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PolíticaGuatemala

Centroamérica ya no parece tan lejos de la Unión Europea

9 de febrero de 2024

Con sanciones a funcionarios considerados díscolos, la UE espera apoyar la democracia guatemalteca. Y manteniendo puentes se pretende aportar al Estado de derecho en El Salvador.

En torno a una mesa, recuento de votos en El Salvador con presencia de observadores electorales internacionales, febrero 4 de 2024
Recuento de votos en El Salvador con presencia de observadores electorales internacionales (4 de febrero de 2024).Imagen: Yuri Cortez/AFP/Getty Images

"Centroamérica es una región con muchos desafíos, a la que no le estábamos prestando la suficiente atención”, dijo a DW Tilly Metz, presidenta de la Delegación para las Relaciones con los países de América Central del Parlamento Europeo,.

“En el caso de Guatemala, creo que ahora, al fin, con la resolución del Parlamento apoyando la democracia, con la exitosa Misión de Observación Electoral, con la asistencia del Alto Representante a la toma de posesión de Bernardo Arévalo y, finalmente, con las sanciones a cinco funcionarios que obstruyen el proceso democrático, hemos reaccionado a tiempo”, agrega. 

Puentes y mirada crítica a El Salvador

“Y, en el caso de El Salvador, a pesar de que presentarse a la reelección es inconstitucional, a pesar de su controvertida política de mano dura y su megacárcel, el presidente Nayib Bukele ha sido elegido democráticamente . por una abrumadora mayoría. Y debemos cuidar, con una atenta mirada crítica, de los puentes hacia ese país”, afirma Metz, eurodiputada por Luxemburgo de la bancada de Los Verdes.

En este sentido se expresó el portavoz de Exteriores de la UE, felicitando al pueblo salvadoreño por su compromiso con la democracia y tendiendo la mano para cooperar con la administración del Gobierno de Bukele en su proceso de modernización, con un enfoque de desarrollo social inclusivo que respete el estado de derecho.

Cabe recordar que, a los comicios salvadoreños, Bruselas envió solamente dos expertos electorales como observadores, no desplegó una misión de observación electoral como en Guatemala.

Como fuere, que el 1 por ciento de la población salvadoreña se encuentre en prisión y que el estado de excepción -que restringe las garantías del estado de derecho- dure ya dos años, son elementos que llevan a organizaciones de derechos humanos a poner en duda la salud de la democracia salvadoreña.

 “Estamos pendientes de las noticias del Tribunal Electoral. Los comicios tuvieron lugar en un contexto de extrema seguridad estatal. Esto no genera en la población una sensación de libertad para ir a votar. En todo caso, es preocupante que el presidente Bukele hubiese anunciado su triunfo tan tempranamente sin esperar los datos oficiales del órgano competente para hacerlo”, dice a DW, desde Guatemala, Anabella Sibrián, directora de Protection International para Mesoamérica. “Esa actitud es una señal: aquí las instituciones no importan y el frágil marco institucional cede a las presiones de unos cuantos caudillos”, subraya Sibrián.

Poder disuasorio de las sanciones

En este contexto, el anuncio de que se había aprobado un marco jurídico para imponer sanciones a funcionarios guatemaltecos fue muy bien recibido, era algo por lo que venían abogando los movimientos de sociedad civil desde hace tiempo. “Cuando finalmente aparecieron los nombres de los sancionados, quedó claro que no nos iban a dejar solos. Para la gente aquí es muy importante, también es una señal para toda la región”, afirma Sibrián.

Más allá del disgusto que provoca en los sancionados, ¿estas medidas tienen un poder disuasorio efectivo? “No sé cuánto podrían importarle sanciones individualizadas a un Gobierno como el de Bukele. En el caso guatemalteco, soy un poco pesimista. La actitud que ha demostrado el Ministerio Público es de que piensan ir hasta las últimas consecuencias, con tal de conservar su corrupto sistema como hasta ahora. Hay que pensar que con Nicaragua se ha instaurado en Centroamérica una dictadura que pone mal ejemplo y ha inspirado a minorías con intereses dictatoriales que están tratando de mantener sus privilegios. Bukele ha ignorado la Constitución de su país, al igual que lo hizo Juan Orlando Hernández de Honduras en su momento”, recuerda Sibrián.

Tilly Metz sí cree en el efecto disuasorio de las sanciones. “Tenemos un acuerdo de asociación y las élites entienden cuando se impacta su bolsillo. En el caso de Guatemala, hemos reaccionado a tiempo, lo que no se puede decir de casos anteriores”, apunta la eurodiputada luxemburguesa.

¿Centroamérica ya no está tan lejos?

¿Qué es lo que ha hecho poner la atención europea en esos pequeños países centroamericanos de los cuales en las últimas décadas lo que ha importado, básicamente, han sido el comercio y la inversión? “No podemos perder a esos países que geopolíticamente son claves”, responde Tilly Metz. “Aparte de los intereses comerciales, de su lugar clave como paso entre América del Sur y Estados Unidos, es importante que Europa se mantenga ahí, de lo contrario ese espacio lo ocuparán Rusia y China”, agrega.

Anabella Sibrián, por su parte, responde: “El mundo se hace cada vez más pequeño. Y si antes los atentados contra la democracia en estos pequeños países, con un oceáno de por medio, eran algo lejano, ahora se sabe que pueden afectar a Europa, a sus intereses económicos. También porque estas frágiles democracias centroamericanas son un caldo de cultivo para el crimen organizado transnacional, que está tocando a las puertas y ha comenzado a golpear el corazón de Europa”. (ms) 

 

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