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CE quiere "Código europeo de redes de suministro"

DW/EFE6 de marzo de 2006

La CE considera necesario que todos los organismos nacionales reguladores de energía de la UE cuenten con poderes equivalentes y reglas comunes para las cuestiones relacionadas con el comercio transfronterizo.

Imagen: AP

En el "Libro verde sobre la política energética de la Unión Europea", que la Comisión Europea (CE) debe aprobar este miércoles, se habla de desarrollar un "Código europeo de redes de suministro" energético que permita aplicar similares condiciones de acceso en todos los mercados de la UE y, para ello, los reguladores nacionales tendrían que contar con poderes equivalentes.

Igualmente reconoce que los estados miembros son los responsables de elegir su "mix energético" -composición del suministro de energía en función de las fuentes- pero advierte que las elecciones nacionales tienen "inevitablemente, un impacto en la seguridad energética de sus vecinos y de la comunidad en su conjunto".

En este sentido, se resalta en el documento que las decisiones de los países en lo que se refiere a energía nuclear "pueden tener consecuencias significativas en otros estados miembros en términos de dependencia de la UE de la importación de combustibles fósiles, emisiones de CO2 o exposición al riesgo".

Pensar a largo plazo

El borrador señala la necesidad de desarrollar un "debate transparente y objetivo sobre el futuro papel de la energía nuclear en la UE, para los estados miembros que deseen continuar con esta opción".

El texto incide especialmente en la necesidad de que la UE "hable con la misma voz" sobre cuestiones energéticas, única forma de poder competir a nivel internacional, teniendo en cuenta que la Unión tiene 450 millones de consumidores y es el segundo mayor mercado energético del mundo.

Aboga por realizar revisiones anuales de la estrategia energética de la UE e incluso propone que en la primera, en 2007, se pongan límites a la dependencia de las importaciones.

Si no se toman medidas, en los próximos 20 ó 30 años, alrededor del 70% de las necesidades energéticas de la Unión, frente al 50% actual, estarán cubiertas por importaciones.

De ahí la necesidad de profundizar en el diálogo con los países tanto productores como de tránsito de la energía y también de diversificar las fuentes.

Crear nuevas alianzas

Para reducir la dependencia hay que realizar, además, fuertes inversiones y, según los cálculos de la Comisión, se necesitarán unas inversiones de 1 billón de euros en los próximos 20 años.

Además hay que determinar las prioridades para la construcción de nuevas infraestructuras, especialmente de gas, y como ejemplos señala un gasoducto independiente desde la región del mar Caspio y el norte de África hasta la UE.

Esto pasa por desarrollar un enfoque exterior común, especialmente con Rusia, y por crear una "Comunidad paneuropea de energía" con la participación de los países del sureste de Europa, del Magreb (en electricidad) y del Mashrek (por el gas).

Para identificar las carencias en materia de infraestructuras, la Comisión plantea la creación de un Observatorio europeo de suministro de energía, y para mejorar la seguridad, poner en marcha algún tipo de mecanismo que garantice la solidaridad y una asistencia rápida al país que sufra daños en sus redes esenciales.

El futuro en 15 hojas

Publicar de forma regular y transparente el estado de las reservas de petróleo; desarrollar nueva legislación sobre reservas de gas; mejorar la eficiencia energética o hacer un mayor esfuerzo en lo que se refiere a las interconexiones entre los estados miembros son otras de las ideas planteadas en el borrador.

Y todo esto sin olvidar la vertiente medioambiental, ya que el libro concede una gran importancia a la necesidad de una energía sostenible a largo plazo, por lo que la Comisión preparará una "Hoja de ruta sobre energías renovables" para presentarla en el Consejo Europeo de primavera de 2007.

Con este "Libro verde" -de 15 páginas- el Ejecutivo comunitario pretende lanzar un profundo debate sobre la necesidad de contar con una política europea de energía, algo que ahora no existe ya que en la mayoría de las cuestiones energéticas la competencia es exclusiva de los Gobiernos nacionales.

Pero ya en el debate interno de la Comisión se han mostrado fuertes divergencias que han obligado a realizar varias versiones del texto y aún podrían introducirse cambios antes de que el Ejecutivo comunitario lo apruebe el miércoles.

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