Sube la tensión en Cataluña, luego de que este miércoles (20.09.2017) la Guardia Civil detuviera a 14 personas, entre ellas varios altos cargos del gobierno catalán, como el equipo del vicepresidente Oriol Junqueras encargado de la organización del referéndum independentista fijado para el 1 de octubre. Asimismo, se realizan 22 registros en Consellerias e instituciones de la Generalitat, por orden judicial.

 

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Esto ha provocado una gigantesca manifestación, con miles de personas reunidas frente a la sede de la Consejería autonómica de Economía, protestando por las detenciones y operaciones realizadas por la Policía. En el lugar abundan las esteladas y se corean gritos como "Votaremos" (el día 1 de octubre) y "Que lo vea toda Europa", acompañadas de cantos del himno catalán y pancartas a favor de la democracia.

En la concentración participan también parlamentarios regionales y otros activistas movilizados por esa consulta independentista, mientras en Madrid los diputados catalanes secesionistas de ERC y PdeCat en el Congreso anunciaron que se plantean abandonar la cámara de forma permanente. El Gobierno catalán anunció que mantendrá una reunión extraordinaria para analizar el escenario provocado por la acción de la Guardia Civil.

"Vergüenza democrática"

En su primera reacción tras lo sucedido, el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, acusó al Estado español de haber "suspendido de facto el autogobierno” y aplicar un "estado de excepción". Añadió que "el gobierno de Cataluña ha sido objeto de una agresión coordinada” que ha incluido "irrupciones policiales, detenciones, registros sin orden, intimidación a los medios, el intento de bloqueo de las cuentas de la Generalitat", lo que "genera una situación inaceptable en democracia".

El dirigente, que compareció ante los medios en la galería gótica del Palau de la Generalitat, aseguró que lo que está ocurriendo no lo vive "ningún Estado de la Unión Europea”. Aseguró que su gobierno defenderá "el derecho de los ciudadanos a defender su futuro”, porque "no aceptaremos que no nos dejen decidir las épocas futuras”. Por ello, llamó a todos a salir de sus casas el 1 de octubre para votar en el referéndum independentista y acusó al "gobierno español ha ultrapasado la línea roja y se ha convertido en una vergüenza democrática”.

Por su parte, el presidente del Gobierno de España, el conservador Mariano Rajoy, dijo que el Estado ha reaccionado ante el desafío soberanista catalán, que se estaría "saltando la ley". "No hay ningún Estado democrático en el mundo que acepte lo que están planteando estas personas; estaban avisados, sabían que el referéndum no se podía celebrar porque es liquidar la soberanía nacional y el derecho que tienen todos los españoles a decidir lo que quieren que sea su país", sostuvo.

DZC (EFE, El País)