El politólogo alemán Klaus-Jürgen Nagel comenta para DW la decisión de la Justicia alemana de extraditar a Puigdemont solo por el delito de malversación, descartando el de rebelión. ¿Cómo interpretar este dictamen?
Publicidad
DW:¿Cómo valora la decisión de la Justicia alemana de extraditar a Puigdemont solo por malversación de fondos?
Klaus-Jürgen Nagel: Se trata de una derrota más de la Justicia española. Sus ideas de rebelión y sedición no son compartidas por la Justicia belga, alemana y suiza. Aún queda pendiente el pronunciamiento de la escocesa.
Si a Puigdemont se lo extradita, solo puede juzgársele por malversación, no por rebelión ni sedición. En ese caso, se produce una injusticia con los exconsejeros catalanes, el exvicepresidente Oriol Junqueras y otros líderes catalanes procesados, que sí serán juzgados por todos esos delitos.
No sé si la injusticia consistiría en mantener las acusaciones de rebelión y sedición contra los otros o aplicar el proverbio de que rectificar es de sabios y que la Justicia española rebaje sus pretensiones. En este improbable caso se ganaría margen para negociar con actores representativos del independentismo, hasta ahora encarcelados.
¿Qué conclusión implícita podemos extraer de la decisión de la Justicia alemana? ¿Que la UE no apoya el independentismo catalán, pero que pone freno a supuestos excesos de la Justicia española?
Tal vez la decisión alemana suavice la creciente pérdida de confianza en Europa que se está experimentando en Cataluña desde que la UE cerró filas con España. Sería positivo para ambas partes que la UE no dividiera el mundo en amigos y enemigos.
En España se ha atacado el hecho de que la Justicia alemana haya entrado en el fondo de la cuestión en el tema rebelión. Es decir, se ha saltado la confianza que se supone debe existir en el mecanismo de la euroorden, pensado para agilizar entregas basándose en una confianza mutua entre los sistemas judiciales de los países miembros.¿España puede plantear objeción de algún tipo por este punto?
No soy jurista, pero me parece que la confianza es también una cosa que se tiene que merecer, no es un cheque en blanco. El mecanismo de euroorden, de manera muy acertada, no incluye la rebelión ni la sedición en la lista de supuestos de extradición automática. Allá donde el supuesto delito también existe en Alemania, la malversación, se falló a favor de la extradición. Aunque es perfectamente posible que los jueces alemanes albergaran las mismas dudas sobre el uso de fondos públicos para el referéndum que ya manifestó públicamente el exministro de Hacienda de España, Cristóbal Montoro.
En su fallo, el tribunal regional de Schleswig-Holstein recalca la importancia del llamado "principio de especialidad" de la orden europea de detención y entrega, según el cual, una persona que ha sido entregada no puede ser perseguida, condenada o privada de libertad por una infracción distinta de la que ha motivado esa entrega. "El Senado da por hecho que los tribunales españoles respetarán este principio y que, por ende, una vez que el encausado Puigdemont haya sido entregado por el cargo de corrupción, no lo perseguirán también por el cargo de rebelión".
El hecho de que el tribunal cree necesario escribir en el dictamen lo que a todas luces es obvio, quizás demuestra que el Tribunal alemán, a la hora de la verdad, no cree totalmente en el respeto a este principio por parte de los tribunales españoles una vez que tuvieran al reo bajo su mando.
En Europa, la Justicia da la espalda a España en el tema de rebelión. ¿Cómo puede utilizar el independentismo catalán esta situación?
Con su afán de hacer prevalecer sus conceptos sobre la rebelión y la sedición y su posible castigo, la Justicia española adquiere una imagen ella misma de nacionalista y perseguidora a ultranza de los independentistas. La posición de "alta moralidad” que quería ocupar está en entredicho. El mito de que en este conflicto hay solamente una parte conformada por nacionalistas estrechos de miras está haciendo aguas por todas partes.
Por último, ¿cómo valora los gestos del nuevo Gobierno de España hacia Cataluña?
Son, como usted dice, meros gestos. No creo que pueda esperarse más de un Gobierno que representa solo a una minoría y se ve bajo el fuego cruzado de dos partidos de la oposición muy fuertes, para los cuales estos meros gestos ya representan una traición a España. Aun así, cualquier distensión, aunque solo sea en el clima, es bienvenida.
Autora: María Santacecilia (JOV)
Deutsche Welle es la emisora internacional de Alemania y produce periodismo independiente en 30 idiomas. Síganos enFacebook | Twitter | YouTube |
La odisea europea de Puigdemont
España retiró la euroorden de detención contra el expresidente de Cataluña, dado que un tribunal alemán había accedido a extraditarlo para ser juzgado solo por malversación. Pero no es el punto final de esta historia.
Imagen: Reuters/F. Lenoir
Huida a Bruselas
Tras un convulso mes de octubre en Cataluña y ante la perspectiva de la actuación de la Justicia española contra él, Puigdemont huyó a Bruselas. El Gobierno del entonces presidente Mariano Rajoy lo acababa de destituir como presidente de Cataluña y la Fiscalía se había querellado contra él por rebelión, sedición y malversación.
Imagen: Reuters/F. Lenoir
La internacionalización del conflicto catalán
Además de eludir la actuación de la Justicia española (a la que sí se enfrentaron otros miembros de su antiguo Gobierno), Puigdemont asegura querer "internacionalizar" el conflicto catalán. Es decir, abogar por la causa de la independencia catalana y sumar a esta fuerzas internacionales.
Imagen: Reuters/Y. Herman
Mientras, en España, la cárcel...
Poco después de iniciarse el periplo europeo de Puigdemont, el exvicepresidente catalán Oriol Junqueras y ocho exconsellers del Gobierno catalán entran en prisión. La juez Carmen Lamela decretó su prisión incondicional por alto riesgo de reiteración delictiva y de fuga.
Imagen: picture-alliance/dpa/AP/M. Fernandez
Euroorden de detención... y retirada de la euroorden
La Justicia española emite una euroorden de detención contra Puigdemont y cuatro de sus exconsejeros huídos, que se entregan a la Justicia belga. Pero el delito de rebelión no existe en aquel país, por lo que no pueden ser deportados por ese delito. El juez español retira la orden de detención europea. Así evita que Puigdemont sea juzgado en España solo por los delitos que reconoce Bélgica.
Imagen: Reuters/E. Vidal
Con mal pie
Su estrategia de implicar a fuerzas de la UE no empezó con buen pie. Durante una entrevista, Puigdemont definió a la UE como "un club de países decadentes, obsolescentes, en el que mandan unos pocos, además muy ligados a intereses económicos cada vez más discutibles” y “donde hay varias varas de medir”. Incluso dice que los catalanes “deberían decidir si quieren pertenecer a esta UE".
Imagen: Reuters/E. Vidal
De conferencia en conferencia
"¿Aún importa la independencia en la Europa del siglo XXI?" se titula el encuentro celebrado en marzo de 2018 en Ginebra, Suiza, al que acude el expresidente catalán. Una vez asentado en Bruselas, Puigdemont hace pequeñas escapadas para difundir el relato independentista.
Imagen: picture-alliance/dpa/AP Photo/S. Di Nolfi
Visita al Parlamento finlandés
En enero fue Copenhague y en marzo Helsinki. Puigdemont busca apoyos en suelo nórdico. En la imagen, junto al parlamentario finlandés Mikko Kärnä.
Imagen: picture-alliance/Lehtikuva/M. Kainulainen
Detención en Alemania
El 23 de marzo, el juez Pablo Llarena procesa por el delito de rebelión a 13 personas por su participación en el proceso independentista, incluido Carles Puigdemont. Un día después, el Tribunal Supremo reactiva la orden europea de detención y extradición cuando Puigdemont se encontraba en Finlandia. Este decide volver a Bruselas en auto, pero la policía alemana lo detiene en su territorio.
Imagen: picture-alliance/dpa/L. Schulze
12 días en prisión
Puigdemont ingresa en la cárcel de Neumünster. Tras revisar la euroorden española, la Fiscalía alemana pide a la Audiencia Territorial de Schleswig-Holstein la extradición por los delitos de rebelión y malversación de fondos públicos. Pocos días después, el tribunal descarta el delito de rebelión y deja en libertad al expresidente catalán bajo fianza mientras estudia la entrega por malversación.
Imagen: Reuters/F. Bimmer
Apoyo también en Alemania
La detención de Puigdemont creó un enorme revuelo en Alemania. La prensa dedicó gran espacio a valorar los cargos de la Justicia española contra el expresidente. Sobre todo el relativo a la rebelión, que podría tener un similar en Alemania. En la imagen, un grupo de personas se manifiesta en Berlín por la libertad de los "presos políticos catalanes".
Imagen: picture-alliance/AP Photo/M. Schreiber
Expectación desmedida
El 6 de abril de 2018, Puigdemont abandona la cárcel de Neumünster. Deposita una fianza de 75.000 euros y se compromete a residir en Alemania y presentarse periódicamente ante las autoridades del país. Los medios estaban expectantes ante sus declaraciones.
Imagen: picture-alliance/dpa/A. Heimken
En Berlín y Hamburgo
Primero estuvo en la capital de Alemania. Después, por "motivos de seguridad", Puigdemont trasladó su residencia a Hamburgo. Mientras, la Justicia española trata de probar con material gráfico que sí se produjo el delito de rebelión.
Imagen: picture-alliance/NurPhoto/E. Contini
Extradición sí, pero solo por malversación
En un fallo inapelable del máximo tribunal regional de Schleswig-Holstein, el 12 de julio se aprobó la entrega de Puigdemont a España por malversación de fondos, descartando el delito de rebelión. Así pues, en España solo podría ser juzgado por ese delito. Eso lo pone en situación de ventaja respecto a los líderes independentistas procesados que no huyeron de España.
Imagen: picture-alliance/dpa/C. Gateau
Retirada de la euroorden de detención
El Tribunal Supremo español retiró este 19 de julio la euroorden contra Carles Puigdemont. La Justicia española rechaza así su entrega a España solo por el delito de malversación y no por rebelión. Puigdemont, que actualmente está en libertad provisional en Alemania, quedará libre, pero si regresara a España sería detenido automáticamente hasta que prescriban los delitos, en 20 años.