía a manos de un equipo saudí se llevó a cabo de manera tan abierta y descarada, que el Gobierno saudí, especialmente el heredero, tuvo necesariamente que dar vía libre a lo ocurrido. Despreciando las conclusiones de sus propios servicios de inteligencia y rehusando aplicar sanciones, Trump indulta la barbarie cometida por los saudíes. Y, lo que es peor, al dejar impune este comportamiento, Trump apoya e incluso fomenta acciones similares por parte de otros déspotas en el mundo. El presidente Donald Trump convirtió el día de ayer, 20 de noviembre de 2018, dos días antes de la celebración de Acción de Gracias, en una jornada oscura para los derechos humanos en todo el mundo.
Nueva prioridad para el nuevo Congreso
Esto no se puede tolerar. Al igual que sucedió cuando Trump se oponía a sancionar a Rusia, el Congreso debe dar un paso hacia adelante y actuar. Y si el antiguo Congreso, en el que hay muchos republicanos que tratan de no ofender a Trump, no actúa sancionando de manera significativa a Arabia Saudí, tendrá que hacerlo el nuevo Congreso dominado por la presencia demócrata. Pero investigar el comportamiento de la administración Trump hacia Riad y sancionar a Arabia Saudí no puede ser la prioridad del Congreso el próximo año. Tiene que serlo ahora.
(ms/ers)
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Derechos de las mujeres en Arabia Saudita: un camino lento
Riad anunció que permitirá a las mujeres asistir a los estadios a presenciar todo tipo de deportes. También podrán conducir. Acá les mostramos otros hitos que han marcado la vida de las mujeres en ese reino árabe.
Imagen: Getty Images/AFP/F. Nureldine
1955: Primera escuela para niñas; 1970: Primera universidad para mujeres
No siempre las chicas han podido ir a la escuela como estas estudiantes de Riad. La inscripción para la primera escuela para niñas comenzó en 1955 en Dar Al Hanan. En tanto, la Riyadh College of Education, la primera entidad de educación superior para mujeres, abrió sus puertas en 1970.
Imagen: Getty Images/AFP/F. Nureldine
2001: Documentos de identidad para las mujeres
A inicios del siglo XXI, las mujeres pudieron obtener sus documentos de identidad por primera vez. Estos sirven para comprobar quiénes son en casos de disputas por herencia y propiedad. Inicialmente los documentos fueron emitidos solo con el permiso del guardián de la mujer, y entregados directamente a él. Recién en 2006 las mujeres pudieron acceder a este derecho sin tener que pedir permiso.
Imagen: Getty Images/J. Pix
2005: Fin de los matrimonios forzados... en teoría
Si bien Arabia Saudita prohibió los matrimonios forzados en 2005, en muchos casos estos se han seguido negociando entre el futuro esposo y el padre de la novia, sin que estos crean pertinente considerar la opinión de la mujer.
Imagen: Getty Images/A.Hilabi
2009: La primera mujer en el gobierno
En 2009, el rey Abdullah nombró por primera vez a una mujer al frente de un alto puesto del Gobierno de Arabia Saudita. La socióloga Noura al-Fayez se convirtió en viceministra de Educación para Asuntos de la Mujer en 2009, y sigue en ese cargo hasta ahora, a fines de 2017.
Imagen: Foreign and Commonwealth Office
2012: Primera mujer en los Juegos Olímpicos
Arabia Saudita permitió a las mujeres competir en representación del país por primera vez en 2012. Una de las beneficiadas fue Sarah Attar, quien corrió los 800 metros en Londres. Usando un pañuelo en la cabeza, claro. Antes de que comenzaran las competencias, se especuló con la posibilidad de expulsar al país de los Juegos por discriminación de género si no permitía la participación de mujeres.
Imagen: picture alliance/dpa/J.-G.Mabanglo
2013: Ahora pueden conducir motos y bicicletas
Los líderes sauditas autorizaron a las mujeres a usar la bibicleta y también las motocicletas por vez primera en 2013, pero solo en áreas recreacionales, usando el velo islámico y con un familiar masculino presente.
Imagen: Getty Images/AFP
2013: Primera mujer en la Shura
En febrero de 2013, el rey Abdullah juramentó a las primeras 30 mujeres en la Shura, el consejo consultivo de Arabia Saudita. Esta medida permitió a las mujeres ser nombradas (por un hombre) en el puesto, pero pronto se les debería permitir también presentarse por sí mismas para el cargo.
Imagen: REUTERS/Saudi TV/Handout
2015: Pueden votar y ser elegidas
En las elecciones municipales de 2015, las mujeres pudieron votar e incluso postular a cargos de elección por primera vez. Sí, en Nueva Zelanda ese derecho existe desde 1893 y en Alemania desde 1919, pero bueno... En las votaciones de 2015, 20 mujeres fueron elegidas para asumir cargos en los municipios.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/A. Batrawy
2017: Primera mujer en la bolsa de valores
En febrero de 2017, la bolsa de valores de Arabia Saudita nombró a la primera mujer directora de la entidad en toda su historia. ¿La precursora? Sarah Al Suhaimi.
Imagen: pictur- alliance/abaca/Balkis Press
2018: Derecho a conducir
El 26 de septiembre de 2017, las autoridades anunciaron que las mujeres pronto serán autorizadas a conducir. A partir de junio de 2018, ya no necresitarán más permiso de su tutor masculino para obtener la licencia de conducir y no necesitarán tampoco que ese guardián las acompañe en el auto.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/H. Jamali
2018: Pueden ir al estadio
La Autoridad General de Deportes anunció, el 29 de octubre de 2017, que a partir de comienzos de 2018, las mujeres podrán ir a los estadios. Tres recintos que hasta ahora solo reciben a hombres estarán acondicionados para ser utilizados también por mujeres.