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“Mejor la verdad”

21 de diciembre de 2011

Hoy echamos un vistazo a lo que dice la prensa alemana sobre las acusaciones contra Christian Wulff, el presidente alemán, de no haber separado correctamente sus cargos políticos de sus intereses privados.

Tapa del libro "Mejor la verdad", una conversación con Christian Wulff.Imagen: Hoffmann und Campe


Westfalen-Blatt, de Bielefeld: “Mejor la verdad, así se llama justamente el libro en que Christian Wulff - entonces ministro presidente del Estado Federado de Baja Sajonia- relataba su vida privada y su carrera política. En el año 2008, su amigo, el empresario Carsten Maschmeyer, invirtió casi 43.000 euros para publicitar esa publicación durante la campaña electoral para el Parlamento de ese Estado. Cuesta mucho creer que Wulff no hubiera estado al tanto de eso. Su sospechosa cercanía al empresario no lo deja bien parado. En el Parlamento de Baja Sajonia, la sesión especial del Consejo de Administración finalizó sin resultado alguno, lo cual no es ninguna sorpresa. Ahora, el presidente alemán debería preguntarse si todavía posee la necesaria autoridad moral y la credibilidad que necesita para cumplir con lo que le demanda su cargo.”'

“No se necesita un santo”

Rheinpfalz, de Ludwigshafen: “¿Debe renunciar Christian Wulff? Seguramente no solo por su intento -poco hábil y carente de sentido- de ponerse a salvo. Tampoco por la suma del crédito que recibió de su amigo, el empresario, a no ser que detrás de eso haya algo más que lo que admiten las partes implicadas. Si ahora se descubriera que Wullf miente, eso sería fatal. Un presidente alemán puede cometer errores. No se necesita un santo como máximo representante del Estado. Pero sí se le puede exigir honestidad e incorruptibilidad.”

“No hacer uso inflacionario de la renuncia”

Die Welt, de Berlín: “Para que el presidente alemán, Christian Wulff, salga de la línea de fuego, podría disculparse ante el Parlamento de Baja Sajonia, hacer una donación voluntaria por la suma de los intereses que, presuntamente, no tuvo que pagar, o cumplir –junto con la primera dama- con 100 horas de colaboración en alguna institución social. Con eso bastaría, a no ser que salieran a la luz otras faltas. No se debe hacer un uso inflacionario de la renuncia, sino reservarla para transgresiones más graves. Perdonar también es una forma de profilaxis democrática. Y alguien que ha cometido errores y ha sido castigado por ellos permaneciendo en su cargo tal vez sea un mejor presidente, ya que se habría sometido a un proceso purificador.”

“Wulff no es capaz de cumplir con sus propias exigencias”

Märkische Allgemeine Zeitung, de Potsdam: “Que un hombre de negocios haya financiado la campaña publicitaria del libro del ex ministro presidente Christian Wulff es –así como la estrecha relación de Wulff con varios empresarios, dada a conocer previamente- son asuntos no punibles, pero sí moralmente cuestionables. El libro de Wulff lleva el título Mejor la verdad, lo cual resulta especialmente escandaloso, ya que el presidente no dijo toda la verdad al ser preguntado en el Parlamento de Baja Sajonia acerca de sus vínculos comerciales con el empresario Geerkens. Y eso es, en realidad, lo que verdaderamente conmociona en este caso: que un presidente que escribió un libro tan programático, y que exigió más respeto hacia el Parlamento, además de haber acusado a su antecesor de haber sacado provecho de su cargo, no sea capaz de cumplir con sus propias exigencias.”

Autora: CP/ dpa
Editor: Pablo Kummetz

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