A la sede de la Comisión Europea, en el barrio habanero de Miramar, acudieron familiares de varios disidentes detenidos el pasado día 22, acompañados de los opositores Marta Beatriz Roque y Félix Bonné, líderes de la ilegal 'Asamblea para Promover la Sociedad Civil'. Minutos después, simpatizantes del gobierno acudieron también a las puertas de la delegación europea para increpar a los disidentes y lanzar consignas revolucionarias.

La delegación de la Comisión Europea (CE) en Cuba decidió entonces no celebrar la reunión y emitió un comunicado en el que 'lamentó' lo ocurrido y anunció que suspendió las visitas de familiares de disidentes detenidos previstas para hoy. La delegación de la CE en La Habana 'nunca convocó una reunión con ningún grupo político el 5 de agosto', señaló el comunicado. 'La delegación lamenta cualquier utilización política que se pueda haber derivado de los anterior', concluyó.

Marta Beatriz Roque, por el contrario, declaró a la prensa extranjera que tanto ella como Bonné habían sido invitados a la reunión. A su juicio, la decisión de los funcionarios de la CE de no recibirles es 'un hecho diplomático bastante serio'.