El director ejecutivo de Kellogg's, Gary Pilnick, ha sido fuertemente criticado en redes sociales por sugerir en un programa de televisión estadounidense que las familias más pobres consideren "cenar cereales" para poder afrontar el aumento en el precio de los alimentos.

"La categoría de los cereales siempre ha sido bastante asequible, y tiende a ser una gran alternativa cuando los consumidores están bajo presión", dijo Pilnick el 21 de febrero pasado durante el programa Squawk on the Street de la cadena CNBC.

"Si pensamos en el coste de los cereales para una familia frente a lo que podría hacer en otras circunstancias, esto va a ser mucho más asequible", planteó. Y luego aseguró: "El precio de un plato de cereales con leche y con fruta cuesta menos de un dólar".

¿Una moda?

El presentador del programa Carl Quintanilla le preguntó a Pilnick si creía que la idea de "cereales para la cena" podría "aterrizar en el camino equivocado" y caer mal a los consumidores.

"De hecho, está cayendo muy bien en estos momentos", replicó el CEO de Kellogg's. "El cereal para la cena es algo que probablemente esté más de moda ahora, y nosotros esperaríamos que esto continúe, a medida que los consumidores están bajo presión", añadió.

Críticas de todo tipo en redes sociales

Las declaraciones de Pilnick fueron duramente cuestionadas en las redes sociales y por estar desconectadas con la realidad. Una usuaria de TikTok se preguntaba si Pilnick, que según un informe de la Comisión del Mercado de Valores percibe un salario base anual de cuatro millones de dólares, le daba a sus hijos "cereales para cenar".

Algunos compararon la sugerencia de Pilnick con la frase "que coman pasteles" atribuida sin pruebas a María Antonieta, antes de su ejecución durante la Revolución Francesa.

Otros usuarios en Youtube afirmaban que los productos de Kellogg's no son tan baratos y que los precios de los cereales en general han aumentado hasta un 28% en los últimos cuatro años.

La compañía Kellogg's lleva promocionando su campaña "cereales para cenar" desde 2022, cuando los precios de los alimentos habían aumentado hasta un 9,9%, el valor más alto desde 1979, según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos.

Editado por José Urrejola