Cataluña presiona para lograr la independencia
8 de noviembre de 2014Pantallas gigantes colocadas en distintas calles de Barcelona, en las que se muestran imágenes de la caída del Muro de Berlín y de Nelson Mandela luchando por derrocar el sistema sudafricano del apartheid, tratan de equiparar la lucha catalana por lograr la independencia de España con otros movimientos por la libertad que han tenido lugar en el mundo durante las últimas décadas.
La capital de Cataluña se ha transformado en una manifestación masiva a favor de la independencia. Acalorados discursos, conciertos de música popular catalana y familias enteras envueltas en senyeras (la bandera de Cataluña) son algunas de las estampas que se encuentra uno si pasea por una de las amplias avenidas cerradas hoy al tráfico, y en cuyos márgenes se alternan imágenes del Berlín del 9 de noviembre de 1989 con otras de la propia historia catalana.
Larga lucha por la autonomía
“Prefiero ser un catalán de primera clase que un español de tercera”, dice Marc-Ignasi Corral-Baqués, un médico catalán de 49 años, mientras se une a la multitud. “El Gobierno español ni nos trata por igual ni respeta nuestra cultura. Las corridas de toros y el flamenco no son mi cultura. Eso es España, no nosotros”.
Los catalanes están llamados a acudir a las urnas el domingo para responder a dos preguntas: «¿Quiere que Cataluña se convierta en un Estado? En caso afirmativo, ¿quiere que este estado sea independiente?». Con su propia lengua y su propia cultura, los catalanes llevan mucho tiempo tratando de lograr la independencia de España. Aunque esta es la primera vez que van a tener la oportunidad de votar sobre el tema, podrían utilizar el resultado para negociar un nuevo pacto fiscal con el Gobierno español.
Dificultad para votar
La participación es fundamental para reflejar los verdaderos deseos de los catalanes para el futuro. Esto resulta complicado, teniendo en cuenta que el Gobierno ha declarado ilegal la consulta, y su impugnación ha sido admitida a trámite por el Tribunal Constitucional. Aunque los propios líderes catalanes reconocen que la votación es informal, no oficial y no vinculante, han decidido evitar la palabra referéndum y utilizan el término “proceso participativo”.
Desde hace tres días, teleoperadores voluntarios repasan la guía telefónica animando a potenciales votantes a acudir a las urnas, y explicándoles dónde pueden hacerlo el domingo. “Lo más importante es que la gente tenga información para decidir qué hacer”, dice María Medina Roca, una voluntaria que ha llamado ya a cientos de hogares. “Participar es importante, porque es la única forma de conocer la opinión de la gente, lo que quieren y a dónde queremos dirigirnos como sociedad”.